El Santo Cáliz de Valencia suscita a la vez las sensaciones de admiración y escepticismo. El visitante se siente primero cautivado por la belleza del Grial; su forma perfecta y extraña, los detalles de oro y las perlas y piedras preciosas. El Santo Cáliz despierta a diario grandes interrogantes entre los que lo contemplan por primera vez.
Está demostrada su autenticidad como una copa que pudo estar perfectamente en manos de Jesús en la Última Cena. Tanto la arqueología como el conocimiento de los rituales judíos lo confirman, al contrario de lo ocurrido con otros presuntos “griales”. Por otra parte, el que Jesús lo utilizase está apoyado por una tradición muy verosímil, sin elementos fantásticos, y coherente con las características del Cáliz.
El Santo Cáliz es un referente para toda la humanidad. Su misma conservación ya es un prodigio que invita a preguntarse ¿qué se ha visto en esta copa para preservarla, sobre todo durante los primeros mil años? El Cáliz es un símbolo de la presencia de Dios entre los hombres y de un sacrificio redentor.
La Virgen de los Desamparados, Patrona de la ciudad de Valencia, fue coronada canónicamente en 1923 en presencia de los reyes de España y diversas autoridades eclesiásticas.
El segundo domingo de mayo todos los valencianos tienen una cita con la Mare de Deu dels Desamparats, conocida como “La Geperudeta» por la inclinación de su cabeza, a quien dedican toda clase de honores y tributos.
Toda esa historia, tiene su continuación cada segundo domingo de mayo (aunque el día oficial fuese el 8 de mayo). La Missa de Descoberta, Missa d’Infants, Traslado y Procesión son los momentos más esperados por miles y miles de fieles. Pero sin duda es el traslado el momento en el que los valencianos expresan de manera más espontánea su devoción, una tradición que se transmite generación tras generación.
El segundo lunes de Pascua la ciudad de Valencia celebra la festividad de San Vicent Ferrer. Este dominico valenciano es uno de los patronos de la ciudad y es conocido por sus milagros y por ser un gran predicador.
Caracteriza esta festividad las representaciones de su vida y milagros en «els altars». Se trata de un residuo de la vida religiosa más ancestral y directa que se perpetua en la ciudad desde el año 1561.
«Els Milacres» son dramatizaciones de los milagros atribuidos al santo patrón, que escenifican niños en lengua valenciana. Son numerosos los altares levantan que se en los distintos barrios de la ciudad, presididos siempre por la imagen del santo.
El día de la efeméride, el Ayuntamiento lo recuerda desde la víspera con la ayuda del Gremi de Campaners de la Catedral y su volteo de campanas. A lo largo del día de la fiesta continúan los toques de campanas y se celebra la solemne procesión.
San Vicente Mártir es el patrón de la archidiócesis de Valencia y de la capital, además es el patrón del Gremio de Sastres y Modistas. Durante 5 siglos fue considerado el mártir de occidente y Valencia se convertiría en destino final de la ruta de peregrinaje más importante de toda Europa.
El 22 de enero es la fecha en la que se venera a este santo en Valencia. Se celebra la Solemne Misa Pontificial en la Catedral a la que sigue la Procesión General por los lugares por los que el santo recibió martirio.
En este día también destaca la conmemoración del bautizo de San Vicente Ferrer en la iglesia de San Esteban, organizado por la Asociación de la Pila Bautismal de San Vicente Ferrer con los conocidos Bultos de San Esteban.
Asimismo, se celebra una misa mozárabe en la iglesia de Cristo Rey, es la única misa de este tipo (junto con la de Toledo) que se celebra en España.