05 Feb Resumen de la sesión de clausura de la formación de voluntarios de los Centros de Escucha diocesanos Contó con la participación de José Carlos Bermejo y de Valentín Rodil
La clausura de la formación de los Centros de Escucha diocesanos de Valencia contó con la participación de Valentín Rodil, psicólogo y responsable de la Unidad Móvil de Intervención en crisis y duelo del Centro de Escucha de los Religiosas Camilos de Madrid. Rodil, a través del análisis detallado de un caso, recordó a los participantes en la sesión cómo se debe escuchar. Concretamente, resaltó la importancia de tomar decisiones porque estas son las que nos hacen personas. El papel de la escucha que favorece el proceso de toma de decisiones se debe centrar en alejar todo tipo de juicios y valoraciones personales para dar protagonismo a la persona escuchada.
El ejemplo vino de la mano del caso de Aurora, usuaria del centro que transitó su propio recorrido en la relación de ayuda, a través de la autoexploración y la autocomprensión, con la ayuda incondicional y sin juicio del escucha, y finalmente reconociéndose como parte del problema y entendiendo que, si el problema soy yo, la solución está en mí. El ponente utilizó la metáfora de la casita de la resiliencia y enseñó a los voluntarios la sutileza y respeto con el que adentrase en el mundo interior del escuchado, para comprender y personalizar el sufrimiento.
Después, se contó con la intervención de José Carlos Bermejo, director del Centro de Humanización de la Salud San Camilo. Su ponencia de clausura titulada “La escucha en el sufrir” se desarrolló en torno a los siguientes puntos:
- Tiempos de profesionalización del sufrimiento.
- La escucha en el documento final del ‘Sínodo sobre la Sinodalidad’ (2024).
- La escucha no es cualquier cosa, lo que siento me pertenece.
- Necesítanos ser acompañados: salir y liberarnos. La soledad sufrida o soledad no deseada y el sufrimiento no narrado que hace más daño.
- La escucha tiene verbos hermanos como mirar y callar.
- Escuchar es una forma de humanizar promoviendo la hospitalidad. Lo peor que me puede pasar es no saber lo que me pasa.
- Difícil arte de acompañar. Hay tanta distancia entre tú y yo que quién sabe si alguna vez nos encontrarnos. A través de la escucha te reconozco.
- La escucha es medicina. El valor terapéutico de la escucha, la escucha que sana.
- Escuchar, cumple diferentes funciones. Genera confianza, comunión. El peor dolor es el no narrado.
- La verdadera escucha es la del corazón. Ve donde el corazón te lleve, atrapados en nuestras prisas no encontramos tiempo para escuchar.
- A acompañar se aprende. A través del modelado, supervisar nuestra escucha para aprender a escuchar.
- Escucha lo que no digo. No te dejes engañar por mis palabras.
- El acompañamiento tiene un precio. Descubrir una realidad con la narrativa del otro.
- La escucha hace eco: la propia fragilidad. El eco de mi propia vulnerabilidad.
- Hay que responder: el poder de la palabra. Seguirla.
- Escuchar al Espíritu.
Posteriormente, se procedió a la entrega de certificados a los futuros voluntarios de manos del arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent; uno de sus obispos auxiliares, Mons. Fernando Ramón; del vicario general, Vicente Fontestad; del vicario episcopal de una de las zonas afectadas, Jesús Corbí; y de la directora de los Centros de Escucha diocesanos, Yolanda Ruiz.
Con este proceso formativo, se abre una segunda fase en la que se comenzarán a iniciar los centros de escucha en Valencia, impregnando toda la Archidiócesis. Esperamos que este nuevo servicio ocupe espacios en la periferia y contribuya a la humanización de las personas dolientes.