15 Nov La Fundación Madrina exalta el trabajo de la Iglesia Católica en Valencia tras la dana: “Es la institución más eficaz para atender a las víctimas” Las parroquias se han convertido en centros logísticos para asistir a los afectados por la dana, gracias a la notable labor de los religiosos
Desde que la rambla del Poyo se desbordó el 29 de octubre, inundando las calles y los bajos de algunos municipios de la Comunidad Valenciana y dejando tras de sí una estela de fango y destrucción, los templos se han visto más copados de lo usual. Capillas, parroquias, iglesias y basílicas se han convertido en centro de acopio, almacenes y puntos de entrega de ayuda humanitaria o de atención sanitaria y psicológica para las víctimas. La Fundación Madrina, que desde el momento posterior a la riada ha asistido permanentemente a los valencianos, reconoce la organización y celeridad de la Iglesia en los puntos más devastados por la catástrofe.
Fundación Madrina ha tejido una red de apoyo con las parroquias locales, que ha permitido optimizar la entrega de ayuda a lo largo de la Comunidad Valenciana. Desde Torrent, hasta Catarroja, los vehículos de la entidad han peregrinado de templo en templo descargando palas, botas de agua, pañales, leche, mantas. El conocimiento de los párrocos ha guiado al equipo de psicólogos, sanitarios y voluntarios hasta los puntos con mayor necesidad de asistencia.
Esta red de apoyo cuenta ahora cuenta con otro canal de comunicación, gracias a la apertura de la línea telefónica Madrina SOS 900 670 353, habilitada 24/7, para que las víctimas del temporal comuniquen sus necesidades materiales, sanitarias y psicológicas, con el fin de focalizar la entrega de ayuda de los próximos convoyes humanitarios de la Fundación Madrina.
MadrinaSOS también recibirá llamadas de voluntarios y donantes que quieran contribuir a la campaña de apoyo a los afectados por la Dana. El proyecto nace de la alianza de Fundación Madrina, Fundación Konecta, que han proporcionado un equipo de profesionales especializados, voluntarios de la empresa, tecnología y todos los recursos para hacer efectiva esta atención telefónica y proporcionar el apoyo y asistencia a las víctimas, beneficiando a numerosas familias en la región.
Madrina de la mano de las parroquias
La proactividad de la Iglesia católica para paliar la catástrofe ha perfilado esta institución como un punto de referencia para la entrega, acopio y reparto de la ayuda humanitaria que se ha volcado con Valencia. Hasta algunas parroquias de la zona cero como la de Paiporta o Algemesí han entrado las furgonetas de la Fundación Madrina con enseres, alimentos y un ejército de voluntarios para limpiar las casas abnegadas, entregar la ayuda y escuchar a las víctimas.
Los testimonios de los religiosos que ha recopilado la Fundación son un reflejo del sentir popular y un retrato de la magnitud de la dana. El padre Salvador Romero, de la parroquia San Ramón Nonato en Paiporta, ha narrado que la riada los tomó por sorpresa durante la celebración de la liturgia. El nivel agua subió de la altura de las rodillas a los dos metros “en cuestión de segundos”.
Cuando el padre se puso a salvo junto a su madre en la primera planta de la parroquia, le llamaron desde Valencia para informarle de seis ciudadanas que habían quedado atrapadas en la cornisa de la iglesia, una de ella era una feligresa que había asistido a la misa y no alcanzó a cruzar antes de que subiera la riada. “El agua estaba ya en los dos metros. No sé como pude abrir la puerta, pero al final se logró, hicimos una cadena y, al final, esas seis mujeres pudieron salvar la vida”.
“Al segundo día, cuando conseguimos retirar los 40 centímetros de barro que quedó, empezamos a habilitar el templo para toda la asistencia primaria”, detalla el padre Salvador a la Fundación Madrina desde el altar de su templo, atestado de canastas de enlatados, cajas de leche y botellas de agua que mueven y reparten decenas de voluntarios en la entrada principal de la parroquia.
El padre Salvador ha resaltado la labor de entidades como Madrina, que incluso han llegado al epicentro de la dana antes que algunos cuerpos de seguridad del Estado. “Desde el martes al domingo, que es cuando llegan el presidente y el Rey, aquí el Ejército no está. Esos cinco, días aquí no había nada, era todo entre las personas”, manifiesta el párroco antes de advertir que la reconstrucción de Valencia, ahora pasa por una nueva fase: “Se ha habilitado la Iglesia de la Inmaculada con un grupo de voluntarias para asistir a los niños y adolescentes con TDH y TEA. Las personas están todavía en shock, porque evidentemente la necesidad más básica no ha permitido que se empiece a hacer el duelo, que va a venir después”. Durante este fin de semana, un equipo social de la Fundación Madrina estará prestando apoyo emocional a las víctimas de Valencia.
Paralelamente, las donaciones en especie para Valencia se continuarán recibiendo a partir del lunes, 18 de diciembre, en el Banco del Bebé, ubicado en la madrileña plaza de San Amaro, 4, entre las 9.00 y las 18.00. Los artículos más demandados por la población valenciana cambian cada semana y ahora son: productos de alimentación infantil (leche maternizada, potitos, cereales), productos de higiene infantil (pañales, toallitas, biberones), productos de limpieza (detergente para la ropa, jabón para la vajilla, limpiadores de suelo…), alimentos y víveres no perecederos, mantas, agua, palas, kits de primeros auxilios.
Las donaciones económicas pueden realizarse a través del Bizum 00909 — concepto: Madrina con Valencia—; y las cuentas Caixabank: ES58 2100 1447 3602 0018 9000; BBVA: ES24 0182 4924 1402 0855 4386. Los voluntarios que quieran darse de alta en la campaña por Valencia pueden ingresar a la página www.madrina.org y llenar el formulario de inscripción