12 Sep El SAMIC presenta en la Archidiócesis de Pamplona y Tudela su trabajo y plan de formación
El Servicio de Acompañamiento y Mediación Canónico (SAMIC) del Arzobispado de Valencia ha comenzado el nuevo curso con una gran actividad. Un claro ejemplo es que el pasado 7 de septiembre la Archidiócesis de Pamplona y Tudela invitó a los responsables del SAMIC para que presentaran su trabajo, experiencia y plan de formación ante los profesionales y agentes de pastoral que intervienen en la diócesis navarra.
La reunión se desarrolló en el Seminario Conciliar de San Miguel en la ciudad de Pamplona y la cita fue presidida por el arzobispo Mons. Francisco Pérez González. La presentación por parte del SAMIC fue conducida por su director, Jorge García, y participaron otros profesores del servicio.
La sesión destacó por la asistencia de un gran número de profesionales altamente cualificados en el trabajo de atención a las familias en Navarra. Asimismo estuvo presente el Vicario Judicial de la Archidiócesis, Carlos Esteban, junto con profesionales del foro y el Delegado de Pastoral Familiar, Miguel Garisoain, acompañado por otros miembros del equipo de pastoral familiar.
Mons. Francisco Pérez dio la enhorabuena al servicio SAMIC y agradeció la labor tan necesaria que está realizando en las diócesis españolas. Asimismo constató el gran aumento de los divorcios y las consecuencias que en algunos casos tiene para las familias y especialmente para los hijos. Por ello resaltó la necesidad de la existencia de servicios en favor de las familias que ayuden en los momentos de dificultad.
El Arzobispo de Pamplona y Tudela también quiso destacar el nuevo enfoque que propone el Servicio de Acompañamiento y Mediación no solo para la atención de las crisis, sino para la prevención de las mismas. Enfatizó especialmente que en todo momento se pusiera en valor el poder de la oración dentro del trabajo de los especialistas que trabajan para ayudar tanto a los novios, como a los matrimonios y a las familias.
La sesión finalizó invocando la intercesión de la Virgen María en la víspera de su Natividad y poniendo bajo su protección el trabajo de los allí presentes.