19 Ago La Iglesia celebra la festividad de San Luis Obispo cuyos restos reposan en la Catedral de Valencia El próximo año se cumplirán seis siglos de la llegada a la Seo de las reliquias del religioso franciscano
La Iglesia celebra este sábado, 19 de agosto, la festividad litúrgica de San Luis Obispo (1274-1297), religioso franciscano que estuvo al frente de la diócesis francesa de Toulouse y cuyos restos reposan en una capilla de la Catedral de Valencia desde 1424.
Las reliquias de San Luis Obispo, que es titular de una parroquia en el barrio valenciano de Campanar, fueron traídas a Valencia desde Marsella por el rey Alfonso V de Aragón y entregadas a la Seo como depósito para cubrir una deuda pendiente.
La documentación custodiada en el Archivo Capitular de la Catedral de Valencia refleja la importancia de la presencia, desde 1424, de las reliquias del santo en la Seo, la “riqueza de su relicario” y el “importante culto y devoción por el santo” en la capital valenciana, según palabras del canónigo archivero de la Catedral, Vicente Pons.
Tanto es así que “desde el siglo XV al XVIII uno de los canónigos de la Catedral tenía como función custodiar las reliquias de San Luis Obispo, guardadas bajo llave en un espacio distinguido del relicario”.
Renunció al trono para seguir a san Francisco de Asís
Luis de Anjou-Sicilia, sobrino de san Luis, rey de Francia, e hijo de Carlos II de Nápoles y Sicilia y Conde de Provenza, nació en Nocera, cerca de Nápoles, en 1274, estuvo preso siete años en Barcelona en lugar de su padre y renunció al trono de Nápoles para seguir los pasos de san Francisco de Asís.
Fue ordenado sacerdote en Nápoles en 1296, año en el que tomó el hábito franciscano en secreto y fue nombrado obispo de Toulouse. En 1297 se hizo pública su condición de franciscano y se trasladó al convento de la orden en París. Un año después cayó enfermo en Brignoles, donde murió de fiebres el 19 de agosto de 1298, a los 23 años.
A pesar de su temprana muerte, “su vida estuvo llena de obras de caridad y actos de humildad y renuncia”, según Pons, que añade que la devoción por el santo se extendió rápidamente de Francia a Italia y a los reinos hispánicos, y más tarde por América.
El 11 de abril de 1424 el rey Alfonso V el Magnánimo, tras ocupar la ciudad francesa de Marsella, recogió el cuerpo de san Luis de Anjou y lo entregó en depósito a la Catedral de Valencia y a los jurados de la ciudad “para compensar los 15.000 florines que había recibido para cubrir los gastos de armamento de su flota”.
En la parroquia de Valencia lo celebran en noviembre
Por su lado, la parroquia de San Luis Obispo, en Valencia, que cuenta con una reliquia del santo, traslada cada año la celebración de la fiesta de su titular al mes de noviembre, para facilitar una mayor participación de feligreses.
San Luis Obispo es patrón de varias localidades de México y da nombre a una ciudad en California (EEUU).