21 Oct Monseñor Peña Parra: “No se puede imponer el Evangelio por la fuerza: la Iglesia crece por atracción y no por proselitismo” El Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado del Vaticano pronuncia la lección magistral de la apertura del Año Judicial del Tribunal Eclesiástico de Valencia
La Iglesia “crece en el mundo por atracción y no por proselitismo”, defiende el ponente citando al Papa Francisco
Traslada al cardenal Cañizares su “profundo agradecimiento por la labor realizada al servicio de la Iglesia en España y en Roma”
Aplaude la labor del SAMIC, “ejemplo evidente del Magisterio Pontificio del Papa sobre el encuentro de lo jurídico y lo pastoral”
El Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado del Vaticano, monseñor Edgar Peña Parra, ha destacado hoy en Valencia que “mantenerse fiel a la misión del anuncio, que es la tarea primordial de los discípulos de Jesucristo, no significa imponer el Evangelio por la fuerza” y que la Iglesia “crece en el mundo por atracción y no por proselitismo” en palabras del Papa Francisco.
Monseñor Peña Parra ha pronunciado esta mañana la lección magistral de la apertura del Año Judicial del Tribunal Eclesiástico de Valencia, presidida por el cardenal Antonio Cañizares en Capitanía General, con la participación del Nuncio de Su Santidad en España, Bernardito Auza.
En la lección magistral, titulada “La administración de la justicia eclesiástica al servicio del anuncio del Evangelio. Una lectura a la luz del magisterio del papa Francisco”, monseñor Peña Parra ha defendido que “la verdadera evangelización nace en el diálogo, en el respeto al otro con su cultura y en la disposición a la escucha”.
Las tareas de los Dicasterios, “con espíritu de diálogo y en colaboración con las iglesias locales, nunca con superioridad o rivalidad”
Citando la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, monseñor Peña Parra señala que la principal novedad del texto se refiere a “la puesta en práctica de la impronta evangelizadora y misionera de la Curia”. Al respecto, “el Papa Francisco quiere, en efecto, que las tareas específicas de los Dicasterios se realicen en espíritu de diálogo, asumiendo sus competencias respectivas y complementarias, en una relación basada en la colaboración con las iglesias locales y con toda la Iglesia universal, en la confianza y nunca en la superioridad o la rivalidad.
“Cada fiel es, al mismo tiempo, ciudadano de un Estado concreto, y también miembro de la Iglesia”
En su intervención, el Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado del Vaticano ha indicado que “desde un punto de vista académico y humano, el ámbito jurídico es un lugar donde se pueden intercambiar posiciones doctrinales y contenidos de carácter técnico, y la riqueza cultural, incluida la dimensión religiosa. Cada fiel es, al mismo tiempo, ciudadano de un Estado concreto, y también miembro de la Iglesia”.
El Concilio Vaticano II, en la Constitución Pastoral Gaudium et Spes, sobre la Iglesia en el mundo actual, “estudió muy profundamente este ‘encuentro’, expresando con gran esperanza y entusiasmo, la convicción de que puede servir al bien común de la humanidad”, ha asegurado el ponente, quien ha añadido la siguiente cita del documento: “La comunidad política y la Iglesia son independientes y autónomas, cada una en su propio terreno. Ambas, sin embargo, aunque por diverso título, están al servicio de la vocación personal y social del hombre”.
En la misma línea, monseñor Peña ha precisado que “esta ‘sana colaboración’ no se limita sólo a la coordinación de las respectivas funciones en bien de una persona determinada. Abre horizontes siempre nuevos para un diálogo mucho más amplio, para el enriquecimiento mutuo de los sistemas jurídicos y para la oportunidad de evangelizar”.
El SAMIC “es un ejemplo evidente del Magisterio Pontificio del Papa sobre el encuentro de lo jurídico y lo pastoral”
En la lección magistral, monseñor Peña Parra ha aplaudido la labor del Servicio de Mediación Canónica y Acompañamiento Interjudicial (SAMIC), creado en la Archidiócesis de Valencia en 2017, “como un instrumento de diaconía, protección, cuidado y acompañamiento a parejas en situación de grave crisis y familias rotas”.
“Realmente creo que es un ejemplo evidente, sobre todo para la circunscripción de la Provincia Eclesiástica Valentina y para todos, de la implementación del Magisterio Pontificio del Papa Francisco sobre lo que hemos reflexionado esta mañana: el encuentro de lo jurídico y lo pastoral, de lo pastoral y lo jurídico”, ha subrayado.
En la conclusión de la lección magistral, monseñor Peña Parra ha agradecido al cardenal Antonio Cañizares la invitación a participar en este acto, “al que he venido con mucho gusto para poder compartir con ustedes esta intervención, como un signo de la presencia del Santo Padre, de la Secretaría de Estado a la que pertenezco y de toda la Curia Romana que, como dice la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium, debe estar al servicio de los Obispos, de la Iglesia concreta. Tenemos que dar signos concretos: los hechos quedan y las palabras se las lleva el viento”, ha remarcado el ponente.
Igualmente, ha agradecido la invitación y colaboración del Vicario Judicial del Arzobispado de Valencia, Jorge García Montagud, y de todos los profesionales que colaboran en el Tribunal Eclesiástico Metropolitano de Valencia.
Agradece al cardenal Cañizares “su labor realizada al servicio de la Iglesia”
Monseñor Peña Parra ha iniciado su lección magistral mostrando su “más profundo agradecimiento a la labor realizada al servicio de la Iglesia” por el cardenal Antonio Cañizares “en España y en Roma: gracias por todo lo que ha hecho y por lo que seguirá haciendo”, ha destacado.
En su intervención, ha recordado que “en la vida de la Iglesia, cada época está marcada por la fuerza de un Magisterio que ofrece a los fieles luces claras y orientaciones para transitar de manera coherente con el Evangelio, por las etapas concretas de la historia”.
Siendo el anuncio del Evangelio “la dirección central que el Santo Padre quiere que sea su legado para la Iglesia de hoy”, es necesario “armonizar tres conceptos recurrentes en su Magisterio: comunión, misión y sinodalidad, subrayando la importancia de la dimensión pastoral”, ha dicho. Al mismo tiempo ha recordado que ya en la exhortación apostólica Evangelii gaudium, el Santo Padre destaca que “la comunión de los cristianos en la Iglesia debe configurarse esencialmente como Comunión misionera”, Comunión en la que cada bautizado “es sujeto activo de la evangelización”.
La reflexión sobre el binomio trinitario, comunión-misión, nos lleva hasta el concepto de sinodalidad entendido como la unión de los dos anteriores conceptos “si el anuncio del Evangelio es la primera tarea de la Iglesia y la Comunión de los fieles es el modo de expresar su naturaleza esencial. La sinodalidad representa la modalidad a través de la cual la comunidad cristiana debe realizar el anuncio del Evangelio”, ha afirmado. De igual manera, el ponente ha incidido en que “la Comunión es lo que es la Iglesia, la misión dice lo que debe hacer y la sinodalidad cómo debe hacerlo”.
En cuanto a la dimensión pastoral del Derecho, monseñor Peña Parra ha hecho hincapié en el contexto del Derecho Canónico y en su aplicación en el ámbito eclesial. “Las dimensiones jurídica y pastoral están inseparablemente unidas en la Iglesia peregrina en la Tierra y deben ser observadas con respeto, tanto la una como la otra. La actividad jurídico-canónica es, por su propia naturaleza, pastoral y corresponde a la autoridad y al operador del Derecho hacer concreta y posible esta peculiaridad”, ha subrayado.
Por tanto, “la dimensión pastoral prevalece en la Iglesia, en cuanto exigencia de justicia y verdad del caso individual, haciendo compatible el derecho canónico con los principios de comunión y sinodalidad, y como instrumento de su misión en el mundo”, según ha defendido monseñor Peña.