Un nuevo impulso parroquial es posible I Congreso de Buenas Prácticas en Parroquias, en Alfara del Patriarca

Un nuevo impulso parroquial es posible I Congreso de Buenas Prácticas en Parroquias, en Alfara del Patriarca

La Iglesia en España, y en Europa, afronta un momento crucial de su historia. Desde hace tiempo muchos sacerdotes y fieles advierten que los templos se van vaciando. Las generaciones centrales, jóvenes y muchos adultos no participan en las parroquias; cada vez son menos los niños que se bautizan o toman la Primera Comunión; las nuevas iniciativas que se intentan no acaban de significar un cambio real.

Algunos miembros de la Iglesia “todavía no ven el problema que supone que no seamos capaces de llegar a esa gente”, afirma Santiago Pons, decano de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de la Universidad Católica de Valencia (UCV). Es necesario “cambiar el planteamiento y la forma de situarnos en las parroquias. No se trata de un cambio de maquillaje, sino de un cambio profundo en la cultura de nuestra comunidades parroquiales”.

La parroquia, como estructura básica de la Iglesia, es el espacio donde se tiene el contacto más cercano con las personas reales, para ayudarlas a vivir la fe. Por ello, es necesario que sean parroquias explícita e intencionalmente evangelizadoras, para dar a conocer la Buena Noticia del Evangelio a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, que en su mayoría no son creyentes o que en algún momento se alejaron de la fe.

Para tratar de ayudar a las comunidades parroquiales que saben que es necesario cambiar algo “pero no saben el qué”, se celebra el primer ‘Congreso de Buenas Prácticas en Parroquias’, que se desarrollará este viernes 24 y sábado 25 de febrero en el Paraninfo de la Universidad CEU-Cardenal Herrera y en el Seminario Mayor La Inmaculada. La clausura estará presidida por el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent así como la posterior misa de envío y que pondrá punto y final al congreso.

Los organizadores confiaban en reunir unas 300 personas, pero las previsiones se han visto desbordadas: el pasado fin de semana se superaban las 340 inscripciones y durante los últimos días se prevé que sigan creciendo. Puede participar cualquier miembro activo de una comunidad parroquial: sacerdotes, laicos, agentes de pastoral, religiosos… En el camino sinodal al que nos llama el papa Francisco la participación de todos y todas es inexcusable.

Más de dos años de investigación

El congreso va a presentar los resultados del estudio desarrollado durante más de dos años por un grupo de académicos vinculados a la Facultad de Teología de Valencia y procedentes de diferentes disciplinas (Teología, Filosofía, Psicología). El trabajo ha desarrollado un mapeo en diferentes parroquias españolas “atendiendo a los criterios o dimensiones de lo que podrían ser aspectos relevantes para iniciar un proceso y un cambio con un único horizonte: ser una parroquia en clave evangelizadora”, afirma Yolanda Ruiz, una de las investigadoras implicadas, directora de la Cátedra Abierta Scholas Occurrentes de la UCV.

Resulta evidente que nos enfrentamos a un cambio de época y “la parroquia es ahora la que debe salir a buscar a los hombres y mujeres de la sociedad actual”, explica José Luis García, uno de los coordinadores de la investigación. Se trata de hacer una transición desde las parroquias “en clave de mantenimiento o de servicios”, aquellas preocupadas en mantener la fe de los que ya creen, a comunidades capaces de “suscitar” esa fe.

Explica Santiago Pons que el análisis de la actual situación pone de manifiesto que algunas personas dentro de las parroquias están buscando “fórmulas o métodos” que les ayuden a alcanzar a los nuevos creyentes. “Si la cuestión fuera encontrar una fórmula, ya la habríamos encontrado”, afirma. El tema es que “aunque se utilicen algunos métodos nuevos, si no se ha cambiado previamente la cultura y la mentalidad de la parroquia, éstos no funcionarán”. Las fórmulas nuevas suscitan una nueva manera de acceder a la fe y “no se van a poder alimentar en una parroquia anclada en la estructura clásica”. Por eso “es necesario cambiar el modo en el que nos situamos en una parroquia, empezando por los propios párrocos”.

Estudio a fondo

En el estudio que se presentará en el Congreso de Buenas Prácticas en Parroquias se define, en primer lugar, qué se entiende por una parroquia que está en proceso de conversión pastoral. Y una vez se está en dicho proceso, qué grado de transformación ha alcanzado. Para llevar a cabo esta parte de la investigación se contactó con un grupo de catorce expertos sobre nueva evangelización que ayudaron a definir este aspecto. Entre los especialistas, catorce en total, trabajaron un obispo, sacerdotes, laicos y religiosos.

Una vez se pudo definir cuándo una parroquia está en proceso de conversión, se contactó con más de 200 parroquias de toda España, a las que se les propuso un cuestionario que servía para determinar el grado de transformación en el que se encontraban. Esta parte del estudio sirvió para constatar diferencias importantes: “Hay diócesis muy adelantadas y otras que están empezando. Pero también hay diócesis que no son conscientes de que bajo su administración existen parroquias en claro proceso de conversión pastoral” explica Cristian Camus, el analista de datos del estudio.

“No hablamos de un modelo específico de parroquias porque cada una se enfrenta a un tipo de desafío”, explica el decano de Teología, “pero sí se ha podido constatar que existe lo que podemos llamar un aire de familia: en esas comunidades ya no existe el párroco todoterreno, sino que un equipo comparte la responsabilidad”.

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