Marta Solsona, presidenta de Juniors M.D: “Es una suerte contar con jóvenes comprometidos con la Iglesia y la sociedad” Explica cómo vivieron desde el movimiento los acontecimientos a causa de la DANA, que afectaron directamente a ocho de sus centros

Marta Solsona, presidenta de Juniors M.D: “Es una suerte contar con jóvenes comprometidos con la Iglesia y la sociedad” Explica cómo vivieron desde el movimiento los acontecimientos a causa de la DANA, que afectaron directamente a ocho de sus centros

El relevo directivo del movimiento diocesano Juniors y la entrevista a su nueva presidenta, vienen marcados por los acontecimientos que paralizaron la vida de la diócesis el pasado 29 de octubre. La conversación prevista sobre retos y proyectos de esta nueva etapa, se vio reemplazada por la noticia del paso a la acción de cientos de jóvenes del movimiento, que se movilizaron para ayudar, poniendo de manifiesto el estilo de vida Juniors, a semejanza de Jesús, y con el que, como ellos siempre dicen, cambiaremos el mundo”.

Marta Solsona, presidenta de Juniors MD, nos cuenta cómo vivieron desde el movimiento los acontecimientos sucedidos a causa de la DANA, que afectaron directamente a ocho de sus centros

En un primer momento lo vivimos con bastante incertidumbre porque no llegábamos a saber la envergadura y la magnitud de todo lo que estaba ocurriendo y cómo esto podía afectar a los centros juniors. Inmediatamente intentamos ponernos en contacto con todos los centros que podrían estar afectados en los pueblos que íbamos conociendo a través de las noticias. Fueron cuatro días de mucha tensión, de mucho sufrimiento, intentando contactar con esos centros que estaban sufriendo y que en muchas ocasiones también estaban incomunicados. Lo primero fue establecer contacto para ver cual era la situación a nivel personal y  familiar, y conocer también el estado de las parroquias y las comunidades parroquiales. 

A partir de ahí pusimos todo nuestro esfuerzo en que sintieran que Juniors estaba a su lado, que no estaban solos.

Varios miembros de la Comisión Ejecutiva, que por suerte no tuvimos que preocuparnos por casos familiares, nos pudimos centrar en conocer el estado de los centros y en volcarnos en lo urgente. Se plantearon varias acciones de voluntariado para ir a limpiar, recoger alimentos y  llevarlos a las casas que hiciera falta. Con el objetivo de cubrir la necesidad de que todo el mundo pudiera tener una casa sin barro, que tuviera comida, bebida y que pudieran ducharse, básicamente. 

Por otro lado, desde el Pleno Diocesano de Juniors se plantearon diferentes acciones, entre ellas ofrecer una ayuda económica para los ocho centros afectados. Se trata de un esfuerzo, ya que supone la cantidad más elevada que se ha dado desde del movimiento, pero que se hace con gusto, ya que para eso estamos en Juniors, para poder echar una mano a los que más lo necesiten.

También se han puesto en contacto con nosotros diferentes instituciones para ofrecernos ayuda, como Didania, una federación de entidades cristianas de tiempo libre en la que participa Juniors, que se han ofrecido para donar material de campamento, como mochilas, sacos, esterillas y demás utensilios para facilitar que los niños puedan volver a disfrutar de las excursiones.

‘Un Día Juniors diferente’ unió al Centro Sant Jordi de Paiporta y Stos. Juanes de Meliana para ayudar en las labores de limpieza de la DANA

Se ha demostrado la unión entre los centros Juniors

Desde Juniors siempre ha habido una acogida muy buena a las iniciativas de voluntariado y agradecemos a todos los centros tanto la participación que han tenido, como las iniciativas que han ido surgiendo, porque más allá de las propuestas a nivel general por el movimiento, desde cada centro han surgido ideas y acciones solidarias muy bonitas.

Cuando ocurren estas catástrofes, junto a la tristeza del sufrimiento de tanta gente, vemos también la unión de los cristianos que se vuelcan por ayudar. En nuestro caso, ha servido para unir a centros que en principio sólo tenían en común pertenecer al movimiento, ya que corresponden a vicarías diferentes y a penas coinciden, y han recibido el abrazo de muchísimos centros de zonas no afectadas que se han acercado a tenderles una mano.

Cuando hablamos de que Juniors queremos cambiar el mundo, no es una utopía, es una realidad que realmente nos creemos y que se materializa en este tipo de situaciones, donde la urgencia y el voluntariado son necesarios, convirtiendo en acción ese deseo.

Tras varios años en la directiva y una larga experiencia personal en el movimiento juniors, Marta asume el cargo de presidenta, elegida por mayoría. Nueva etapa y nuevos retos que además vienen marcados por ser la primera vez, en los 42 años de historia del movimiento, que asume el cargo una mujer.

Recibo el cargo con muchísima ilusión y con gran responsabilidad. También con un poco de nervios, pero con cierta tranquilidad, porque llevo años trabajando a nivel diocesano por el movimiento Juniors y hay cosas que ya conozco. Pero no deja de ser una gran responsabilidad y como tal, hay que asumirla con ilusión. 

He vivido Juniors desde que tengo uso de razón, primero acompañando a mi hermano mayor en los días de familia, en los campamentos y luego como miembro de mi centro de María Medianera. He vivido el movimiento  muy intensamente en las diferentes etapas de mi vida, tanto como niña, luego como adolescente y luego como educadora, hasta que surgió la oportunidad de poder participar y contribuir a nivel diocesano.

Además, el hecho de ser la primera mujer le suma un plus de responsabilidad al cargo . Un reto que tengo muy presente porque me gustaría que al final no solo fuera una responsabilidad mía, sino que se pudiera trasladar a las niñas, en este caso de Juniors, para que pudieran tener una referencia de que las mujeres estamos, y podemos estar, en cargos directivos. Creo que es importante y lo asumo como un gran reto.

(Foto: A. Sáiz/ Delegación Medios Comunicación Arzobispado Valencia)

Lideras una nueva Comisión Ejecutiva con la que arranca también un nuevo proyecto denominado “Jaire”, para los próximos tres años

“Jaire”, que significa en griego alégrate, es el saludo que hace el ángel Gabriel a la Virgen María en el Anuncio. Escogimos esta lectura de la Anunciación de María porque creemos que refleja muy bien lo que queremos transmitir en el proyecto, esa alegría cristiana que no se identifica por estar siempre contentos, sino que va mucho más allá.  A pesar de que a veces surgen problemas, o estamos cansados, por ejemplo en los campamentos, en las actividades, a veces nos enfadamos o no estamos de acuerdo, a pesar de todas esas cosas, siempre tenemos un recuerdo alegre de las cosas que vivimos en Juniors.

 

Y eso es así  porque es una alegría cristiana, que viene de encontrarnos con el Señor en cada actividad. Eso es lo que queremos, redescubrir cada día esa alegría cristiana que tenemos y que al final eso nos sirva y nos motive para que otras personas puedan vivir esas experiencias transformadoras.

Que después de 42 años de historia, Juniors continúe siendo uno de los movimientos más numerosos y en constante crecimiento de nuestra diócesis, se debe en parte a la capacidad que tiene de ir adaptando el mensaje al lenguaje y las necesidades los niños y jóvenes, en cada momento de la sociedad

Juniors no puede mantenerse aislado de la sociedad, porque al final todos los jóvenes, todos los niños, niñas y adolescentes que formamos Juniors, formamos parte de esa sociedad. Por eso el movimiento tiene que ir creciendo y adaptándose a las nuevas realidades que van surgiendo en la juventud y en la infancia. Ponemos a disposición de los educadores muchas herramientas de formación, también nos asesoramos con profesionales que nos puedan guiar un poco en aquellos aspectos que a nosotros se nos escapan de nuestros conocimientos. En la actualidad se dice mucho que a la juventud nos cuesta cada vez más asumir responsabilidades o dedicarnos a un voluntariado de manera altruista, pero la realidad en Juniors no es esa.

Al final vemos como siempre hay jóvenes y adolescentes que apuestan por Juniors y que quieren continuar. Es cierto que de niño muchas veces van porque la familia les acompaña, pero cuando eres adolescente ya tienes un poder de decisión y a día de hoy sigue habiendo mucha gente que sigue apostando por Juniors, porque al final no es una catequesis al uso, sino que parte de la experiencia y parte de lo que vivimos para poder transmitir el mensaje de Jesús. Ahí está la clave, vivirlo en nuestra propia experiencia y poder transmitirlo.

Además, los jóvenes nos encontramos en un mundo que a veces carece de habilidades para trabajar en equipo, de empatía o de estar al lado de aquellos que nos necesitan. Los que hemos vivido Juniors buscamos, como cristianos, transmitir con nuestro propio testimonio el estilo de vida que Jesús.

Los cerca de 140 centros de la Archidiócesis de Valencia, suponen muchos niños, niñas, adolescentes y jóvenes implicados en aprender y vivir al estilo de Juniors, un movimiento que tenemos la suerte de contar con una historia y un bagaje muy bueno en el que nos podemos sustentar para poder seguir creciendo.