26 Ene La parroquia Nuestra Señora de los Dolores de Valencia culmina las obras de sus nuevas instalaciones en una planta baja del barrio de Algirós
La parroquia Nuestra Señora de los Dolores de Valencia ha culminado las obras de sus nuevas instalaciones, en la planta baja del complejo que ocupa en el barrio de Algirós.
En los últimos meses se ha finalizado el grafiti con el que se ha decorado el muro exterior que se completa con una gran cruz sobre fondo azul en el campanario, según ha explicado el párroco José Luis López.
Estas obras “se han llevado a cabo en los dos últimos años con el objetivo de renovar una instalación y un templo que no estaba bien acondicionado”, ha añadido.
El proyecto ha permitido que se cuenten con nuevos espacios que la comunidad parroquial necesitaba, como las salas de catequesis, para el grupo juvenil, los despachos para la atención de Cáritas y diferentes salas de reuniones.
Concretamente, las obras acometidas en el complejo, ubicado en la calle Campoamor, 94, han consistido en la instalación de unas verjas en la entrada; la habilitación de una capilla de diario; de un despacho de secretaría y otro para el párroco; una sala amplia para catequesis; instalaciones para las Cáritas; y varios cuartos de baño adaptados.
Han permitido también construir una entrada nueva, por el callejón, y abrir 24 ventanas en las paredes de la primera planta, que ocupa 1.800 metros cuadrados, para poder ventilar toda esa estructura de hormigón. Para finalizar esta fase solo queda renovar la puerta que da acceso al complejo.
Además, en el templo parroquial se ha colocado una imagen de la Virgen de los Dolores, procedente de un convento de Granada y se ha abierto una capilla dedicada a la Virgen de los Desamparados.
El grafiti con el que se decora el muro exterior del templo sirve “para animar con colores y mensajes cristianos la vista de todos los que pasen, para que sepan que dentro del complejo de hormigón gris hay un templo parroquial”, explica el párroco.
En un primer momento se realizó una escena que representa a Jesús, con el Padrenuestro escrito dentro de su silueta, junto a una barca y con el Mediterráneo, al fondo. Ahora se ha completado con otra escena que muestra a Jesús con un grupo de discípulos.