29 Abr La Cofradía de Jesús de Medinaceli, integrada en la Semana Santa Marinera, visita el Centro Penitenciario de Picasent Iniciativa coordinada con la Pastoral Penitenciaria de la diócesis
La Cofradía de Jesús de Medinaceli, adscrita a la parroquia de Santa María del Mar de Valencia e integrada en la Semana Santa Marinera, ha visitado el Centro Penitenciario de Picasent en una iniciativa coordinada con la Pastoral Penitenciaria de la diócesis de Valencia.
Víctor Aguado director de la pastoral y cofrade en esta cofradía fue el encargado de posibilitar que la imagen del Señor Rescatado presidiera la celebración eucarística semanal, celebrada por el capellán redentorista Álvaro Ortiz.
Miembros de la Cofradía custodiaron su imagen titular y realizaron una pequeña procesión en los pasillos del centro. La religiosidad popular, como Iglesia que es, recoge y mantiene la llamada que se hace a los discípulos del Crucificado establecida en Gaudium et spes 1: “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres, en especial de los pobres y los que sufren…”, informa el presidente de la cofradía, Juan Agustín Blasco Carbó.
Igualmente, la herramienta de Nueva Evangelización conocida como CURSO ALPHA, en marcha hace ya quince años, pudo ofrecerse en el Centro Penitenciario. Desde entonces, el presidente de la cofradía ha dirigido alrededor de treinta cursos en toda la diócesis. «Este año hemos tenido la oportunidad, sostenidos por la Pastoral Penitenciaria, de realizarlo entre los hermanos privados de libertad. Realmente la evangelización entre los que sufren tiene una contundencia y
consistencia especial, pero entre rejas aún más, añade.
«Lo mejor de nuestra fe es que es cierta: Cristo Vive y con Él resucitado su mensaje de que Dios es Padre de todos resuena en toda circunstancia humana desde una victoria y redención irreversible. Sólo que ese mensaje es especialmente necesario entre algunos hijos de Dios. Pido a vosotros vuestra oración para que el curso siga “liberando” a tantos hermanos presos en el Nombre de Jesús y para que la Iglesia nunca deje de consolar allí donde el dolor esclaviza a cualquier ser humano. Así seguiremos manifestando que el Reino ciertamente ya esta aquí», afirma.