22 Mar Manos Unidas pone de manifiesto que el 26% de la población mundial no dispone de acceso al agua potable La entidad impulsa 130 proyectos de acceso al agua y saneamiento en los países del Sur, en los últimos cinco años
- El agua, un derecho humano, factor de desestabilización y desarrollo, ha provocado más de 1.000 conflictos en los últimos 20 años
- Manos Unidas ha impulsado 130 proyectos de acceso al agua y saneamiento en los países del Sur, en los últimos cinco años.
- La crisis de suministro, el uso indebido y despilfarro del agua, su contaminación, y que llegue a convertirse en un activo más del mercado, la actual problemática del agua.
En nuestro planeta, 2.000 millones de personas (3 de cada 10 personas) -el 26% de la población- no disponen de agua potable y 3.600 millones -el 46%- carecen de acceso a un saneamiento gestionado de forma segura, según informes de la UNESCO de 2023. Asimismo, se espera que esta escasez empeore en los próximos años, a medida que se agrave el calentamiento del planeta y la crisis del clima, según afirman desde Manos Unidas.
El Día Mundial del Agua tiene como objetivo concienciar sobre, la cada vez más descontrolada crisis mundial del agua, que afecta a millones de seres humanos. Es una fecha para hablar y mostrar el compromiso solidario con esa parte de la humanidad que padece la falta de suministro del agua potable. Y es, definitivamente, un día para pedir que los Estados y Gobiernos que garanticen —sobre todo para las comunidades descartadas del Sur— el disfrute del derecho fundamental al agua y saneamiento.
Son millones los seres humanos que, por su pobreza, no pueden costearse sistemas de captación del agua presente en su entorno: agua de un manantial, un río, o una laguna; aguas subterráneas o aguas de lluvia.
Precisamente es el ser humano el principal causante de la contaminación del agua. Más del 80 % de las aguas residuales resultantes de la actividad humana se vierten en los ríos o en el mar sin ningún tipo de tratamiento de agua, lo que provoca su contaminación.
Desde Manos Unidas apoyamos a las poblaciones para que tengan acceso al agua para consumo humano con diversas técnicas, y colaboramos en la gestión de sus recursos híbridos, así como en la protección de los ecosistemas relacionados con su consumo.
A través de los más de 130 proyectos ONG, que se han llevado a cabo en los últimos 5 años, Manos Unidas promueve la higiene y el saneamiento básico y, sobre todo, la formación para la gestión de las infraestructuras de agua y para el uso eficiente de este escaso bien.
La crisis de suministro pone en serio riesgo la vida de las poblaciones del Sur, su salud, su seguridad alimentaria y su capacidad de desarrollo socioeconómico. La ONG de la Iglesia católica tiene claro que el acceso al agua potable es esencial para el desarrollo de las poblaciones más desfavorecidas, que por su pobreza no pueden costearse sistemas de captación de agua.
La crisis del agua, un bien escaso para la humanidad, no deja de ser una consecuencia de su uso indebido y despilfarro por distintos factores como la sobreexplotación por su uso en la agricultura (72%) o en las industrias (16%) según la FAO, 2023. También la contaminación, especialmente la provocada por la industria y la presencia de plásticos en mares, lagos y ríos; y el vertiginoso avance de la sequía y la desertificación como consecuencia del calentamiento global.
Crisis de gobernanza del agua, un recurso estratégico
La crisis de gobernanza del agua tiene que ver con el peligro que supone para la humanidad que el agua llegue a convertirse en un activo más del mercado, como ya ha sucedido con otras materias primas, imprescindibles para la alimentación y supervivencia de la humanidad.
En los últimos 20 años, se han registrado más de 1.000 conflictos por el agua, según los datos del Pacific Institute, organización sin ánimo de lucro que analiza la situación mundial del agua.
Manos Unidas apoya, junto a sus socios locales, multitud de proyectos de desarrollo en temas de agua en los países del Sur, de los que han podido beneficiarse más de medio millón de personas. Por ejemplo, en Guatemala.
Guatemala, acercando el agua
En el lado occidental de Guatemala, nos encontramos con el municipio indígena maya-mam de San Ildefonso Ixtahuacán. Su topografía, montañosa y accidentada, hace que las casas estén muy retiradas entre sí, con distancias de hasta 4 horas a pie y en pendiente.
Únicamente el 30% de las familias tienen acceso directo al agua, recayendo en mujeres y niños el trabajo de acarrearla desde el punto de acceso más cercano.
El problema del agua ha empeorado con los efectos del cambio climático, llegando a provocar conflictos y tensiones en la región. Como problema añadido, una parte importante del agua disponible está contaminada.
Ante esta situación, la Asociación de Formación para el Desarrollo Integral (AFOPADI), socio local en la región, solicitó el apoyo de Manos Unidas para la construcción participativa de una política municipal de agua.
Los primeros pasos de concienciación fueron muy positivos y el proyecto ahora se centra en mejorar el acceso al agua por parte de la población, así como en la implementación tecnologías de almacenaje de agua.
También se quiere fortalecer la organización comunitaria, así como potenciar el rol de la mujer en la gestión municipal. Cuando esté finalizado, el proyecto habrá beneficiado a más de 4.000 personas, elevándose a 50.000 beneficiarios de forma indirecta.