18 Ene «Matrimonios que acompañan», la gran novedad del SAMIC para ofrecer una atención integral a las familias en crisis Los matrimonios formados en la metodología del servicio intervendrán cuando se considere necesario
El Servicio de Acompañamiento y Mediación Canónica (SAMIC) de la Archidiócesis de Valencia da este año un paso novedoso a la hora de mejorar el proceso de intervención que ofrece a sus usuarios. A partir del 2024, todas las familias en crisis o personas que se dirijan al SAMIC para solicitar su ayuda, además de la implicación y del trabajo de los profesionales y especialistas, dispondrán del acompañamiento de un matrimonio formado en la metodología del servicio, que intervendrá cuando la dirección lo considere oportuno.
La figura del matrimonio que acompaña supone “un paso pionero” según el director del SAMIC, Jorge García, una iniciativa que concreta la propuesta planteada en el número 89 del documento ‘Itinerarios Catecumenales para la vida matrimonial’ del Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida. “Las cosas han evolucionado desde que se inició el SAMIC. Si en un principio la preocupación era formar a los profesionales que se iban a encargar de atender a las familias con dificultades, además se nos plantea el reto de incorporar a esos matrimonios a la tarea que realizan los especialistas”.
Esta nueva apuesta entronca con el sentido de misión de un SAMIC que, erigido por el Arzobispo de Valencia, desarrolla un servicio profesional de intervención en parejas y familias en crisis. Un servicio que, para ofrecerlo de una manera integral, necesita no solo del trabajo de los especialistas, sino también de matrimonios que estén dispuestos a acompañar en los diferentes estadios de la intervención.
La última edición del «Curso de Experto en Acompañamiento y Mediación» que ha desarrollado el SAMIC ha puesto especial atención en atraer y formar a matrimonios que puedan desarrollar esta tarea. Concluida la formación, los responsables del servicio diocesano organizaron una reunión en la que los matrimonios que empezarán a colaborar próximamente conocieron mejor el SAMIC y a sus especialistas, y fueron partícipes de los retos que van a afrontar, “porque van a tener que trabajar codo con codo con los profesionales para poder atender a las familias con dificultades” explica Jorge García.
El SAMIC “no sólo está creando una escuela o una forma de entender las crisis de familia para poder resolverlas, sino que también está produciendo unos frutos muy importantes”. Son palabras de Inmaculada Torres, especialista en derecho de familia y mediadora familiar. Destacó durante la reunión los diferentes ámbitos en los que trabaja el servicio: psicológico, psiquiátrico, jurídico y espiritual. Unos ámbitos que se completan ahora con la incorporación de otra figura a tener muy en cuenta: los matrimonios acompañantes. “Representa una gran novedad, muy necesaria en cualquier servicio de atención a las familias, en especial en un servicio tan pionero como es el SAMIC”.
A juicio de Torres, estos matrimonios “no sólo son un apoyo inmediato y diario” a las personas o familias que necesitan ser atendidas “sino que también sirven como nexo entre los diferentes acompañamientos o intervenciones”. Se trata de un “elemento diferencial y esencial” respecto a muchos otros servicios que tratan de ayudar a las familias. Su presencia posibilita acercarse mucho al problema y ayudar de una manera integral y completa.
Sobre la importancia de los matrimonios también habló Teresa Bobes, experta en psicología clínica, directora del Área de Psicología del SAMIC. Los matrimonios que acompañan “se convierten en un referente para los que se encuentran en crisis”. “Son un alivio y una esperanza” para esas familias que desean superar sus problemas. Sin duda, estos matrimonios son como “luz en las sombras” de la sociedad actual. “Es fundamental contar con matrimonios, porque ya no es sólo lo que te dice el psicólogo, el abogado o el sacerdote: me acompaña alguien como yo”.
Caty y Paco, el primer matrimonio que acompaña
Durante la reunión se pudo conocer la experiencia del primer matrimonio que se formó en la metodología SAMIC y que inició hace algunos meses su servicio, en un camino al que ahora se van a incorporar otras parejas.
“El matrimonio acompañante actúa como engranaje de todos los profesionales”, explicó Caty. En los casos que han acompañado han visto “una falta de comunicación muy importante. Es una de las causas fundamentales de los problemas”.
Paco, por su parte, reconoció sentir al principio “un poco de miedo, pero vimos que era muy necesaria esa figura”. Ese fue el motivo por el que empezaron a colaborar con el Servicio de Mediación y Acompañamiento. “En la sociedad actual hace falta mucha formación, mucho apoyo y mucho acompañamiento, por eso la tarea de los matrimonios que acompañan es tan importante”, señaló.
“Cuando te planteas la pregunta de ¿cómo voy a poder ayudar?”, explicó Caty, la solución es tan fácil como “estar y escuchar”. “La gente que tiene un problema te abre tanto su corazón como su vida”, comentó. Nos dicen: “Gracias por estar ahí y no nos dejéis”. Sin duda “es lo que te anima a seguir adelante, pese a las dificultades y a los altibajos. Y por ello es muy importante animar a más matrimonios para que se impliquen en esta tarea”.
También hay que destacar que los matrimonios no están solos en esta labor porque “siempre va a haber detrás alguien que le apoye y le oriente desde el SAMIC”.
Recordó Jorge García que la tarea de los matrimonios que acompañan “es una misión en nombre de la Iglesia”. Para llevar a cabo esta misión, actualmente se están preparando 17 matrimonios de ocho diócesis españolas.