La imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados visita Edetania para celebrar su 50 aniversario El Arzobispo de Valencia preside una eucaristía

La imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados visita Edetania para celebrar su 50 aniversario El Arzobispo de Valencia preside una eucaristía

FOTOS «Félix Perona»

La imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados ha visitado Edetania, en la sede de Godella, origen de la Facultad de Magisterio y Ciencias de la Educación de la Universidad Católica de Valencia (UCV) – junto a la antigua Escuela de Enfermería-  con motivo de su 50 aniversario.

La celebración comenzó con la acogida de la imagen de la Mare de Déu y la ofrenda para la Corona de Caridad y, seguidamente, Enrique Benavent, arzobispo de Valencia y gran canciller de la UCV, presidió una eucaristía.

Posteriormente, el profesor Carlos Sanz Marco pronunció la conferencia “Edetania: una vivencia extraordinaria de crecimiento personal y profesional”, tras la cual se proyectó un documental inédito con testimonios y se hizo entrega de unos reconocimientos a las instituciones fundacionales, “sin las cuales hubiera sido impensable este proyecto educativo”, señala la decana de la Facultad de Magisterio y Ciencias de la Educación, María Consolación Isart.

Además, el sábado se compartieron algunas trayectorias educativas y el Aula de Teatro UCV representó la obra de teatro “El gran teatro del mundo”, de Calderón de la Barca.

En sus aulas se han formado 21.748 maestros

Edetania inició su andadura en el curso 1969-70, cuando el arzobispo de Valencia, José María García Lahiguera (Navarra, 1903 – Madrid, 1989), con la cooperación de algunas instituciones religiosas, creó la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado Edetania en noviembre de 1969. Posteriormente, en enero de 1974, se constituyó la Fundación Agrupación Edetania. Desde entonces, en sus aulas se han formado 21.748 maestros.

El proyecto, según han trasladado desde la Universidad, fue fruto de tres convicciones: la importancia indiscutible de la educación, la trascendencia de la formación de los futuros maestros y la necesidad de ofrecer una educación cristiana dentro del ámbito de la libertad educativa. En función de ello arrancó una propuesta educativa “donde la persona del alumno está en el centro” y el resultado ha sido “una comunidad educativa donde se da una verdadera amistad pedagógica entre profesores y alumnos”.

María Consolación Isart ha reconocido el “pozo de sabiduría” y la entrega que sigue habiendo entre los profesores, así como la alegría de los alumnos: “El listón está muy alto, de modo que mi reto personal, cada día, es estar a la altura”, ha expresado. Asimismo, ha destacado la metodología que siguen en las aulas, basada en la antropología cristiana y en la educación personalizada, lo cual exige una formación continua del profesorado.