29 Ene La imagen de la beata Inés sale por primera vez de Benigànim para visitar a la Virgen de los Desamparados en su Basílica De esta manera, devuelve el recorrido que realizó la Mare de Déu a esta localidad en julio
La imagen procesional de la beata Inés de Benigánim, cuya festividad presidió el pasado fin de semana el Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, salió ayer por primera vez de su localidad para visitar a la Virgen de los Desamparados en su Basílica en Valencia.
De esta manera, esta salida de la imagen de la Beata ha querido devolver el recorrido que realizó la Mare de Déu a Benigànim el pasado mes de julio, dentro de su itinerario por poblaciones y santuarios de la diócesis con motivo del Año Jubilar del Centenario de su Coronación de la Virgen de los Desamparados.
La Basílica de la Virgen acogió ayer una misa en presencia de la imagen de la beata, junto a la imagen de la Virgen de los Desamparados que preside el Altar Mayor. En ella participaron numerosos devotos, procedentes de Benigànim, y su párroco, Antonio Martínez.
Precisamente, la imagen de la beata Inés fue elaborada por el mismo escultor de la imagen peregrina de la Virgen de los Desamparados, Octavio Vicent.
El pasado sábado 21 de enero, tuvo lugar la festividad litúrgica en honor a Josefa Teresa Albiñana Gomar, conocida como la beata Inés (Benigànim, 1625-1696) religiosa agustina descalza que fue la primera mujer valenciana en ser elevada a los altares cuando fue beatificada hace más de 130 años.
El arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, presidió una misa solemne de campaña, en la plaza de la beata, en la que aseguró refiriéndose a ella, que es “uno de los frutos de santidad que Dios ha regalado a nuestra diócesis”.
Monseñor Benavent manifestó que “Inés de Benigánim nos enseña que en nuestra vida hemos de hacer el esfuerzo de ver y de valorar las cosas no con los criterios humanos sino con los ojos de Dios”. “Que el amor de Inés de Beniganim en el Senyor nos impulse a no olvidar que el camino de vida de todo cristiano no es otro que un crecimiento en la amistad del Senyor”, añadió.
Una religiosa “con una vida espiritual intensa”
Josefa Teresa Albiñana Gomar, que asumió como religiosa el nombre de Josefa María de Santa Inés, nació en Benigànim en 1625 y con 18 años ingresó en la orden de las Hermanas Agustinas Descalzas fundada por San Juan de Ribera. Hasta su muerte en 1696, con 70 años, permaneció en el monasterio de Benigànim realizando los oficios más humildes del convento y cuidando de las religiosas enfermas.
Fue beatificada el 26 de febrero de 1888, por S. León XIII, por lo que ese mismo día de 2023, se cumplirá el 135 aniversario de su beatificación.
La beata Inés “fue una religiosa con una vida espiritual intensa, llena de revelaciones místicas, como el abrazo que recibe de Jesús, quien libera sus manos de los clavos del crucifijo frente al que oraba la religiosa o el naranjo que creció habiéndolo plantado al revés la misma beata Inés, árbol que se conserva en el municipio”, según el Archivo de Religiosidad Popular.
Casa Recuerdos Beata Inés
En Benigànim puede visitarse la Casa Recuerdos Beata Inés, una iniciativa impulsada por las Madres Agustinas Descalzas del monasterio de la Purísima Concepción, San José y Beata Inés para dar a conocer la figura, vida y espiritualidad de la beata.
En el recorrido por el museo “se puede disfrutar de la mejor colección de recuerdos, obras plásticas y objetos personales entre otros artículos relacionados con la religiosa beniganense”, informan desde el monasterio.
Cuenta con varias salas y murales donde se relata la historia de las Agustinas Descalzas, la orden religiosa a la que perteneció, en una recreación realista de las dependencias de un monasterio de la orden, así como objetos de varias fundaciones (ya extinguidas) “en total armonía con escenas de su vida, lo que permite sumergirse en la espiritualidad agustiniana descalza del siglo XVII”.
La “Casa Recuerdos Beata Inés” cuenta, además, con espacios dedicados a exposiciones temporales y a actividades informativas y culturales para una mayor divulgación de su figura. El recorrido incluye también “la tradicional visita al sepulcro de la Beata y a la huerta en la que le ocurrieron hechos prodigiosos”.