13 Dic José Luis Sánchez, Vicario de Cultura: “La reconstrucción de las zonas afectadas por la DANA precisa que todos trabajemos unidos” X Aniversario de la Cátedra de la Caridad Santo Tomás de Villanueva de la Universidad Católica de Valencia
-“La Cátedra de la Caridad de la UCV, durante estos diez años, viene realizando una labor de anuncio de la Verdad y del Bien desde el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, y de denuncia de las incoherencias humanas que provocan situaciones injustas que afectan a los más necesitados”
José Luis Sánchez, Vicario de Cultura y Relaciones Institucionales
Este domingo 15 de diciembre la Cátedra de la Caridad de la Universidad Católica de Valencia cumple 10 años desde su creación en 2014 por el entonces cardenal arzobispo de Valencia, D. Antonio Cañizares Llovera. El vicario de Cultura de Valencia y director de la cátedra, D. José Luis Sánchez García, ha apuntado que “la Cátedra de la Caridad de la UCV, durante estos diez años, viene realizando una labor de anuncio de la Verdad y del Bien desde el evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, y de denuncia de las incoherencias humanas que provocan situaciones injustas que afectan a los más necesitados, fundamentada en un trabajo de análisis con un equipo de investigadores de varias universidades, ofreciendo reflexión y propuestas para el problema de la pobreza y el hambre”.
La cátedra fue creada con la intención de dotar a la universidad de un espacio de encuentro e investigación sobre la importancia de la caridad, centrada, de manera especial, en aquellos que sufren la pobreza y el hambre. Su trabajo plantea una propuesta que apuesta decididamente por un desarrollo integral del ser humano, en línea con el magisterio de la Iglesia.
El patrono de la cátedra, Santo Tomás de Villanueva, obispo ejemplar de Valencia del s. XVI conocido como “padre de los pobres y amigo de los que sufren”, motiva y guía la labor de la cátedra, por lo que dar a conocer su legado es una de sus prioridades.
Quisiéramos en este punto recordar al que fuera director y promotor de la Cátedra de la Caridad Santo Tomás de Villanueva, D. José Máximo Lledó López-Cobo, fallecido a finales de 2022. Su labor y dirección fue encomiable, sobre todo en los primeros pasos de esta cátedra.
La cátedra pretende concienciar a la sociedad acerca de la importancia de estar cerca de los que sufren cualquier forma de necesidad, ya sea corporal, material, intelectiva, afectiva o
espiritual. En ese empeño la cátedra realiza periódicamente, con motivo de efemérides señaladas, diversos comunicados que invitan a la reflexión sobre una realidad concreta que afecta a los más vulnerables (personas mayores, personas con diferentes capacidades, problemas de adicciones, personas que sufren la soledad, la marginalidad, la injusticia, el desempleo, la trata, etc.).
Toda esta labor es posible gracias a un grupo humano cuyos integrantes, cada uno desde su disciplina, aborda el problema de la pobreza y el hambre a través de la Línea de investigación Pobreza y Hambre, por la que han pasado más de 70 investigadores y colaboradores que trabajan en estas cuestiones. Los análisis por ellos realizados sobre la situación de las personas que padecen pobreza y hambre, así como la propuesta de algunas soluciones, se han concretado en varios congresos internacionales Pobreza y Hambre dentro de esta universidad, con sendas publicaciones, algunas de ellas en revistas de alto impacto internacional.
El primer congreso, en 2016, trató sobre la destrucción de alimentos y nuevas fuentes, y contó con figuras de prestigio internacional como los premios Nobel de Medicina Werner Arber y Richard J. Roberts, el Dr. Ingo Potrykus, creador del arroz dorado, o Mons. Marcelo Sánchez Sorondo, por entonces canciller de las Pontificias Academias de las Ciencias y de las Ciencias Sociales. La segunda edición, en 2017, abordó la importancia de la sostenibilidad, apoyándose en figuras como el Dr. Marc Van Montagu, biólogo belga galardonado con el Premio Mundial de la Alimentación, o el Dr. Jeffrey Sachs, economista de talla mundial, experto en pobreza y desarrollo. En el tercer congreso, en 2021, se analizaron la educación y la tecnología en el contexto de la pandemia de COVID, gracias al Dr. Marcelo Suárez Orozco, Canciller de la Universidad de Massachusetts Boston, o Mons. Chica Arellano, Observador
Permanente de la Santa Sede ante la FAO, PMA y FIDA. La cuarta edición, en 2023, planteó un abanico de experiencias en la lucha contra la pobreza y el hambre desde diferentes ámbitos, y contó con el Dr. Stefano Zamagni, profesor de Economía de la Universidad de Bolonia y presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales o el emprendedor social Antonio Espinosa de los Monteros, CEO de la empresa social AUARA, entre otros. En cada uno de los congresos, los investigadores de la línea Pobreza y Hambre han presentado sus análisis del tema tratado, desde el enfoque propio de su disciplina, como filosofía, teología, medicina, veterinaria, nutrición, ciencias experimentales, economía y empresa, educación, ingenierías, etc.
En el cumplimiento de sus fines, la cátedra también ha organizado actividades de difusión y conocimiento de su patrono, como el congreso de 2018 sobre Santo Tomás de Villanueva, postulado como Doctor de la Iglesia, que reunió a las tres órdenes agustinianas y supuso un importante respaldo a la causa del nombramiento del santo, actualmente en curso.
Adicionalmente se han realizado jornadas, seminarios y conferencias sobre temas de actualidad. Hace un mes nos disponíamos a celebrar la quinta edición del congreso Pobreza y Hambre, pero la tragedia acaecida con motivo de la dana que ha asolado la zona sur de Valencia ha hecho aconsejable aplazar sine die el encuentro.
«Queremos estar cerca, no solo con nuestra solidaridad y ayuda material, sino también con un mensaje de esperanza»
El director de la cátedra, José Luis Sánchez, ha declarado que “en estos días en los que seguimos viviendo de cerca el drama de tantos valencianos afectados por la dana, que han perdido seres queridos, su hogar o su medio de vida, queremos estar cerca, no solo con nuestra solidaridad y ayuda material, sino también con un mensaje de esperanza. La reconstrucción de las zonas afectadas por la dana precisa que todos trabajemos unidos en estos momentos, más allá de las responsabilidades de cada uno.
Como afirmó el arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent, «que las diferencias no lleguen a convertirse en divisiones, que las perspectivas distintas a la hora de afrontar los problemas no perjudiquen a los más necesitados» 1 . Las distintas autoridades y el conjunto de la sociedad civil debemos aunar fuerzas y superar las diferencias en pro de la atención a los afectados. Sobreponerse a esta difícil situación no será tarea fácil, no lo está siendo, y requerirá tiempo para restañas las heridas.
En medio de tanto padecimiento y desesperación, sin embargo, hay signos que animan a mirar más allá del barro y del dolor. Así, el ejemplo de generosidad de tanta gente volcada desde el primer momento, muchos de ellos jóvenes, han sido luz, no solo para los afectados sino para todos. Esta reacción altruista va mucho más allá de lo material, y apunta a una grandeza de espíritu que nos muestra el camino y nos abre a una Esperanza mayor. En ella descubrimos el sentido más profundo de la auténtica Caridad, que gratifica al que la practica más que al que la recibe y que es capaz de transformar al que da y se da, sobreponiéndose al dolor y a la desesperanza”.
Sirvan estas palabras para reconocer y agradecer la labor de tantos voluntarios que han dado, y siguen dando, todo lo que han podido, con una entrega total, que abarca desde lo material, a lo psicológico y lo espiritual, puesto que han aparecido necesidades menos tangibles, como la de ser escuchado, ser comprendido, ser acompañado y no sentirse solo en la desgracia. Agradecer asimismo el esfuerzo de Cáritas y otras organizaciones benéficas que han colaborado desinteresadamente a paliar las consecuencias de esta tragedia.
La Cátedra de la Caridad quiere estar ahí, con los afectados y con los voluntarios, con todos los que se sienten llamados a ser luz y apoyo para otros. Es la vocación de permanecer al lado del que sufre, en la que todos tenemos algo que aportar. Agradecemos a Dios que nos permita descubrir estas realidades tan profundas en medio de la catástrofe y le pedimos que nos permita una nueva década para poder seguir avanzando en esta labor de concienciación, apoyo e investigación en favor de los más necesitados.
