
16 Abr Mons. Benavent: “Contemplar la riqueza de vida cristiana de la diócesis me lleva a vivir mi ministerio en profunda gratitud al Señor” El Arzobispo preside la Misa Crismal en la Catedral en el contexto del Jubileo del Clero
El Arzobispo de Valencia, mons. Enrique Benavent, ha presidido este Miércoles Santo en la Catedral de Valencia la Misa Crismal, celebrada este año en el contexto del Jubileo del Clero con motivo del Jubileo convocado por el Papa Francisco. “Cuando cada año en esta celebración contemplo la riqueza de vida cristiana que hay en nuestra diócesis, lo vivo como un momento de gracia que me lleva a vivir mi ministerio episcopal en profunda gratitud al Señor. Quiero por ello agradeceros el esfuerzo que supone para vosotros el trabajo de cada día y vuestra entrega generosa a la misión. La Iglesia crece cuando los cristianos vivimos la propia misión como entrega de la propia vida”, ha destacado Mons. Benavent en su homilía.
“Esta celebración me hace pensar que mi ministerio al servicio de la diócesis sería estéril sin lo que cada uno de vosotros aportáis a la Iglesia. Los obispos auxiliares, haciendo presente el ministerio episcopal en todos los pueblos y ciudades de la diócesis, allí donde no puedo llegar. Los sacerdotes, anunciando el Evangelio, celebrando los sacramentos y sirviendo a las comunidades cristianas en comunión de fe y caridad con toda la Iglesia. Los diáconos, con vuestro servicio y entrega. Los consagrados y consagradas, aportando la riqueza de vuestros carismas. Los laicos, haciendo presente el Reino de Dios en medio del mundo”, ha añadido.
El Arzobispo de Valencia también ha destacado la importancia de la comunión entre todos: “el auténtico sentido de la comunión eclesial, que va más allá de una unidad externa e impuesta como una ley, debe ser expresión de la comunión en la caridad que el Espíritu Santo infunde en nuestros corazones. Si tuviéramos siempre presente que todos servimos al mismo Señor, que todos trabajamos para que los hombres y mujeres de nuestro mundo lo conozcan y lo amen, y que todos somos y nos sentimos miembros de la gran familia de Dios que es la Iglesia, las diferencias de perspectivas y de matices que pueda haber entre nosotros nunca serían ocasión de divisiones, sino algo que nos enriquecería a todos, porque ninguno de nosotros puede presumir de poseer toda la verdad o de tener la solución mágica a los retos que tenemos hoy para seguir anunciando el Evangelio”.
Mons. Benavent también ha desgranado algunas de las tentaciones que pueden tener los sacerdotes en su ministerio: “La del sacerdot que costuma tant a viure en les seues febleses que acaba convertint-les en una cosa normal en la seua vida; la d’aquell que compleix el ministeri, ho fa bé, tracta amb respecte i correcció a les persones, però en el fons ens pot faltar una mica d’esperança i per últim la del que viu una il·lusió falsa”.
“Si alguna de estas tentaciones llega a entrar en nuestro corazón, la consecuencia es que podemos vivir un ministerio sin esperanza. La celebración de este Año Jubilar es una llamada a todos y cada uno de nosotros para que en el ejercicio de nuestro ministerio seamos imagen de Cristo, que es el fundamento y la meta de nuestra esperanza. Vivir el ministerio con esperanza es vivirlo con la sencillez de quien sabe que su vida no consiste en otra cosa que en seguir y servir al Señor. Sin sentirnos protagonistas de la vida de la Iglesia, sin pensar que somos los salvadores del mundo, sin creernos mejores que los demás por la misión que tenemos en la Iglesia, sino viviendo nuestra entrega con naturalidad. La grandeza de nuestra vocación no está en los honores humanos, sino en el servicio humilde y generoso y desinteresado al Evangelio. Vivir la vocación con esperanza es tener la paciencia del sembrador que brota de la confianza en Dios”, ha afirmado.
Bendición de los óleos
En la Misa Crismal el clero ha renovado las promesas de su ordenación sacerdotal ante el Arzobispo, quien ha bendecido los óleos y el crisma que serán utilizados en la celebración del Bautismo, Confirmación, Ordenación Sacerdotal y Episcopal, Dedicación de las Iglesias y Unción de Enfermos. “Estos olis han de ser un signe de la unitat fonamental de la nostra missió. No treballem per edificar cadascú de nosaltres les nostres comunitats, sinó la única Església del Senyor. La gràcia de Crist arriba al cor de les persones en els sacraments. Nosaltres som dispensadors dels sacraments. No som la gràcia, sinó els seus instruments. No som els salvadors, sinó els instruments perquè la salvació arribe a tots”, ha indicado mons. Benavent.
Previamente a la misa, ha tenido lugar la celebración penitencial y la procesión desde la plaza de la Almoina hasta la Seo.
En la misa han concelabrado junto al Arzobispo los obispos auxiliares de Valencia, Mons. Arturo García y Mons. Fernando Ramón, así como el obispo emérito de Huelva, Mons. José Vilaplana y Mons. Santiago de Wit, nuncio apostólico en Trinidad y Tobago, Antigua y Barbuda, Belice, Granada, República Cooperativa de Guyana, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas y Surinam.