09 Feb La crisis derivada de la pandemia es “un shock sin precedentes” que acentúa la desigualdad social y la exclusión severa Según el Informe FOESSA Comunitat Valenciana 2022, presentado esta mañana en la sede de Cáritas Valencia
Cáritas Comunitat Valenciana ha alertado esta mañana de los graves efectos de la crisis resultado de la pandemia sobre la población en nuestro territorio, en la presentación del Informe FOESSA 2022 sobre Exclusión y Desarrollo Social en la Comunitat Valenciana.
Este documento, que es “la primera radiografía completa del impacto de la pandemia”, evidencia que “la crisis derivada del COVID-19 es comparable al desastre del Titanic, no ha supuesto las mismas consecuencias para todos, los más vulnerables han cargado con las peores y son los grandes damnificados” y las cifras demuestran que la sociedad “ha vivido un shock sin precedentes y la desigualdad ha crecido en un año tanto como durante toda la crisis de 2008”, ha explicado Daniel Rodríguez de Blas, sociólogo del equipo de Estudios de Cáritas Española.
En la presentación del Informe, esta mañana en Cáritas Valencia, Rodríguez de Blas, ha estado acompañado por el obispo auxiliar de Valencia, Arturo Ros; Ignacio Grande, director de Cáritas Diocesana de Valencia y presidente de Cáritas Comunitat Valenciana; y Juan Manuel Aragonés y Víctor Manuel Mellado, directores de Cáritas Diocesana de Segorbe-Castellón y de Orihuela-Alicante, respectivamente.
Incremento de la exclusión severa: 100.000 personas más que en 2018
Del Informe FOESSA, que forma parte de un amplio trabajo en el ámbito estatal desarrollado por 30 investigadores de diez universidades y entidades de investigación, se desprende que en la Comunitat “la exclusión no se ha ensanchado pero sí se ha agudizado notablemente, incrementándose los casos más severos que ahora afectan a 620.000 personas, lo que supone cerca de 100.000 personas más que en 2018”.
Igualmente, Rodríguez de Blas, que también es coordinador de los informes territoriales, ha indicado que “el tsunami que ha supuesto esta crisis se ha llevado por delante a muchos hogares que disfrutaban de una posición privilegiada de integración plena: en 2018 más de la mitad de las familias de la Comunitat Valenciana se encontraban en esta situación y ahora son solamente el 37,5 por ciento de ellas las que no se ven afectadas por ninguna situación de exclusión”.
Asimismo, “el estrés generado por las situaciones de dificultad ha erosionado la resistencia y relaciones en las familias, especialmente entre aquellas en exclusión severa, incrementándose un 129 por ciento respecto al informe anterior”, ha asegurado.
Desigualdad y aumento de la pobreza severa: un 35% más
Respecto al incremento de la desigualdad en la sociedad, el informe apunta que se han separado las realidades de quienes han mantenido su trabajo de manera ininterrumpida y quienes se enfrentan a una situación de desempleo sin protección social, o de empleo reducido en jornada o en remuneración.
“Si dividimos nuestra sociedad en un edificio de cinco plantas, siendo la primera planta los que menos ingresos tienen y la quinta planta los vecinos con más ingresos, los que más renta han perdido han sido los del primero, los más pobres, y los únicos que no perdieron renta durante la pandemia, sino que la ampliaron, fueron los vecinos más ricos, los del quinto. La desigualdad en términos de renta ha aumentado más de un 33%, cifra superior al incremento en la crisis de 2008”, ha destacado Daniel Rodríguez.
El desplome de las rentas de los que viven en el primer piso “reproduce y explica la evolución de la pobreza severa que ha crecido un 35% y afecta ya a 730.000 personas”.
Brecha digital y brechas de exclusión
Entre las nuevas brechas que han surgido o se han incrementado en la pandemia, la digital afecta a uno de cada tres hogares en la Comunitat, duplicando su incidencia (2 de cada 3) en la exclusión severa. “Esta brecha implica ausencia de dispositivos, habilidades o conexión en esos hogares y conlleva la pérdida de oportunidades, cinco veces mayor que para la población integrada que no sufre esta situación”.
Además, en la Comunitat “hay dos brechas activas y que se hacen más profundas, el género y la nacionalidad de origen, y una tercera que adquiere cada vez más fuerza”.
Al respecto, “esta crisis está feminizando aún más el espacio de la exclusión, ya que esa brecha se ha multiplicado, desde 2018, por tres hasta afectar al 27,5% de los hogares cuya persona sustentadora principal es una mujer frente al 18% donde es un hombre”.
De otro lado, “casi la mitad de los hogares encabezados por una persona de origen extranjero se encuentran en situación de exclusión, esto es casi tres veces más que en los hogares encabezados por alguien de nacionalidad española”.
En cuanto a la brecha de la edad, “un perfil novedoso respecto a los informes anteriores”, el informe FOESSA 2022 indica que “uno de cada tres jóvenes entre 19 y 29 años está afectado por procesos complejos de exclusión social, lo que les impide realizar proyectos de vida para hacer la transición a la vida adulta”, según el experto, que ha alertado del peligro de tener “una juventud sin empleo”.
Peores condiciones laborales e impacto en la salud: se multiplican por cuatro los casos de enfermedad o trastorno mental
Por otra parte, esta crisis ha profundizado en dos tendencias anteriores, con “un empeoramiento de las condiciones de trabajo, que genera más trabajadores pobres y menos realizados personal y socialmente” y un aumento de la precariedad laboral “que se ha duplicado y alcanza a más de 280.000 hogares, que son el 14% del total, que dependen económicamente de una persona que sufre inestabilidad laboral grave”.
“Las barreras para acceder al trabajo son mayores para una parte de desempleados: los casos de paro de larga duración alcanzan a 65.000 familias y el desempleo total familiar casi se ha duplicado”, ha subrayado. De hecho, “hay 76.000 familias que carecen de algún tipo de ingreso periódico, que permita una mínima estabilidad”.
Además del empleo, “las dimensiones de la salud y la vivienda son los otros factores de exclusión en la Comunitat Valenciana y ambas han crecido desde 2018, afectando a día de hoy al 21% y 19% de la población respectivamente”.
En cuanto a la salud, “existen 260.000 hogares que sufren falta de acceso a medicamentos o tratamientos por problemas económicos y se ha multiplicado por cuatro el número de personas que padecen algún trastorno o dificultad mental, alcanzando al 17% de la sociedad valenciana”, ha incidido el experto.
También se ha duplicado el número de hogares, pasando de 46.000 a más de 122.000, “que sufrieron retrasos o no tuvieron dinero suficiente para el pago de alguno de los gastos relacionados con la vivienda, como el alquiler o la hipoteca”.
El Informe FOESSA sobre exclusión y desarrollo social en la Comunitat Valenciana forma parte del proyecto del Informe FOESSA 2022 que ha obtenido datos primarios a partir de una encuesta realizada a más de 7.000 hogares en todo el territorio de nuestro país, con información de casi 18.000 personas (638 encuestas con información de 1.585 personas en la Comunitat Valenciana) que nos aporta un análisis sobre las consecuencias de la crisis COVID-19 en nuestro territorio.