10 Mar La Delegación en Valencia del Foro de la Familia denuncia la intolerancia de los que ofenden impunemente los sentimientos y convicciones religiosas de la mayoría de los ciudadanos "Determinados colectivos pretenden imponer sus opiniones e ideología al conjunto de la sociedad"
La Delegación en Valencia del Foro de la Familia (FORO) denuncia la intolerancia de los que ofenden impunemente los sentimientos y convicciones religiosas de la mayoría de los ciudadanos y recuerda que las libertades de conciencia y de religión son derechos humanos fundamentales.
Estos derechos están reconocidos y protegidos por la Declaración Universal de Derechos Humanos, por la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea y por otras normas, convenios y pactos internacionales. Los ciudadanos no debemos acostumbrarnos, a pesar de su reiteración, a que estos derechos sean periódicamente agredidos por diversos colectivos, organizaciones, individuos e incluso, en algunas ocasiones, hasta instituciones.
En muchas ocasiones se utiliza como coartada para este tipo de ataques una supuesta libertad de expresión, mal entendida obviamente. En el caso que denunciamos ahora en Valencia la ofensa proviene de un cartel publicitario de una discoteca que mezcla imágenes irreverentes de referencia religiosa católica con otras de contenido erótico o sexual, utilizando también temática fallera, y bajo un lema absolutamente incoherente y falso: “somos cultura, somos tradición, somos diversidad”. Es evidente que el desagradable cartel, ejemplo de mal gusto y falta de respeto, nada tiene que ver con la cultura y tradiciones valencianas ni tampoco con la “diversidad” que proclaman, pues su talante intolerante no invita a la diversidad ni a la inclusión, sino más bien a la exclusión de una gran parte de los ciudadanos. El FORO denuncia que parece haber carta blanca para determinadas burlas, mofas y actitudes, como si los creyentes de cualquier confesión fueran ciudadanos de segunda categoría. Condenamos el fanatismo intolerante de quienes son incapaces de respetar las convicciones y creencias ajenas.
Determinados colectivos pretenden imponer sus opiniones e ideología al conjunto de la sociedad, poniendo de manifiesto que existe una doble vara de medir al valorar de diferente forma las agresiones y ofensas según cuál sea su contenido y sus destinatarios. ¿Consideran tan poco valioso aquello en lo que creen y lo que practican que solo saben defenderlo y promoverlo insultando, mostrando su odio, gene- rando división en la sociedad y atacando a los que no viven o piensan como ellos?
El FORO siempre ha defendido cívica, pacífica y democráticamente sus opiniones y propuestas, y, una vez más, exigimos respeto absoluto a quienes, paradójicamente, suelen reclamar tolerancia para sus plantea- mientos y actitudes y se erigen en censores y jueces de los demás. Estas ofensas se pueden perpetrar tanto por la acción de sus autores y responsables directos, como por la omisión de los que las hacen suyas con su silencio complacido, cómplice y cobarde.