11 Nov Manos Unidas Valencia celebra su Asamblea Diocesana anual y presenta la campaña 2023 Llevará por lema "Frenar la desigualdad está en tus manos"
• La ONG denuncia el crecimiento de la desigualdad entre ricos y pobres.
• La presidenta nacional, Cecilia Pilar Gracia, recién elegida, asistió a la Asamblea de Valencia, la primera de su mandado al frente de la ONG.
• Los resultados económicos de 2021 reflejan un incremento del 11% respecto al año
anterior.
“La brecha de la desigualdad sigue creciendo, y mientras aumenta la riqueza de una minoría afortunada, aumenta la pobreza de una mayoría que no puede aspirar a una vida diga”, esta es una de las denuncias que se escucharon en la Asamblea Diocesana de Manos Unidas Valencia. La cifra de la vergüenza es que 828 millones de personas pasan hambre, una “inequidad que clama al cielo”, acentuó Ana Ruiz, delegada de Valencia.
Asistió a la Asamblea la nueva presidenta nacional, Cecilia Pilar Gracia; el consiliario de Manos Unidas Valencia, el padre José Domenech; el tesorero, Eladio Seco de Herrera, y como invitado, Agustín Domingo Moratalla, quien pronunció la conferencia, “Las agendas del desarrollo ante la brecha digital”.
Cecilia Pilar Gracia (Firma foto: «A. Saiz/AVAN»)
La presidenta nacional, Cecilia Pilar Gracia, voluntaria desde 2010 expresó su agradecimiento a los voluntarios de Manos Unidas Valencia: “no piden nada, y hacen un gran trabajo para que lleguemos a la cifra de unos 500 proyectos al año”. “Estoy muy orgullosa de la delegación valenciana, porque tenéis una gran capilaridad con tantas delegaciones comarcales y con la Cena del Hambre más famosa de Manos Unidas. Gracias en nombre de los millones de personas a los que ayudáis”, ha concluido la delegada nacional.
La presidenta ha informado de uno de los principales focos de atención que tendrá en su recién estrenado mandato, que es atraer a los jóvenes a la organización, como socios y voluntarios “cuando los jóvenes nos conocen, se quedan con nosotros”, ha precisado.
El consiliario José Domenech nos ha invitado a reflexionar sobre nuestro lema de campaña actual “Nuestra indiferencia los condena al olvido”: “el mayor daño del olvido nos afecta a nosotros mismos, porque nos condena más que a ellos; es decir, que la indiferencia a los necesitados nos condena”.
(De izda a derecha): Cecilia Pilar Gracia, presidenta nacional; Ana Ruiz Ruiz, delegada de Valencia y José Domenech, consiliario de Manos Unidas Valencia (Firma foto: «A. Saiz/AVAN»)
Ha mostrado también su reconocimiento a los más de 100 voluntarios que han acudido a la Asamblea “ninguna ayuda es insignificante ni pasa desapercibida a los ojos de Dios, tal y como podemos leer en el ejemplo de la Biblia sobre el modesto óbolo de la viuda”. Domenech ha hecho hincapié en el peligro de caer en la tibieza “ni el mal ni el bien pueden dejarnos indiferentes” ha señalado.
Durante la homilía que ha pronunciado en la misa que precede a la Asamblea nos ha recordado el padre Domenech que “convertirnos significa complicarnos la vida, salir de nuestra seguridad, y eso es lo que hacemos en Manos Unidas”.
Ayuda para personas de toda condición
Manos Unidas, recordó Ana Ruiz, se centra en la vida de los más vulnerables para que tengan las mismas oportunidades y recalcó que para nuestra organización “nadie queda descartado por su origen étnico, su raza, su género, su discapacidad o cualquier otro motivo”. Los miles de voluntarios que sacan adelante el trabajo de Manos Unidas dan lo mejor de sí mismos por amor al prójimo, sea quien sea, y sea como sea, esa es la grandeza de todos los que solidariamente dan su tiempo y sus donativos a Manos Unidas.
“Frenar la desigualdad esta en tus manos” es el lema que acompañará a Manos Unidas en la próxima campaña, que arranca en febrero. “Quiere convencernos de que la solución está en cada uno de nosotros y que la doctrina social de la iglesia y el Evangelio deben estar presentes en nuestra vida y en nuestros actos”, ha señalado Ana Ruiz. La próxima campaña se centrará en algunas de las brechas de la desigualdad: trabajo precario y mal pagado, falta de acceso a la sanidad y a la educación y feminización de la pobreza, ya que ellas son las más pobres y las peor alimentadas.
Se habló de los derechos humanos para lo que “hay activismo a nivel social y ecológico, pero muchas veces nos olvidamos de la dimensión espiritual, a veces nos quedamos en meros asistentes sociales sin que el espíritu cristiano se vea reflejado en nuestros actos” ha animado a reflexionar Ana Ruiz, que ha instado a los voluntarios a que “desde nuestro trabajo demos testimonio con valentía y sin complejos, poniendo en el centro a la persona y a la vida de los más vulnerables para que todos tengamos las mismas oportunidades y nadie quede descartado”.
“No se puede tolerar que se tire la comida cuando hay gente que pasa hambre”, la alimentación se debe considerar un derecho y no estar al albedrío de fluctuaciones económicas”, según Ana Ruiz Ruiz.
Así ha funcionado Manos Unidas Valencia en 2021
Respecto a los temas internos, cabe mencionar que se han sumado dos nuevas comarcales que se unen a las que trabajan habitualmente en la organización de mercadillos, cenas del hambre, meriendas solidarias, carreras solidarias conciertos, sorteos, rifas, galas, belenes artesanos… en definitiva un gran trabajo desde los pueblos de nuestra diócesis de Valencia. Las parroquias también colaboran en los resultados de Manos Unidas, tal y como se explica en el informe económico.
Se ha destacado la recuperación de las actividades de sensibilización tras la pandemia, entre ellas, los talleres de Robótica y el Festival de Clipmetrajes, y se agradecieron los premios recibidos: el entregado por TV8 Mediterráneo por la lucha contra el hambre, y el premio como “Vicentino de honor del Altar Playa”. Cabe destacar también de 2022 la especial atención prestada por el Levante UD y el Valencia Basket Club para dar visibilidad entre sus seguidores a la entidad solidaria emitiendo el spot de Manos Unidas en algunos de sus partidos.
Mirar para otro lado
Agustín Domingo Moratalla, junto a la delegada Ana Ruiz (Firma foto: «A. Saiz/AVAN»)
La indiferencia o el mirar para otro lado ante las desigualdades es el tema en el que nos ha instado a reflexionar Agustín Domingo Moratalla, catedrático de Filosofía Moral y Política de la Universidad de Valencia. Su conferencia “Las agendas de desarrollo ante la brecha digital” ha situado la Agenda 2030 en la campaña de Manos Unidas 2022 “Nuestra indiferencia los condena al olvido”.
“En la sociedad globalizada existe un estilo elegante de mirar para otro lado que se practica recurrentemente: bajo el ropaje de lo políticamente correcto o las modas ideológicas, se mira al que sufre sin tocarlo, se lo televisa en directo, incluso se adopta un discurso en apariencia tolerante y repleto de eufemismos”, ha señalado.
“Es verdaderamente escandaloso que a pesar de la evolución de la tecnología y de lo que se mueve el dinero, haya aumentado el número de personas en situación de pobreza”, ha denunciado Domingo Moratalla.
El profesor de Filosofía Moral y Ética ha hecho suyas las palabras del Papá Francisco sobre las dudas en la aplicación de la Agenda 2030 “es un importante signo de esperanza, pero se corre el peligro de caer en un nominalismo declaracionista; esto es, apaciguar las conciencias con declaraciones solemnes y agradables en lugar de hacer efectiva la lucha”.
El tan hablado desarrollo sostenible debe caminar paralelo al desarrollo humano integral, según ha indicado el profesor Moratalla quien encuentra la ética cristiana identificada con fuerza en este argumento que atañe a tantos seguidores y simpatizantes de la Agenda 2030.
Los proyectos de Manos Unidas que promueven el desarrollo en los países empobrecidos son un trabajo realista del pacto social que defiende la Agenda 2030, y que está levantado por los voluntarios que se entregan con una “chispa de locura” a trabajar por personas que ni siquiera conocen. Esa es la grandeza añadida de quienes dan su tiempo y sus donativos para personas a las que ni siquiera pueden ver.
Resultados económicos
El tesorero Eladio Seco de Herrera ha informado de los resultados económicos de 2021, año en el que se alcanzó la cifra de 2.106.245 €, después de varios ejercicios en que se quedó por debajo de los dos millones. Socios y donantes fue la partida más grande con un total de 960.997€ y fue también la que más se incrementó respecto a 2020. A continuación se encuentran los ingresos procedentes de parroquias y entidades religiosas que supusieron 468.562 €. No obstante, la que más creció fue herencias y legados, si bien esta partida es muy imprevisible en cada ejercicio.
Respecto a 2022, hasta el mes de septiembre, las cifras han superado el mismo periodo del año anterior por lo que cabe ser optimistas en los resultados que se obtendrán a final de año. Una de las partidas que más empujan hacia arriba las cifras es Actividades (mercadillos, cenas del hambre, rifas…), un 50% más, debido a la reactivación de los pueblos tras la pandemia. También herencias y legados se ha incrementado hasta el momento en un 60%.
