04 Dic Mons. Lorca Planes: «El SAMIC está dando resultados positivos y extraordinarios» El director en Valencia acompañó al Obispo de Cartagena durante la inauguración del servicio de mediación en su diócesis
La Diócesis de Cartagena acaba de erigir una nueva sede del SAMIC, el Servicio de Acompañamiento y Mediación Canónica impulsado por la Archidiócesis de Valencia y que, poco a poco, va extendiéndose a lo largo y ancho de la geografía española. La inauguración se realizó en el Palacio Episcopal en dos momentos diferentes, presididos ambos por el obispo, Mons. José Manuel Lorca Planes, y en los que también participó el director del SAMIC Valencia, Jorge García Montagud.
Por la mañana, se convocó al Consejo episcopal de la diócesis y a todos los sacerdotes y religiosos para presentar este nuevo servicio diocesano que quiere convertirse en una ayuda a las familias en conflicto grave.
El Obispo de Cartagena explicó la necesidad que tiene la Iglesia de cuidar la salud de la familia. «Existe una clara intención de cambiar la antropología y deconstruir ciertos conceptos. En medio de esta «crisis antropológica», surge un tema fundamental: la familia. Ante un lenguaje que promueve un modelo de familia ajeno al cristiano, se nos llama a reflexionar como cristianos sobre qué hacer para la salud de la familia». Teniendo presente que la Iglesia «siempre ha sido un espacio de orientación para las familias», considera Lorca Planes que la experiencia acumulada por el SAMIC desde su creación «es una de esas experiencias que vale la pena apoyar, ya que está abriendo caminos para un servicio dinámico y eficaz en la orientación de las familias». A su juicio el servicio está dando resultados «positivos y extraordinarios» en cuanto a orientación familiar.
Los métodos del SAMIC son «caminos de esperanza» que con familias, matrimonios y cristianos voluntarios «trabajan con desprendimiento y entrega». «Estos voluntarios aceptan el reto de hacer el bien dentro de la Iglesia, compartiendo sus experiencias desde la fe, la fraternidad, el amor de Dios y al prójimo», señaló Mons. Lorca. El SAMIC nos invita a tener «una visión a largo plazo, a confiar y a incorporarnos a una aventura fantástica que puede ayudar a mucha gente». Además, puede crecer en número de voluntarios para convertirse en una gran red que atienda el «llamado urgente de preservar y favorecer el matrimonio y la familia».
Por su parte, Jorge García en su discurso inaugural se mostró lleno agradecimiento, en primer lugar «por todas las muestras de solidaridad, apoyo y afecto que han mostrado a mi querida Diócesis de Valencia, tremendamente azotada por la tragedia de la Dana. Son ustedes una Iglesia verdaderamente hermana nuestra: de corazón, muchísimas gracias».
Hoy el SAMIC «es un signo de esperanza, lo he visto ahora con más intensidad que en otras realidades o momentos». Es una esperanza «para todas aquellas familias en crisis que ven en la Iglesia un lugar que les posibilita seguir esperando». Explicó García Montagud que, gracias a este servicio, «en su Iglesia diocesana las familias divididas, heridas y rotas van a visibilizar un consuelo, una posibilidad firme de reconciliación».
El Director del SAMIC y Vicario Judicial de Valencia quiso referirse al discurso de inauguración de la última Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE), pronunciado por su presidente, Mons. Luis Arguello. Reflexionaba el Arzobispo de Valladolid sobre las crisis que afectan a los casados y observaba que «se les empuja más a la ruptura como única salida, sin ofrecer la alternativa de la mediación y la reconciliación». En este sentido, «el SAMIC fue uno de los pioneros en aplicar la mediación canónica en la Iglesia y la reconciliación es el principal objetivo de nuestros trabajos en beneficio de la familia que sufre», explicó Jorge García, que también comentó de manera pormenorizada las herramientas del servicio, su protocolo de actuación y los resultados que está dando en las diferentes sedes donde se encuentra ubicado.
El vicario episcopal de familia, Ángel Molina, primer director del SAMIC de Cartagena, relató cómo había sido el proceso de instauración del servicio en la diócesis, con la formación previa del equipo y su explicación por las vicarias territoriales. Animó Molina Navarro a los sacerdotes a difundir este servicio que, según sus palabras, “no viene a suprimir nada de lo ya existente en la diócesis, en cuanto ayuda de la familia, sino a sumar”. Una de las principales ventajas es que este nuevo método de ayuda para las familias cuenta con una gran red de profesionales extendidos por toda España y otros países.
Por la tarde, el nuevo Servicio de Acompañamiento y Mediación Canónica de Cartagena fue presentado ante todos los organismos diocesanos que trabajan en beneficio de la familia. En ese momento se dieron a conocer todos los profesionales que van a involucrarse en el mismo: director, secretaria, mediadores, abogados, sacerdotes, psicólogos y matrimonios que acompañan. En sus intervenciones, todos coincidieron en la necesidad de este servicio en su diócesis y en la ilusión que genera su puesta en funcionamiento.