04 Abr «El sacrificio en el judaísmo: ritual y valor religioso», nueva conferencia de la Academia de Lenguas Bíblicas Ofrecida por José Carlos Gimeno Granero, director de la Academia
La Schola Valentina Linguis Biblicis et Orientalibus Ediscendis (Academia de Lenguas Bíblicas, Clásicas y Orientales) de la Facultad de Teología San Vicente Ferrer de Valencia ha organizado una nueva conferencia que pretende profundizar en el contexto cultural y social de las lenguas que estudia. Entender dónde nacieron y cómo se desarrollaron los diferentes idiomas ayuda al alumnado a la comprensión de los mismos así como al conocimiento de las raíces de nuestra cultura.
Así, el profesor de hebreo José Carlos Gimeno Granero O.C.D., director además de la Academia de Lenguas, ofrecerá una charla con el título «El sacrificio en el judaísmo: ritual y valor religioso», este miércoles 6 de abril, a las 17 horas, en el aula S4 de la Sede San Francisco de Borja (C/ La Cenia, 10 de Valencia).
Explica el ponente que «el sacrificio era la expresión de la fe judía en el culto». La presentación tratará de dar sentido a la ceremonia del sacrificio en el judaísmo, explicará su valor religioso y detallará «cómo realizaban los judíos esa ceremonia durante el periodo del Segundo Templo de Jerusalén», que duró 585 años (del 516 a.C. al 70 d.C.).
Sabemos que para el judaísmo la Torá (del hebreo «Torah» (תורה)) es la Ley, y define a los cinco primeros libros de la Biblia Hebrea o Pentateuco. Según los religiosos fueron escritos por Moisés por inspiración divina.
Desde este punto de partida, los sacrificios en la Torá son de dos tipos: voluntarios y obligatorios. Los primeros los puede presentar cualquier judío por un interés particular, como expiar una falta cometida sin intención o por agradecimiento u otros fines. Por otro lado, los sacrificios obligatorios son los que forman parte del ciclo ritual establecido. Se incluye aquí el servicio diario y el de las fiestas.
También hay que tener en cuenta que en la gran mayoría de los casos de sacrificios, se utiliza la palabra kapper (expiación), de donde proviene Kippur, que da nombre al día más solemne del año en el calendario hebreo.