En cumplimiento de este mandato del Sínodo, Don Miguel Roca Cabanellas erigió dentro del Centro Diocesano de Estudios Pastorales, una Escuela de Pastoral, que su sucesor Don Agustín García Gasco la dotó de un Estatuto con fecha de 29 de junio de 1994, cambiándole el nombre primitivo por el de Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas. La finalidad de la antigua Escuela Diocesana de Pastoral, de Don Miguel Roca Cabanellas, y la del nuevo Instituto, erigido por Don Agustín García Gasco, fue siempre la misma: que hubiera en la diócesis una misma formación en la fe, de grado medio, para los agentes de pastoral y otras personas interesadas personalmente en su formación cristiana. En efecto, Don Agustín, puso al comienzo del decreto de erección, su firme convencimiento de que “la formación de los agentes de pastoral es una necesidad absolutamente indispensable, si queremos responder adecuadamente a los retos que la nueva evangelización plantea a nuestra Iglesia”.
Pasados ya más de treinta años de su fundación el Instituto sigue todavía desarrollando su función educativa y han sido varios miles los alumnos que han pasado por las numerosas sedes que se han ido erigiendo, repartidas por casi toda la geografía diocesana. Además, con el paso de los años, se ha ido formando un cuadro de profesores, con una cualificación de licenciados en teología, sagrada escritura o teología moral. Su número puede estimarse actualmente en unos treinta profesores, seglares y sacerdotes aproximadamente al 50%. Además, son varios los profesores de la Facultad de Teología, con una titulación del grado de doctor, que han impartido o están impartiendo clases en el IDCR. Se han publicado igualmente libros de texto para los alumnos de Fe-Cultura, Sagrada Escritura, Teología Dogmática, Moral Católica e Historia de la Iglesia.
El intento de una institución formativa de grado medio, como pretende ser el Instituto Diocesano de Ciencias Religiosas, es proporcionar al alumno unos conceptos fundamentales sobre cada uno de los grandes temas del actual diálogo Fe-Cultura, de la Sagrada Escritura y de la Teología Dogmática y Moral, así como capacitarle para transmitir el mensaje cristiano en un campo determinado de la acción pastoral en las parroquias, movimientos, colegios o instituciones de promoción y acción social. Constituye un nivel intermedio entre la formación básica que todo cristiano ha de recibir y el nivel propio de los centros superiores de Teología y Ciencias Religiosas, al que sólo pueden tener acceso un reducido grupo de sacerdotes, religiosos y seglares, dada la dedicación al estudio y la duración de la carrera que se exige en esos centros.
En este sentido, el Instituto quiere continuar siendo instrumento eficaz para conseguir su intención fundacional, expresada por el Sr. Arzobispo Don Agustín en el Decreto de erección canónica del 29 de Junio de 1994, en donde entre otras cosas podía leerse: «para que la colaboración (de los seglares y religiosos) esté a la altura de las exigencias actuales, ya no basta solamente la buena voluntad. La formación de los agentes de pastoral es hoy una necesidad absolutamente indispensable, si queremos responder adecuadamente a los retos que la nueva evangelización plantea a nuestra Iglesia».