![](https://www.archivalencia.org/wp-content/uploads/2025/02/dana2-OK.jpg)
06 Feb La Iglesia: una voz de ánimo y esperanza Tres meses después de la riada, las parroquias siguen como el primer día facilitando ayudas materiales pero también acompañando, escuchando y dando palabras de ánimo.
El 29 de octubre cambió la vida de muchos valencianos. Tres meses después de la riada, que afectó a numerosas localidades y que dejó 227 víctimas mortales, los vecinos miran hacia delante a pesar de la tristeza y el sufrimiento. En medio de todo, como verdaderos faros de esperanza, las parroquias siguen como el primer día facilitando ayudas materiales pero también acompañando, escuchando y dando palabras de ánimo. Hablamos con los párrocos de algunas de las parroquias afectadas.
“El mensaje de la Iglesia es de ánimo”
La parroquia de Picanya ha sido uno de los templos más afectados. De hecho, a día de hoy sigue cerrada por la existencia de humedades y hongos. Además, los altares y prácticamente todas las imágenes de los santos han sido destrozados. De este templo es el ángel que recibió en diciembre el papa Francisco de manos de la corresponsal de COPE en el Vaticano, Eva Fernández. Esta situación ha hecho que las misas se celebren en el salón de actos del centro cultural gracias a la colaboración del ayuntamiento. A pesar de ello, como destaca el párroco, “los fieles quieren volver al templo, a su casa, ya que a pesar de las comodidades del salón de actos, no es lo mismo”.
“Los vecinos están intentando volver a la normalidad. También viviéndolo desde la fe. Están luchando, yo veo que no cabe el abatimiento, el victimismo. Nosotros les vamos ayudando y Cáritas les brinda la ayuda necesaria”, destaca el sacerdote. También reconoce que las personas mayores son de las más afectadas y muchas han tenido que irse a vivir a casa de los hijos. “Me piden que les visite, que les acompañe y que les de ánimos”, apunta. “El mensaje de la Iglesia es de ánimo. Al principio incidía en que Dios no se ha olvidado de nosotros y está con nosotros. Pero luego, por no estar siempre hablando de lo mismo, creo que es necesario hablar de mirar al futuro y tener ánimos desde la fe”.
“Vivimos una normalidad que no es real”
![](https://www.archivalencia.org/wp-content/uploads/2025/02/Francisco-Furio-392x267.jpg)
Francisco Furió, párroco de La Anunciación de Nuestra Señora.(Foto: V. Gutiérrez-Delegación Medios de Comunicación Arzobispado Valencia)
Para el párroco de Aldaia lo que sucedió hace tres meses “no se puede explicar con palabras, es muy fuerte”. En medio de todo eso “la parroquia ha sido un lugar de apoyo, de oración”. Ahora ha vuelto a una vida de cierta normalidad “pero las cosas no son como antes”. “La gente está viviendo una normalidad pero no es una normalidad real. Está afectada y la realidad es que las cosas están mal sobre todo las casas por dentro y los ánimos”.
El trabajo de la Cáritas parroquial está siendo titánico. Sacan tiempo y fuerzas de donde no hay para poder ayudar a las familias más afectadas: “hay que agradecer la labor de estos voluntarios de Cáritas, que al ver sufrir la gente no paran de trabajar”.
“La verdad es que veo a los feligreses de la parroquia mejor de lo que pensaba. Están resurgiendo más rápido, te das cuenta que apoyándose en el Señor todo se puede, que te ayuda, y que se puede salir de todo lo que nos supera. Desde la fe y la esperanza se puede vivir”, concluye.
“La gente está esperanzada”
![](https://www.archivalencia.org/wp-content/uploads/2025/02/Cesar-Garcia-392x267.jpg)
César García, párroco Ntra. Sra. del Rosario de Sedaví. (Foto: A.Sáiz-Delegación Medios de Comunicación Arzobispado Valencia)
El párroco de Sedaví valora que todo lo vivido fue “muy fuerte y que ha dejado huella”. La parroquia, aunque está abierta, está pendiente de algunas intervenciones. Donde también hay que hacer obras es en los locales. Poco a poco van a ir cerrando el centro logístico de ayudas para poder disponer de más salones para la vida pastoral. Una vida que poco a poco también ya tiene una cierta normalidad. “La gente está esperanzada. Yo estoy cercano a todas las familias de las víctimas y a todas las personas que se acercan a mí o a la parroquia”. Entre las actividades destaca las charlas organizadas por el Samic para tratar el impacto emocional y psicológico.
“Los voluntarios han dado esperanza”
En estos momentos en Chiva ya se ha quitado todo el barro y desde la parroquia están ultimando las ayudas que las familias necesitan para sus casa. “Hemos visto gente con señales de duelo y que necesitaba una escucha especial. Pero lo que ha ayudado es el sentimiento de agradecimiento a voluntarios, a todas las ayudas que se han recibido. Eso ha dado mucha esperanza”, apunta el párroco.
Para ayudar a los vecinos han acogido las iniciativas del Samic sobre apoyo emocional y psicológico y han visitado las casas para verlos cercanos, además de organizar actividades para las personas afectadas. Todo el trabajo se ha hecho desde tres perspectivas: religiosa, material y psicológica.
En la parroquia bajaron a la Virgen del Castillo desde la ermita y “ha sido un punto de apoyo”.
“Lo que salvó al pueblo fue la vocación de darse a los demás ”
Joan Carles recuerda que en Algemesí la riada comenzó por el barrio del Raval, uno de los más pobres de la diócesis. Después del drama vivido los primeros días y ya viendo las cosas en perspectiva reconoce que “lo que salvó al pueblo fue esa vocación de los darse a los demás, por encima de comodidades y egoísmos”. Una ayuda, explica, “que no fue solo material sino que ayudó mucho a infundir ánimos”. “Por un lado, hemos visto muchos gestos de entrega y donación, pero por otro mucho sufrimiento, gente que ha vivido verdaderas situaciones dramáticas”, añade.
Ahora el proceso de recuperación es lento desde todas las perspectivas y “se ve que la ciudad está tocada”. La parroquia, abierta con el Sagrario desde los primeros días, “ha sido refugio y consuelo para muchos, incluido los voluntarios”.
El sacerdote reconoce que todas las parroquias de Algemesí “se han volcado, se han organizado y Cáritas está ayudando mucho”. “Pero sobre todo estamos para dar consuelo, acompañar y escuchar a todos”, concluye. Una de las iniciativas en este sentido es la puesta en marcha del Centro de escucha.
“Hemos visto que Dios reconforta”
![](https://www.archivalencia.org/wp-content/uploads/2025/02/Jose-Vicente-Alberola-182x267.jpg)
José Vicente Alberola, párroco María Madre De la Iglesia y El Pilar de Catarroja.(Foto: V. Gutiérrez-Delegación Medios de Comunicación Arzobispado Valencia)
En Catarroja la parroquia María, Madre de la Iglesia después de ser durante muchas semanas un centro logístico de reparto de ayuda ya ha vuelto a la vida parroquial con cierta normalidad. Por su parte, el templo del Pilar está cerrado porque se tiene que acometer la renovación del suelo. Por ahora, solo pueden tener celebraciones en la sala de arriba y allí lo hacen las comunidades neocatecumenales. Esperan que pronto estén habilitadas las salas de bajo, que son más accesibles y se pueda celebrar la misa del domingo. Además, la ayuda a través de Cáritas continúa.
Como destaca el párroco “poco a poco se van abriendo comercios aunque aún hay muchas casas por arreglar”. Lo importante para el párroco “es estar cerca de la gente”. “Vivirlo con fe cambia mucho, es saber que lo material no lo es todo, que el Señor en la oración me conforta y que Dios ayuda en los problemas que van surgiendo en la historia”. En este sentido, están pendientes de la ayuda desde el punto de vista humano a través de los centros de escucha y el acompañamiento.
“De estos tres meses además del shock lo que más nos ha impresionado ha sido la ayuda recibida, que nos ha desbordado. Hemos visto que el Señor acontece en la historia y que todo lo hace nuevo. Nos ha quitado muchas cosas pero también hemos visto que nos ha dado el ciento por uno” concluye.
“La Iglesia está cerca de la gente”
![](https://www.archivalencia.org/wp-content/uploads/2025/02/Gustavo-Riveiro-392x267.jpg)
Gustavo Riveiro, párroco de San Jorge de Paiporta. (Foto: A. Sáiz-Delegación Medios de Comunicación Arzobispado Valencia)
Los ánimos están caídos. Hay un cierta tristeza y abandono. Se ha hecho mucho pero queda mucho por hacer. Hay mucha lentitud y a veces un cierto abandono, que es incluso inhumano. Pero siguen adelante, con tristeza pero no con los brazos caídos”.
En San Jorge la vida parroquial ha vuelto a la normalidad y se está gestionando mucha ayuda material. “La Iglesia hace lo que siempre ha hecho, que es estar cerca de la gente. El mensaje de la Iglesia ahora es el de recomenzar con esperanza.”
“La ayuda es un signo del amor de Dios”
![](https://www.archivalencia.org/wp-content/uploads/2025/02/Salvador-Pastor-392x267.jpg)
Salvador Pastor, párroco Ntra. Sra. de Gracia de la Torre (Valencia). (Foto: A. Sáiz-Delegación Medios de Comunicación Arzobispado Valencia)
Estamos en pleno proceso de reparación y recuperación de todo. Trabajando a un ritmo inusual en Cáritas parroquial, nunca habíamos tenido ese ritmo, quizás se ha triplicado. Lo importante también es que se está haciendo un acompañamiento. Un acompañamiento sostenido en el tiempo. Que la gente se encuentre acompañada en todo momento”. explica el párroco.
Para el sacerdote “en estos tres meses hemos visto que todo esta ayuda que se ha generado es el sacramento de Dios, es el gran signo de la presencia de Dios. Nos habla de amor, misericordia, acompañamiento…”.
“Necesitan escuchar cosas positivas”
![](https://www.archivalencia.org/wp-content/uploads/2025/02/Jesus-Cervera-182x267.jpg)
Jesús Cervera, párroco Ntra. Sra. Socorro, Benetússer.(Foto: C. Albiach-Delegación Medios Comunicación Arzobispado Valencia)
Ya han empezado a cobrar ciertas ayudas materiales, pero no solo de pan vive el hombre y junto a lo material necesitan recuperarse a nivel espiritual. Las gentes necesitan hablar y contar sus historias sobre lo que ocurrió. Y necesitan también escuchar palabras positivas y de esperanza”, asegura el sacerdote.
“Escuchar y acompañar para que la gente pueda respirar. Hay que quitarse la rabia, el odio, y hay que revestirnos de esperanza, de confianza en Dios y de animarnos unos a otros como comunidad creyente que somos”. La parroquia, además de gestionar ayudas, también deriva a la gente a los centros de escucha.
“Animamos a mirar hacia delante”
![](https://www.archivalencia.org/wp-content/uploads/2025/02/Salvador-Romero-182x267.jpg)
Salvador Romero, párroco de San Ramón Nonato de Paiporta. (Foto: A. Sáiz-Delegación Medios Comunicación Arzobispado Valencia)
Ahora, según explica Salvador, están “en fase de recuperación”. “Con mucha lentitud, porque no se puede avanzar todo lo rápido que se quisiera porque hacen falta operarios y profesionales de muchas cosas”.
La ayuda que facilita la parroquia se está gestionando a través de Cáritas y tras una primera ayuda de lo inmediato se están viendo necesidades de casa familia (presupuestos de reformas, electrodomésticos, enseres, etc.).
La vida parroquial ha vuelto a la normalidad, más limitada, porque tiene que hacerse en las salas que están bien. “Hay personas desesperadas y con rabia. Lo más complicado es lo que están pasando las personas mayores, están gestionando el duelo, y no solo han perdido sus casas sino que es su historia, sus raíces. Desde la parroquia se les acompaña en todo este sufrimiento. Las personas, en general, están en modo gestión. Buscando las ayudas que van saliendo. Es un drama lo que viven muchas familias, que incluso están repartidas en varias casas de familiares. Un drama silencioso”..
Frente a esto la Iglesia les anima y les escucha: “El mensaje ahora es ir hacia delante y no caer en la desesperación”.