22 Mar La Vicaría de Cultura y la Cátedra de la Caridad de la UCV se unen a la celebración del Día Mundial del Agua José Luis Sánchez García: “El acceso al agua, clave para una convivencia pacífica y un desarrollo armónico”
La Vicaría de Cultura y la Cátedra de la Caridad Santo Tomás de Villanueva de la Universidad Católica de Valencia (UCV) se unen a la celebración del Día Mundial del Agua, que tiene lugar el 22 de marzo, recordando que “el acceso al agua es clave para conseguir una convivencia pacífica; su gestión puede ser fuente de conflictos o cauce para un desarrollo en armonía”, según ha indicado José Luis Sánchez García, Vicario episcopal de Cultura de Valencia y director de la cátedra.
Sánchez ha recordado que “sin agua no es posible vivir: es labor de todos analizar cómo encontrar soluciones para que todo ser humano pueda acceder al agua”. En este sentido ha apuntado que “donde no hay agua de forma natural hay que estudiar cómo hacer posible el acceso a ella, o cómo conseguir llevarla, apoyándose en la últimas tecnologías y energías para solventar el problema”.
El lema de este año es “Agua para la paz”. El Santo Padre, en su mensaje con ocasión de la Jornada Mundial de la Alimentación de 2023, denunció la “escandalosa polarización de las relaciones internacionales debido a las crisis y enfrentamientos existentes. Se desvían hacia la producción y el comercio de armas ingentes recursos financieros y tecnologías innovadoras que podrían emplearse para que el agua fuera fuente de vida y progreso para todos. Nunca antes ha sido tan urgente convertirnos en promotores del diálogo y artífices de la paz” .
En línea con estas palabras, el Vicario de Cultura de Valencia ha invitado a “recordar las palabras del magisterio de los papas cuando indican que la paz solo es posible si hay justicia; exactamente igual, si no hay agua tendremos unas circunstancias difíciles para abordar la vida y sembrar la paz”.
El acceso al agua potable y el saneamiento es un “derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos”, según reconoce la Asamblea General de Naciones Unidas desde 2010. Lamentablemente no se cumple, y el control del agua es fuente de conflictos. Según datos de la ONU, “más de 3000 millones de personas en todo el mundo dependen de agua que atraviesa las fronteras nacionales. Sin embargo, solo 24 países tienen acuerdos de cooperación para todos los recursos hídricos que comparten”.
El Banco Mundial denuncia que, cada año, alrededor de 450.000 niños de menos de 5 años mueren por enfermedades diarreicas derivadas de la falta de acceso a agua potable. Es urgente abordar este problema desde diferentes ámbitos para dar con soluciones estables y duraderas, que fijen los pilares para una paz sostenible.
El Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo desde 1993. Un año antes, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de Janeiro, la ONU propuso su celebración para destacar la importancia de este recurso y fomentar medidas que contribuyan a hacer frente a la carencia de este bien de primera necesidad.
El director de la Cátedra de la Caridad ha concluido recordando que “el agua es signo de vida y esperanza; es un símil que nos recuerda el Agua Viva. Pidamos al Señor que nos ilumine, para que Él, que es el Agua Viva, nos ayude a encontrar soluciones a este tema fundamental”.