La Diócesis activa Centros de Escucha

La Diócesis activa Centros de Escucha

La Diócesis de Valencia va a implantar Centros de Escucha, un recurso gratuito dirigido a quienes necesitan ser escuchados, desde soledad no deseada a circunstancias complicadas vitales, familiares, estados de ánimo negativo, vivencia de algún duelo. Pero en la escucha no damos consejos, no juzgamos y no interpretamos”, explica la responsable de los Centros de Escucha y psicóloga Yolanda Ruiz.

Yolanda Ruiz, responsable de los Centros de Escucha diocesanos

Para explicar en qué consiste este nuevo servicio, Yolanda Ruiz asegura que lo primero que tenemos que tener claro es que es un espacio de encuentro acogedor, cálido, gratuito, puesto a disposición de aquellas personas que quieran expresarse, desahogarse o que quieran trasladar algún problema con el fin de que ellos sean los propios protagonistas de este problema. Estos Centros de Escucha parten de un modelo muy concreto, centrado en la persona. Podríamos hablar de un elenco de situaciones muy variado. Podemos tener personas que viven situaciones complicadas, difíciles, vitales, familiares, estados de ánimo negativo, vivencia de algún duelo, o soledad no deseada. Es decir, es un espectro muy amplio, no podríamos concretar. Por ejemplo, podemos tener a alguien que ahora mismo está en una situación de paro con 50 años, una situación concreta que no requiere de una ayuda profesional, pero si además tiene familia, esa es una situación que requiere ser escuchada, básicamente con la finalidad de capacitar a la persona para que ella pueda descubrir esos recursos internos y personales que tiene para poder afrontar esa situación”.

Yolanda Ruiz señala “ digamos que es un recurso que atiende a esta población que necesita ser escuchada en un primer paso, una primera intervención antes de de que un problema se cronificar y que ya tengamos que ponernos en manos de un profesional, sea un psicólogo o psiquiatra. Este servicio va a trabajar con una formación que hace una escucha muy sistemática. ¿Todos escuchamos, no?, bueno, pues es un poco el enseñar a escuchar de manera sistematizada, porque si lo hacemos y acompañamos a las personas desde ahí, podemos evitar  que muchos problemas se puedan llegar a cronificar”.

La psicóloga resalta que estamos en una sociedad hiperestimulada, hiperconectada a través de móviles, teléfono, redes, pero en realidad no se está atendiendo al corazón de las personas, y ejemplifica cuando hablamos de soledad pensamos en los mayores, pero también el último estudio del Observatorio de Soledad no Deseada afirma que un 20 por ciento de jóvenes no tiene a quién contar sus problemas. Como dice el Papa Francisco, lo que prevalece es la cultura del descarte y la exclusión y creemos que este recurso contribuye a humanizar a la persona, a trabajar la cultura del cuidado. Ruiz destaca que lo que se atiende es al que necesita ser escuchado, un recurso siempre distinto al de casos de problemas que pueden cronificar y que requerirían de ayuda profesional”.

La responsable de los Centros de Escucha explica que trabajamos desde tres actitudes: la acogida incondicional, la empatía y la autenticidad para conocer nuestros límites. Trabajar con personas es algo sagrado”.

Claramente no es algo experimental en Valencia, sino un sistema evaluado y solvente. Existen 31 Centros de Centros de Escucha en las diócesis de España. En los 17 que hay Madrid se atiende al año a cerca de mil personas. Recientemente, la Conferencia Episcopal, como consecuencia del Sínodo, ha publicado un documento donde destaca la importancia de formarse en escucha activa. La diócesis de Valencia no quiere ser ajena a este servicio”, añade Ruiz.

En la Diócesis, también existen otros recursos de acompañamiento a las personas en situaciones de soledad no deseada, si bien, existen diferencias con respecto a este nuevo recurso de los Centros de Escucha. Como indica Ruiz, tenemos la suerte de contar con dos recursos también muy valiosos: la asociación Víctor Frankl y el Teléfono de la Esperanza.La asociación Víctor Frankl básicamente se centra en problemas de duelo. Tienen un gran volumen de voluntarios profesionales de la psicología, esta psicología existencial busca más lo que es el sentido de la vida. Y el Teléfono de la Esperanza tiene un espectro de acción a nivel nacional, no solamente en Valencia, trabaja tanto a nivel telefónico como a nivel personal. Pero digamos que está conformada no sólo por voluntarios, sino también por profesionales del área de la abogacía, del área de la psicología. Es decir, es otro, es otro tipo de intervención en nuestros completamente distinto. Tiene un matiz distinto. El nuestro está basado en la escuela humanista de Rogers. Trabajamos desde tres actitudes la acogida incondicional, la empatía y la autenticidad. Porque estas tres actitudes son las que van a permitir centrarnos en la persona. De alguna manera, este proceso de escucha trabaja como si fuera desde una metodología más mayéutica, intentando sacar de la persona los recursos personales y humanos que ella tiene para poder afrontar la situación que nos traslada. Por eso nosotros en la escucha no damos consejos, no juzgamos, no interpretamos, sino que vamos ayudando a que la propia persona se autoconozca, se autoexplore, y vaya personalizando lo que está viviendo de manera que sea capaz de trazar ella misma un plan de acción”.

Este acompañamiento en escucha va a requerir de numeroso voluntariado. Hago un llamamiento a que toda persona que quiera ser voluntaria, se sume a este proyecto, y que se ponga en contacto porque va a haber una parte formativa y después ya pasaríamos a la intervención y da igual de cualquier de cualquier zona de Valencia. Los Centros de Escucha comenzarán tras un proceso de formación de voluntarios que se iniciará en el mes de octubre, con implantación inicial en Valencia, aunque se pretende ir poniendo en marcha en toda la diócesis, por vicarías.

Yolanda Ruiz destaca del perfil del voluntario que lo que importa es que sean personas que tengan una gran sensibilidad hacia la escucha, hacia la empatía, hacia el servicio a los demás. Que no tengan duelos pendientes, que no tengan situaciones emocionales que puedan entrar en conflicto. ¿Qué quiero decir con esto? Pues que si el modelo es centrarse en la persona y a ti te está pasando una situación de duelo y es un duelo sin resolver, al final voy a centrarme en mí como escucha en ti. Entonces, es muy importante esa sensibilidad, esa visión a nivel afectivo y a nivel emocional para centrarte en el otro. También se exige una gran discreción. Hay que mantener confidencialidad”.

Los voluntarios deberán tener un proceso de formación previa. Una formación exigente, tanto para los que vamos a impartir la formación como para quienes la van a realizar, pero es fundamental, porque tratamos lo más valioso, que son las personas. Trabajar con personas es algo sagrado y esto requiere que estemos bien preparados y bien formados”. La formación se impartirá en horario intensivo los sábados, e modelos de taller, análisis de caso, rol-play, a partir de la segunda quincena de octubre, noviembre, diciembre y en enero, porque la proyección es poder activar este servicio en febrero. ”Esa preparación es importante para dar lo mejor de uno para esa escucha. Además de todas estas destrezas que hacen falta y actitud, pero yo creo que es fundamental en esta formación hacer un trabajo nosotros de tipo personal, desde este modelo. Nosotros siempre decimos que la persona que escucha tiene que ser conocedora de sus capacidades, de sus potencialidades, de sus límites y de sus heridas, porque desde la propia herida es desde donde se puede establecer una buena relación de ayuda”.

La responsable de los Centros de Escucha afirma que es necesario un espacio físico, un espacio cálido porque hay situaciones que cuando la persona narra su situación puede derrumbarse o venirse abajo. Por tanto, debemos romper ese espacio de oficina fríay buscar que invite a que la propia persona pueda explorar dentro de ella misma. Este es, por cierto, un buen recurso, un buen servicio para aquellas personas que a priori puedan sentir cierto miedo a verbalizar un trauma o un problema. Y cuando decíamos que algo se cronificar y tienes que acudir a un especialista, esto como es un paso previo, puede también quitar esos miedos a las personas y decir me voy a abrir, voy a contar lo que siento y no voy a tener miedo a expresar qué me está pasando. Un espacio sanador cuando ponemos palabras a lo que nos pasa, y cuando además tenemos a alguien que nos escucha y que nos acompaña en ese proceso que estamos narrando, conociéndonos ante lo que nos está pasando. Para eso está.

La ambulancia de la escucha” y  teléfono de ayuda

Los Centros de Escucha cuentan con un recurso común en toda España, la UMI (Unidad Móvil de Intervención en crisis). Se trata de una caravana como un brazo -explica Ruiz- que tienen los Centros de Escucha, que se desplaza a los lugares donde las personas no pueden llegar, lo que llamamos la ambulancia de la escucha”. La escucha es muy rica, por el servicio que presta y también porque los propios voluntarios, pueden acompañar al profesional que va en esta Unidad móvil de intervención en crisis y pueden ver los voluntarios cómo se realiza la escucha y   en tiempo real. Por tanto, es un recurso muy valioso tanto para nuestros futuros escuchas como para los usuarios de este servicio. En definitiva, lleva una trayectoria muy importante. Recientemente, la Conferencia Episcopal, como consecuencia del Sínodo, ha publicado un documento donde habla de la importancia de formarse en escucha activa. La diócesis como Valencia no puede ser ajena esta a este servicio y a este espacio”.

El próximo recurso previsto es la activación del teléfono que acompañará la acción de los Centros, y esperamos tener llamadas tanto de personas que quieran ser voluntarias, como de usuarios que necesiten la escucha”. Una vez finalizada la formación total en el mes de enero, el   servicio se iniciará en febrero.

Para contactar:  centrodeescucha@archivalencia.es