28 Abr La ermita de San Antonio de Carcaixent cierra al culto tras el desprendimiento de una de sus bóvedas y parte del techo El templo no presentaba desperfectos, goteras ni grietas, pero ahora inicia un estudio para su rehabilitación
La ermita, que data del siglo XVII, no presentaba hasta ahora desperfectos, ni grietas ni goteras, por lo que no se podía sospechar de daños en su estructura, según el párroco, José Miguel Peris, que da gracias de que haya ocurrido un día en que el templo estaba cerrado porque hubiera podido provocar daños serios a la feligresía.
Así, la ermita de San Antonio abría todos los lunes, para celebrar los llamados “lunes de San Nicolás” para rezar al santo, y los sábados, con la celebración de misas, y “este hecho ocurrió el martes”. El ruido provocado por la caída de la bóveda con parte de la talla del techo al suelo- destrozando gran parte de los bancos del templo- alertó a un vecino que inmediatamente avisó al párroco.
Hoy, un perito del seguro se ha acercado a la ermita para valorar los desperfectos que también han sido supervisados por arquitectos locales. Ahora, desde la parroquia se está a la espera de conocer el origen del desprendimiento y realizar un proyecto de intervención.
“Aún no se saben las causas, pero todo apunta a un deterioro de la estructura del tejado del templo” que hasta ahora- durante todo este tiempo- no había sido rehabilitado. Además, “la talla de escayola del techo, colocada en el siglo XX, impedía ver las bóvedas que se encontraban ocultas por encima de éste y bajo el tejado de la iglesia”, señala el párroco.
Las celebraciones que hasta ahora acogía la ermita, ubicada en el barrio de Les Barraques de Carcaixent, han sido trasladadas a la parroquia San Francisco de Paula y San Antonio de Padua, en donde ha sido llevada también la imagen de San Nicolás para que siga la tradición de los lunes de rezarle al santo.