Fundación Madrina: Ayuda psicológica y atención especial a familias con niños pequeños Ha activado la línea MadrinaSOS (900 670 353) disponible las 24 horas del día 

Fundación Madrina: Ayuda psicológica y atención especial a familias con niños pequeños Ha activado la línea MadrinaSOS (900 670 353) disponible las 24 horas del día 

Nada más conocer la magnitud de la tragedia la Fundación Madrina, una entidad que ayuda a las madres en situación de vulnerabilidad se puso en marcha. No solo para ayudar a madres y niños sino aquel que necesitase ayuda. El presidente, Conrado Giménez, junto a un grupo de voluntarios se desplazaron a la zona a ofrecer su ayuda. Allí se pusieron a disposición de las parroquias, puesto que como él mismo indica, “es las que mejor organización llevaban y la institución más eficaz para atender a las víctimas”. En ese primer momento ofrecieron desde alimentos hasta productos básicos y sobre todo para los bebés como pañales o leche materna.

Con el paso de los días, como explica Conrado, “las necesidades fueron cambiando y sobre todo vimos la necesidad de ofrecer apoyo psicológico porque empezaban a caer”. Así, que incluso con megáfono en mano, recorren las zonas afectadas para ofrecer su ayuda. Una mano tendida que muchos recogen, “porque así lo necesitan”. 

Además con la intención de ofrecer soporte permanente e integral a estas personas, la Fundación Madrina ha activado la línea MadrinaSOS con el número 900 670 353, en la cual los afectados por la riada pueden comunicar sus necesidades materiales, sanitarias y psicológicas. Esta información servirá para focalizar la asistencia a las víctimas, optimizar el envío de material y coordinar las labores de los voluntarios en el epicentro de la tragedia en la Comunidad Valenciana.

Un techo para quienes lo han perdido

Igualmente, la Fundación Madrina está habilitando una residencia en el municipio de Almenara, en la provincia de Castellón, para que una docena de familias monoparentales, cuya casa haya sido abnegada por la riada, puedan contar con un lugar seguro para reconstruir sus vidas, en tanto que encuentran un lugar definitivo para asentarse.

La propiedad, cedida por la Congregación Hermanas Angélicas, tiene doce habitaciones con baño privado, dos cocinas, un patio, comedor comunitario, varios salones, una terraza, capilla y está equipada con todo lo necesario para una estancia cómoda y segura. Una vez los voluntarios de la Fundación Madrina culminen en una primera fase las labores más urgentes de rescate y ayuda a la supervivencia de las víctimas en Valencia, comenzarán a entrar las familias. Se espera que esto ocurra a partir de diciembre.

Familias que salvan familias

Asimismo, la Fundación Madrina anuncia la creación del programa “Familia salva familia”, a través del cual hogares y pueblos de diferentes Comunidades Autónomas podrán acoger a las familias afectadas de Valencia con menores a cargo, mientras encuentran una solución habitacional, y será a través del Programa Pueblos Madrina que la entidad viene desarrollando desde hace 10 años, y en el que ha realojado a más de 300 familias y cerca de 1.000 niños.

Atención psicológica

El grupo de atención social de la Fundación Madrina en Valencia, compuesto por trabajadoras sociales y especialistas en psicología, ha podido atestiguar el desgaste en la salud mental de los afectados por la Dana. Mariela Guerrero, integrante del equipo social, ha manifestado que el síntoma más recurrente es el insomnio: “muchas personas nos manifestaron que conciliar el sueño les está resultando difícil porque aún piensan por las noches en lo que ocurrió ese día.  Se ve bastante incertidumbre y una gran necesidad de información sobre dónde tienen que ir para pedir ayuda o qué requisitos deben cumplir”.

Un vecino de Massanassa, que acude diariamente a Paiporta para ayudar en las tareas de rescate y que acababa de enterrar a su madre víctima de la Dana detallaba que acababa de llevar a un vecino a apoyo psicológico !porque se acababa de caer psicológicamente”, y que él pensaba que iba a caer igualmente cuando dejara de tener esta actividad incesante, “por lo que tenía miedo”. Otra joven vecina de Paiporta informó a la fundación de  su situación: “cuando empezó la Dana estaba en el puente sin poder pasar a ningún lado y veía impotente pasar cuerpos de personas en el interior de vehículos arrastrados por la riada con fango”. Ademas  acababa de notificar el fallecimiento en su domicilio de su abuelo por ahogamiento en el interior de su casa, por lo que estaba en shock, pero quien más lo había sufrido es su hermano de 15 años, que se ha quedado sin habla, por lo que le han tenido que mover a otra ciudad.

Según el equipo médico de la Fundación Madrina que ha estado enlos pueblos afectados “las víctimas de la Dana todavía están vigilantes en modo supervivencia, esperando que en breve empiecen a sufrir la fase del duelo, por lo que siempre hay un riesgo fuerte de suicidio al despertar en medio de la devastación y la pérdida”.

Por otra parte, los integrantes de la Unidad Móvil Social de la Fundación Madrina han tomado registro de las familias que solicitaron ayuda a la entidad durante las visitas a los municipios golpeados: “Hemos tomado los datos de contacto, principalmente de mujeres embarazadas y familias con niños pequeños, para ayudarlos, no solamente ahora, sino también a largo plazo, para garantizarles una correcta alimentación materno-infantil, y para que tengan las herramientas necesarias para la vuelta al cole, a través de una atención psicológica prolongada en el tiempo”. 

Con estos programas, la Fundación Madrina apuesta por una reconstrucción integral de Valencia a largo plazo y seguirá ofreciendo su ayuda.