27 Mar El Papa recibe a un joven valenciano con parálisis cerebral Acompañado por su catequista, sus familiares y por el cardenal Cañizares
El Papa Francisco ha recibido en audiencia al joven valenciano de 36 años, con parálisis cerebral, Alejandro Planells Medina, que recibió los sacramentos de la Comunión y la Confirmación. En la audiencia estuvo acompañado por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, por su familia y su catequista, Mª Carmen Cervera, que también sufre la misma enfermedad, pero de menor rango.
Así, el Santo Padre recibió el pasado jueves al joven valenciano, junto a sus familiares, tras conocer, de la mano del Arzobispo de Valencia, su historia de formación catequética y recepción de los sacramentos
Diagnosticado con parálisis cerebral infantil
Alejandro, que fue diagnosticado de bebé con una parálisis cerebral infantil, es el cuarto de cinco hermanos y pertenece, junto a sus padres, Daniel Planells y Fina Medina, a la parroquia Sagrada Familia de la ciudad valenciana de Torrent, donde participa cada semana en la eucaristía y en las actividades parroquiales, desde su discapacidad.
Alejandro tiene la movilidad muy reducida, va en una silla de ruedas y no puede hablar, se comunica a través de sonidos y gestos. Tampoco puede masticar, ya que en la zona bucofaríngea tiene una sensibilidad tan acentuada que tragar alimentos le produce dolor, por lo que toma alimentos semisólidos. Sin embargo, Alejandro tiene una capacidad cognitiva y espiritual muy desarrollada. Es consciente de todo lo que vive a su alrededor y se hace entender relacionando cosas y colores y gesticulando.
Sacramento de la Comunión
Los padres de Alejandro siempre habían tenido ilusión de que su hijo pudiera recibir el sacramento de la Comunión y en varias ocasiones, tanto sacerdotes como religiosas, les habían comentado que su discapacidad no debía ser un obstáculo.
El matrimonio, que pertenece al Consejo Diocesano de Pastoral, tuvo la oportunidad de escuchar durante la Asamblea Sinodal, una ponencia de Mª Carmen Cervera, Virgen Consagrada, cuya tesina en su Licenciatura en Ciencias Religiosas fue sobre el Ritual de Iniciación Catequética para Adultos (RICA) adaptado a discapacitados.
Su ponencia, centrada en la Pastoral para personas con capacidades diferentes, llamó la atención del matrimonio, y concertaron una reunión con su párroco, Pablo Aranda, y con Mª Carmen para hablar de la situación de Alejandro. A partir de entonces, la idea de los padres de que su hijo recibiera el sacramento de la Comunión cobró más fuerza.
Catequesis adaptada a la enfermedad
Alejandro recibió las catequesis de preparación, junto con sus padres, en una de las salas del Palacio Arzobispal de Valencia. Mª Carmen fue la encargada de dirigir las sesiones con la ayuda de materiales específicos adaptados a sus necesidades. “He utilizado mucho los gestos y materiales visuales, le he llevado los objetos litúrgicos del altar y le he ido explicando cada uno de ellos. Notaba que me entendía porque me sonreía”, según la propia catequista, que asegura que el acompañamiento de la familia ha sido fundamental.
Para MªCarmen “todo ha sido fruto del amor de Dios” y asegura sentirse “muy feliz de haber ayudado en la formación espiritual a un joven que sufre la misma enfermedad que yo”.
Además de su preparación catequética, Alejandro también ensayó en casa para tomar la Comunión. “Le dimos un cuarto de forma sin consagrar cada día para que se fuera acostumbrando”, explica la madre. Finalmente, recibió la Comunión el pasado mes de diciembre en su parroquia de Torrent de la mano del vicario episcopal Jesús Corbí y acompañado por su familia, su párroco, su catequista y toda su comunidad.
La comunidad parroquial acogió los sacramentos de Alejandro con mucha alegría. “Está presente en todas las celebraciones y acontecimientos de la parroquia, ha recibido el Bautismo por lo que es un miembro de la comunidad de pleno derecho y ahora ha dado un paso importante en su vida”, según indicó su párroco Pablo Aranda, que destacó que “el Señor se ha servido de muchas personas para que el joven complete su iniciación cristiana”.
La discapacidad no condiciona la capacidad espiritual
Para Mª Carmen Cervera, “las personas tenemos capacidad racional, afectividad y psicológica, pero también tenemos capacidad trascendental y espiritual”. “Mucha gente puede pensar que si una persona no es plenamente consciente, no está preparada para recibir un sacramento”, sin embargo, asegura, “los sacramentos de iniciación cristiana se imparten a niños que aún no son conscientes plenamente de lo que se les otorga, pero reciben una gracia en su vida espiritual”. Por esta razón, Mª Carmen asegura que las personas con discapacidad también pueden tener esa ayuda y, de hecho, varias diócesis ya se han puesto en contacto con ella para estudiar la forma de implantar la Pastoral para Personas con Discapacidad.