La Diócesis de Cartagena avanza con paso firme hacia la próxima implementación del SAMIC El director Jorge García explicó la realidad actual del servicio de acompañamiento y mediación junto a uno de los matrimonios que acompañan

La Diócesis de Cartagena avanza con paso firme hacia la próxima implementación del SAMIC El director Jorge García explicó la realidad actual del servicio de acompañamiento y mediación junto a uno de los matrimonios que acompañan

El Servicio de Acompañamiento y Mediación Canónica (SAMIC) sigue ampliando su ámbito de actuación en el mapa de las diferentes diócesis españolas. En este momento, la Diócesis de Cartagena avanza con paso firme en la intención de implementar el servicio en los próximos meses.

El impulso se desprende de la reunión que esta semana se celebró en Murcia por iniciativa de Ángel Molina, Vicario Episcopal de Familia y Vida, y que consiguió acercar a diferentes laicos de la diócesis la esencia e importancia del SAMIC dentro de la Iglesia.

En el encuentro participaron también el director del Servicio de Mediación y Acompañamiento de Valencia, Jorge García, y el matrimonio formado por Paco Martínez y Caty Miravé. Explicaron los miembros del SAMIC valenciano la realidad del servicio y la implicación de los matrimonios que acompañan en la atención de los esposos con problemas que acuden en busca no solo de una atención terapéutica por parte de profesionales, sino también de la cercanía y comprensión de otro matrimonio que los sustente y acompañe en su camino.

Se resaltó la importancia de los Itinerarios Catecumenales para la Vida Matrimonial del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, como hoja de ruta en la formación e implicación de los laicos, de los matrimonios, en el acompañamiento de aquellos matrimonios con problemas que precisan ser acogidos en el seno de la Iglesia.

Jorge García expuso que la figura de los matrimonios acompañantes dentro del SAMIC «ha venido a complementar y a dar una continuidad a la importante labor de acompañamiento que realizan los diferentes profesionales implicados en cada caso: abogados, sacerdotes, psicólogos, mediadores…»

Este elemento «diferencial» con respecto a otros servicios de ayuda a las familias ha demostrado ser nexo de comunicación entre los matrimonios con problemas y los profesionales, así como con el equipo directivo que hace periódicamente un seguimiento de los casos.

Caty y Paco explicaron que «la escucha, la cercanía, la confidencialidad, la disponibilidad o el discernimiento son cualidades que los matrimonios acompañantes han de saber transmitir en su relación con aquellos que precisan ser sustentados».

Destacaron también de la importancia que tiene una adecuada formación en los protocolos y metodologías SAMIC, además de tener enraizada una profunda fe y la vivencia de los valores cristianos: ambos aspectos son pilares fundamentales para vivir al servicio de los demás dentro de la Iglesia.

Se hizo hincapié en la necesidad de coordinación y seguimiento de los casos, para lo que se organiza una reunión por videoconferencia cada dos semanas entre el director del SAMIC, la secretaria y el matrimonio acompañante encargado, apoyados en una plataforma pionera que se ha creado para que en ella, tanto los profesionales como los matrimonios, reflejen el resultado de sus actuaciones, dentro de un marco legal y una confidencialidad necesarias.

A la reunión acudieron miembros del Centro de Atención Integral a la Familia (CAIF) de la Diócesis de Cartagena, profesionales del Tribunal Eclesiástico y los especialistas y matrimonios formados en la última edición del curso de Experto en Acompañamiento y Mediación Canónica (5ª edición) ofrecido por el SAMIC. Entre todos ellos representaban las zonas pastorales de Murcia, Cartagena y Cieza – Yecla. Los reunidos mostraron gran interés en la próxima creación del Servicio de Acompañamiento y Mediación Canónica en la diócesis, y su participación en el mismo, recalcando la importancia de la nueva figura del matrimonio acompañante.

El director del SAMIC de Valencia resaltó, finalmente, la necesidad de contar con psicólogos especializados en el trato con los menores, ya que son estos los que más sufren las consecuencias de los problemas de conyugalidad parentales.