13 May La Santa Sede concede el título de Basílica menor a la iglesia parroquial de la Purísima Concepción y San Pedro Apóstol de Benissa Ha sido anunciado en una rueda de prensa
La Santa Sede ha concedido el título de Basílica menor a la iglesia parroquial de la Purísima Concepción y San Pedro Apóstol de la localidad alicantina de Benissa, perteneciente a la archidiócesis de Valencia.
El párroco de Benissa, Salvador Enrique Cebolla, lo ha anunciado hoy en una rueda de prensa que ha tenido lugar en el templo parroquial en la que también ha participado el alcalde de la localidad, Arturo Poquet, el delegado de liturgia del Arzobispado, Edgar Esteve, y el presidente de la Archicofradía “Hijas e Hijos de la Puríssima Xiqueta”, Quico Llopis.
Según ha explicado el párroco “se solicitó a la Santa Sede la declaración de Basílica a principios de 2020 tras preguntárselo al cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en la visita pastoral de 2019 que mostró todo su apoyo”.
Tras presentar toda la documentación correspondiente para realizar la solicitud, la Congregación del Culto Divino aceptó la declaración de Basílica menor y el pasado 28 de abril se recibió el decreto de la Sagrada Congregación de Ritos de la Santa Sede.
De esta manera la iglesia de Benissa pasa a ser la séptima basílica de la diócesis después de la Basílica de la Virgen de los Desamparados, la Basílica de San Vicente Ferrer, la iglesia Catedral- Basílica Metropolitana de la Asunción de Nuestra Señora de Valencia, la Basílica parroquial de San Jaime Apóstol de Algemesí, la iglesia colegial basílica Santa María de Xàtiva y la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús.
Según el delegado de Liturgia del Arzobispado, Edgar Esteve, esta declaración de Basílica menor en Benissa supone una “gran alegría para toda la diócesis” dado que es un “reconocimiento por parte de la Santa Sede a la devoción y celebraciones litúrgicas ejemplares en este templo y la importante labor pastoral que desarrolla” . Además, “contaremos con una nueva Basílica en la zona sur de la diócesis que refuerza los vínculos con toda la archidiócesis y la Iglesia Madre”.
Para que un templo pueda alcanzar el título basilical, debe reunir tres requisitos: ser un templo de excepcional esplendor, levantado con un perfil destacado; ser el foco espiritual de una comunidad que es santuario para la multitud de devotos que acuden a él y poseer un tesoro espiritual y sagrado, dando culto ininterrumpido al Señor, a la Virgen y al santo venerado en él.
El templo comenzó a construirse en el año 1902, en tiempos y fue inaugurado en 1929 por el entonces arzobispo de Valencia monseñor Prudencio Melo. La erección de este templo se hizo necesaria ante el crecimiento urbano y de vecindario que había logrado Benissa a lo largo del siglo XIX y por los problemas de conservación del antiguo templo de San Pedro.
La iglesia, de estilo neogótico, está planteada en cruz latina, de tipo basilical, con una nave principal y dos laterales, sobre la que se abren las capillas. Las medidas son de 56 metros desde la puerta principal al tras altar y de 29 en el crucero, punto donde despega un ancho cimborrio octogonal.
Al pie de la iglesia se sitúa el coro que es elevado sobre columnas, teniendo a un lado y al otro dos campanarios, dotados cada uno de ellos con cuatro campanas, y abriéndose a la fachada principal un gran rosetón y otros dos a ambos lados del crucero.
El altar mayor es obra del tallista valenciano Tomás Calvo, construido en 1952 para reponer el que fue quemado en la persecución religiosa de 1936. Preside la imagen de la Puríssima Xiqueta en su expositor y dentro de una hornacina.
Los altares laterales alojan varias imágenes donde destaca un Ecce Homo de la escuela de Alonso Cano. En el corazón está ubicado un órgano y en dependencias anexas al templo se encuentra el museo donde se exponen ropas sagradas del siglo XVII y otros objetos de culto, así como el archivo parroquial con registros que comienzan en 1543.
Cada año, las fiestas patronales de Benissa se celebran en honor de la Puríssima Xiqueta el cuarto domingo de abril. Uno de sus eventos más celebrados es la procesión que se realiza con la tablilla de la Virgen. Para ello se ha ideado un sistema hidráulico que baja con comodidad el relicario hasta el altar, para luego colocarlo sobre las andas procesionales. Este acto es conocido como «La Baixada de la Puríssima”.