10 Oct La Vicaría de Cultura y la Cátedra de la Caridad de la UCV, en la festividad de Santo Tomás de Villanueva, «Obispo de los pobres» José Luis Sánchez García: “La Iglesia sigue comprometida con la erradicación de la pobreza desde la caridad”
Este jueves, 10 de octubre, recodamos la figura de Santo Tomás de Villanueva, arzobispo de Valencia que se distinguió por su profundo sentido de la caridad, que asombró a la sociedad de su tiempo y que todavía hoy es recordado como “padre de los pobres y amigo de los que sufren”. Como ha afirmado recientemente el rector del Colegio Mayor de la Presentación y Santo Tomás de Villanueva, Arturo Javier García Pérez, “la caridad que este hombre bueno practicó con gentes de toda clase y condición, acercó a muchas personas a Dios y permitió descubrirlo en sus obras”.
El vicario de Cultura de Valencia y director de la Cátedra de la Caridad Santo Tomás de Villanueva en la Universidad Católica de Valencia, José Luis Sánchez, ha rememorado la figura de su patrono, en su luminoso sentido de la caridad y en el alcance de su legado, porque “en nuestro tiempo la Iglesia sigue comprometida en la lucha contra la pobreza, en todas sus nuevas formas y manifestaciones, las «nuevas pobrezas» y esclavitudes de las que nos habla el Papa Francisco”, ha señalado.
Sánchez ha destacado que el pasado 29 septiembre hemos celebrado la 110ª «Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado», instituida por Benedicto XV, en 1914, precisamente para subrayar la importancia de acoger a las personas sin hacer distinción de su procedencia. El Papa Francisco nos recuerda permanentemente en sus mensajes que esta actitud de acogida del otro, del diferente y del migrante, es una disposición que como cristianos debemos cultivar. No podemos bajar los brazos ni caer en el desánimo, sino que debemos perseverar como hizo Tomás de Villanueva en su tiempo.
En comunión con el Santo Padre, la Conferencia Episcopal Española se ha unido a esta celebración, que este año lleva el lema “Dios camina con su pueblo”, y en su reciente carta pastoral, nuestro arzobispo, Mons. Enrique Benavent ha señalado que, respecto a la inmigración, “que se ha convertido en tema de debate y confrontación política, los cristianos, ante un fenómeno tan complejo, debemos reaccionar, desde la paz, y analizar el problema en sus causas y sus consecuencias”. El arzobispo valenciano recordó que detrás de la migración forzada hay un drama humano, personal y familiar y que, a veces, a nuestra sociedad, parece “que no le molestan tanto los extranjeros que no son pobres, sino los necesitados”, apuntó. En todo caso, añadió Benavent, “ante una persona necesitada, un cristiano no puede permanecer impasible, sino que hemos de ser buenos samaritanos en su camino”, concluyó.
En este mismo sentido, Olbier Hernández, el delegado de Migraciones de Valencia manifestó que “La Iglesia o acoge o no es Iglesia”. Este sacerdote recordó que, desde la delegación diocesana, así como desde las parroquias, las congregaciones religiosas y las instituciones eclesiales valencianas se está acogiendo y ayudando a miles de migrantes que llegan a nuestra comunidad. Una labor que se ha intensificado en determinados momentos como pudo ser la llegada del buque «Aquarius» a Valencia, en 2014, o las sucesivas crisis de refugiados de Siria, Iraq, Afganistán, o Ucrania.
El 17 octubre, otras organizaciones a instancias de la ONU, conmemoran el «Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza», que se viene celebrando desde 1987. Sánchez ha recordado que “la Iglesia lleva más de 100 años celebrando una jornada de sensibilización y recogida de ayuda en favor de los migrantes”. Y que “nuestra actitud de acogida, como cristianos, debe estar marcada por el hecho de que “fue Cristo quien nos amó primero” (1 Juan 4, 19) y que en cada persona, como verdaderos hermanos, nosotros le reconocemos a Él”, ha concluido.