27 Mar La parroquia de San Jorge de Paiporta recupera su histórica matraca de la torre, cuyo origen data del siglo XVIII Gracias al trabajo de investigación de Eliseo Martínez, campanero de la Catedral de València y construida por Francisco Bravo Rangel
– Volverá a sonar después de más de 80 años desaparecida
La parroquia de San Jorge de Paiporta recuperará esta Semana Santa su histórica matraca de la torre, instrumento de uso litúrgico -cuyo sonido sustituye al de las campanas del Jueves Santo al Sábado Santo- y que ahora volverá a sonar después de más de 80 años, siguiendo una tradición medieval.
La matraca, que la torre campanario de Paiporta contaba desde el siglo XVIII pero que desapareció en los años 30 del pasado siglo, ha sido ahora construida gracias a un trabajo de investigación de Eliseo Martínez, campanero de la Catedral de València e investigador del patrimonio cultural, en el taller de Francisco Bravo Rangel, -ambos vecinos de Paiporta, que la ha realizado basándose en la original, pero con un diseño único, de forma totalmente artesanal en madera de haya.
Según las últimas fotografías históricas que se han encontrado de la parroquia San Jorge de Paiporta, de principios del siglo XX, la torre de las campanas disponía de una matraca.
Los materiales necesarios para la construcción de la nueva matraca han sido donados por la comunidad parroquial y el proceso para diseñarlas y fabricarlas se ha basado en esas fotografías históricas encontradas.
Esta matraca se ha instalado ya en la torre, localizada lo más próxima a su antigua ubicación, y su funcionamiento será completamente manual, a través de una cuerda que llegará hasta los pies de la torre. Previamente, ha estado expuesta en el templo parroquial.
Con esta acción “se recupera el paisaje sonoro característico de la Semana Santa en Paiporta, rompiendo el dulce sonido de las campanas con el dramático ruido de la madera, que resuena en el silencio del Triduo Sacro, para alegremente dar paso de nuevo a los volteos de Gloria de la Resurrección”, añade Eliseo Martínez.
Una tradición universal en la Iglesia Católica
“Las matracas son unos instrumentos de uso litúrgico, construidos en madera, generalmente en forma de cruz latina, que disponen de diversos martillos que golpean las aspas al girarse dando vueltas. Su sonido bronco, áspero, y seco sustituye al de las campanas durante el Triduo Sacro (desde Jueves Santo hasta la Vigilia Pascual), asegura Eliseo Martínez.
Esta antigua tradición, “la de enmudecer las campanas durante estos días, es universal en la Iglesia Católica y exclusiva de ella, pero el uso de las matracas es característica de la Iglesia en España”, afirma.
Quizás el origen de su uso resida en los primeros instrumentos que se utilizaron para llamar y acompañar los oficios, antes de la invención de las campanas (siglos IX-X), cuando se usaban láminas metálicas o de madera golpeadas con martillos de mano.
Las matracas de torre se complementaban con aquellas de mano, “de las que también tenemos constancia de su uso en Paiporta, llamadas “bacsoles”, que se hacían sonar mientras se caminaba por la calle, para avisar de los oficios y celebraciones en el templo”, explica.
Todas estas matracas, tanto las de torre como las de mano, empezaron a dejar de utilizarse hace unas décadas, y se han venido recuperando poco a poco en nuestros pueblos, al mismo tiempo que se han ido restituyendo los toques tradicionales de campanas después de las electrificaciones del siglo XX.
Así, numerosas localidades, además de Paiporta, han recuperado sus matracas, como Torrent, Aldaya, Moixent, Sagunto, Ontinyent y la Catedral de Valencia, entre otras.