25 Feb Llutxent celebra una jornada eucarística por el aniversario del “Misterio de los Corporales” Con misa solemne y procesión, presidida por el Arzobispo
La localidad valenciana de Llutxent celebró este viernes, 24 de febrero, una jornada eucarística por el 784 aniversario del “Misterio de los Corporales”, cuya fiesta recuerda la aparición en esta población, el 24 de febrero de 1239, de varias formas consagradas ensangrentadas, tras un ataque musulmán a las tropas del rey Jaime I mientras participaban en una misa.
El arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, presidió una misa solemne en la Basílica del Corpus Christi, tras la que tuvo lugar la exposición del Santísimo y turnos de Adoración.
Por la tarde se celebró una solemne procesión eucarística, desde la Basílica del Corpus Christi hasta el templo parroquial. La Santa Hijuela también salió en procesión proveniente de Carboneras de Guadazaón.
Este milagro eucarístico fue uno de los que impulsó al Papa Urbano IV a instituir, en 1264, la fiesta de Corpus Christi en la Iglesia Universal, mediante la Bula “Transiturus de hoc mundo”, afirma el párroco, Agustín Sancho Izquierdo.
Llutxent es una de las seis localidades de la diócesis de Valencia en las que tuvieron lugar distintos milagros eucarísticos.
Un ataque enemigo suspendió la misa y el capellán ocultó las formas
La fiesta del “Misterio de los Corporales”, recuerda la aparición en Llutxent, el 24 de febrero de 1239, de varias formas consagradas ensangrentadas, tras un ataque musulmán a las tropas del rey Jaime I cuando el capellán de las tropas, Mateo Martínez, natural de Daroca, celebraba la misa y había consagrado ya varias formas destinadas a la comunión.
El ataque obligó a suspender la misa y el capellán ocultó las formas, que ya estaban consagradas, en un pedregal del monte, envueltas en los corporales. Rechazado el ataque del que salieron los cristianos victoriosos, pidieron al sacerdote que les diera la comunión en acción de gracias.
El capellán fue al lugar donde las había escondido y se encontró las seis hostias empapadas en sangre y pegadas a los corporales. Los comandantes tomaron este hecho como una señal divina e hicieron que el sacerdote levantara el corporal, manchado de sangre, como un estandarte. Hoy se veneran en la localidad zaragozana de Daroca, de donde era natural el capellán.
El Monasterio de Llutxent está enclavado en el Monte Santo, denominado así por el Milagro de los Corporales, y fue construido en 1422. Fue propiedad de los dominicos, con la desamortización de Mendizábal pasó a manos privadas y actualmente es propiedad de la Diputación de Valencia.