16 Jun Ignacio Grande: “Corremos el riesgo como sociedad de normalizar la pobreza: tenemos que abrir los ojos y el corazón ante el sufrimiento de las personas” En la respuesta de ayuda a Ucrania, “los valencianos se han fiado de Cáritas Diocesana”, destaca monseñor Ros
A la vista de las cifras de personas atendidas por Cáritas Diocesana de Valencia en 2021, más de 48.000 según los últimos datos, desde la entidad proponen “sembrar esperanza, ya que no podemos ser optimistas” y “abrir los ojos y el corazón ante el sufrimiento de las personas porque como sociedad corremos el riesgo de entender la pobreza como un hecho a aceptar y normalizar y no como una lacra a combatir, es lo peor que puede pasarnos”.
Son palabras del director de Cáritas Diocesana de Valencia, Ignacio Grande, en la presentación de la memoria institucional de 2021, acto celebrado esta mañana en la sede de la entidad en el que también ha participado monseñor Arturo Ros, obispo auxiliar de Valencia y responsable del área de Acción Caritativa y Social de la diócesis; y Aurora Aranda, secretaria general de Cáritas Diocesana de Valencia.
Tras analizar las acciones realizadas en 2021 y programas de acompañamiento de personas en la diócesis, Grande ha destacado como retos principales “promover políticas públicas relacionadas con vivienda y empleo; continuar trabajando en el ámbito de las rentas básicas y en políticas públicas de extranjería; potenciar las políticas para favorecer los cuidados: a mayores, menores, dependientes y enfermos; y crear comunidades parroquiales abiertas y fraternas”.
Con la presentación de esta memoria finalizan los actos del 60 aniversario de la puesta en marcha de la entidad en la diócesis de Valencia, por eso el director ha agradecido “todo el apoyo recibido por parte de empresas, particulares y voluntarios que nos han acompañado durante todos estos años”.
Ros: “Estamos más vivos que nunca pero necesitamos la generosidad de los valencianos para seguir respondiendo”
Los últimos años no han sido fáciles y Cáritas lo sabe bien. Tal y como ha explicado el obispo auxiliar, Arturo Ros, seguimos sufriendo una crisis social y económica seria y grave; hemos vivido una pandemia y sus consecuencias; también la guerra en Ucrania y la crisis humanitaria de los refugiados. Pero “frente a todas estas experiencias, se han engrandecido en el deseo de servicio y entrega y los programas de Cáritas, en todos los ámbitos, y hemos abierto las puertas de nuestras Cáritas parroquiales y de Cáritas Diocesana a todo el mundo, no hacemos distinciones nunca”.
Por todo ello, “tenemos una gran noticia que compartir: en Cáritas Valencia estamos más vivos, más agradecidos y con más ganas de complicarnos la vida que nunca y podemos decir que nuestro corazón se ha hecho mucho más grande y que vamos a seguir peleando”, ha indicado Ros.
Respecto a la respuesta dada por Cáritas Valencia frente a la guerra en Ucrania, “ha sido pionera en España y las aportaciones económicas han sido elevadísimas, lo que confirma que Valencia es lugar de gente agradecida y buena, que se desvive cuando ve necesidades”. Del mismo modo, se ha demostrado que “no bastan sólo las palabras, hacen falta hechos, y en la respuesta de ayuda a Ucrania, la gente se ha fiado de Cáritas Diocesana. Esto es emocionante y es signo de la eficiencia y honestidad de la entidad”.
Por último, monseñor Ros ha recordado que este domingo celebramos la festividad del Corpus Christi, el día de la caridad y también de Cáritas. Por eso, las colectas se destinarán a la entidad valenciana que, como remarca el obispo auxiliar, “tiene mucha necesidad por el esfuerzo económico realizado, sobre todo en los últimos meses. Solo con más ayuda podremos seguir respondiendo en primera línea, por eso lanzamos una llamada a la generosidad del pueblo valenciano”.
“Necesitamos comunidades parroquiales abiertas y fraternas”
Entre los retos de cara al futuro, Ignacio Grande ha explicado que las administraciones públicas “tienen que garantizar el acceso a los derechos de las personas a las que acompañamos, que son derechos básicos como el empleo y la vivienda”.
Como ejemplos de políticas públicas, “son fundamentales las relacionadas el empleo digno y la vivienda: es necesario un aumento de parque público de vivienda social y más ayudas al alquiler, y la aplicación sin demora de la normativa ya existente respecto al empadronamiento”, sin olvidar que “hay cada vez más familias que no pueden pagar los suministros de gas y electricidad, de ahí la importancia de las moratorias de cortes”.
También piden desde Cáritas “continuar trabajando en el ámbito de las rentas básicas y en políticas públicas de extranjería, y fomentar las políticas para favorecer los cuidados de las personas y garantizar el bienestar físico y emocional para una vida digna, y para acompañar a los que sufren la enfermedad del siglo XXI que es la soledad no deseada”, ha añadido Grande.
Además, “debemos seguir caminando en esa perspectiva de ser comunidades parroquiales abiertas, fraternas y acogedoras, lugares donde las personas atendidas encuentran la solución a problemas puntuales y, lo que es más importante, se crean lazos efectivos y afectivos”.
“Es importante y debemos reconocer a esas personas acompañadas por Cáritas no sólo como sujetos de necesidad sino como portadores de posibilidades, personas con derechos, vulneradas porque se les despoja de ellos, y no vulnerables”, ha indicado.
Por todo ello, como mensaje final, el director de Cáritas Valencia ha señalado que “si todos contribuimos, en la medida de nuestras posibilidades, se pueden revertir muchas situaciones de pobreza y exclusión. La única manera de generar este impacto en la sociedad es estar cerca de las personas a las que atendemos, sufrir con los que sufren. Por eso, aunque vivimos un momento duro es también apasionante para creer en la esperanza, trabajar en ella y sembrarla”.