27 May El SAMIC duplica el número de alumnos en el II Encuentro de Formación Permanente Participan especialistas de 25 diócesis españolas que implican a más de 125 alumnos
La participación en el II Encuentro de Formación Permanente del Servicio de Acompañamiento y Mediación Canónica (SAMIC) se puede calificar como de un auténtico éxito. Más de 125 alumnos, procedentes de 25 diócesis españolas, se han inscrito a las dos jornadas formativas que se han organizado. El SAMIC duplica con esa cifra el número de alumnos que participaron en la primera edición.
El primer día de formación, que se desarrolla de manera online, tuvo lugar el jueves 23 de mayo de 2024 y fue muy enriquecedor, no sólo por la variedad de los temas tratados sino también por los diferentes perfiles profesionales que asistieron: delegados de pastoral familiar, elencos de abogados de los tribunales eclesiásticos, matrimonios que acompañan, mediadores, psicólogos, sacerdotes y otros. La segunda jornada de formación será este miércoles, 29 de mayo, y en la misma participará el arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent, con la reflexión «La sacramentalidad del matrimonio en la sociedad actual».
Jorge García Montagud, vicario judicial de la Archidiócesis de Valencia y director del SAMIC, dio la bienvenida a los asistentes de la primera sesión y presentó a los ponentes, resaltando lo que aporta la formación compartida de todos los que trabajan ayudando a la familia y el nuevo enfoque de un SAMIC muy profesionalizado, con un protocolo de actuación y pastoral que integra como novedad la figura de matrimonios que acompañan a otros matrimonios.
Ponencia de S.E.R. Mons. Juan Ignacio Arrieta Ochoa de Chinchetru, secretario del Dicasterio para los Textos Legislativos: «Matrimonios que acompañan: algunas claves para ayudar a matrimonios en dificultad».
Mons. Arrieta expresó la preocupación de la Iglesia por las familias y los matrimonios en crisis y aprovechó para reflexionar sobre el documento «El itinerario catecumenal para la vida matrimonial», que elaboró hace dos años el Dicasterio para los Laicos y las Familias.
Remarcó que el matrimonio «es una unidad bellísima, que hay que construir y tiene que crecer de forma conjunta». «Es natural que haya fases, momentos y situaciones cuesta arriba, con dificultades en la convivencia y momentos de incomprensión, y que no podemos ignorar que las situaciones de conflicto son momentos de crecimiento, para dar un salto de calidad en la vida conyugal, una oportunidad para crecer», dijo.
Recalcó también el secretario del Dicasterio para los Textos Legislativos que en el acompañamiento hay que distinguir estas situaciones «de otras más complejas» en las que el momento «es más que una crisis y descubrimos que el problema está en el planteamiento de base del matrimonio».
Aprovechó para animar al SAMIC en su nueva iniciativa del acompañamiento de matrimonios por matrimonios, remarcando que «vivimos en una sociedad muy secularizada donde las personas cada vez menos van a los sacerdotes y a las iglesias. Puede que sean las familias un gran elemento de salvación, un matrimonio ayudando a otro, entrando en relación, compartiendo experiencias, viviendo la amistad, rezando juntos y proponiendo los Sacramentos».
Destacó monseñor Arrieta que es novedoso lo que el SAMIC está haciendo como organización: «Hay muchos movimientos y asociaciones que hacen algo similar para los cercanos, pero destacaría que lo que hace el SAMIC es algo transversal, que incorpora experiencias de grupos, asociaciones y movimientos muy distintos, lo que enriquece a todos los tratamos de vivir como cristianos». Por eso mismo, insistió en la importancia de promoverlo y dar a conocer sus iniciativas.
Terminó el ponente diciendo que es fundamental tener «gran confianza en el Señor, descubrir que aunque las personas somos capaces de cualquier cosa, el Señor rescata a las personas».
Ponencia de Mons. Jesús Rodríguez Torrente, juez auditor del Tribunal de la Rota: “Los principios procesales en la declaración de nulidad matrimonial. Principios inspiradores canónicos y pastorales”
Mons. Rodríguez Torrente, juez auditor del Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica de Madrid, profundizó en el sentido del proceso de nulidad canónica, que es la búsqueda de la verdad y que tiene como fin último de este proceso la salvación de las almas. También se rige, entre otros, en los principios teológicos de comunión, de equidad y de pastoralidad.
“Lo que rige el proceso canónico es la capacidad de poder descubrir la verdad de la persona y la verdad del matrimonio. Lo que inspira este proceso es recuperar a la persona para la Iglesia y para el mundo», apuntó. Recordó que los últimos papas, desde Pío XII hasta el Papa Francisco, han insistido en la salvación de las almas como fin propio del proceso de nulidad, la función judicial como función pastoral y la importancia de trabajar por prevenir las nulidades matrimoniales.
Afirmó el ponente en diferentes momentos que «el proceso de nulidad es un proceso verdaderamente sanador» por impartir justicia mitigada por la dulzura de la misericordia e invitó a reflexionar sobre lo que considera un asunto pendiente: que la pastoral familiar o matrimonial tenga un diálogo permanente con las vicarías judiciales y los tribunales eclesiásticos, «para poder así aprender de los conflictos que están sucediendo y la forma de actuar y prevenirlos».
Aclaró para finalizar que «nadie en la Iglesia se queda sin obtener justicia por una cuestión económica» y terminó felicitando a todos aquellos que, como el SAMIC, están dedicados al acompañamiento y defensa del
matrimonio.
Ponencia de la Dra. Carmen Casas García, psicóloga clínica: «El vínculo familiar como base de un desarrollo sano».
Carmen Casas es doctora en Psicología, psicóloga clínica, supervisora docente familiar, terapeuta de familia y de pareja y licenciada en Psicopedagogía. Es profesora también en la Facultad de Psicología de la Universidad Católica de Valencia y docente colaboradora en másteres de otras universidades.
Presentó un tema muy necesario para la ayuda a las familias: la importancia del vínculo del apego, es decir, las circunstancias que rodean a la pregunta ¿qué puedo hacer para que me quieran? Una cuestión que se plantea en cada uno de los miembros de la familia.
¿Qué es lo que hace que una persona desarrolle apegos seguros? A juicio de Carmen Casas es necesario ayudar a potenciar estas características en los acompañamientos, como lo realiza el SAMIC.
Habló la ponente del perdón y de los grandes temas relacionados con el mismo, como la culpa, la auto exigencia y la vergüenza, sobre los que encontramos respuestas en nuestra historia. También señaló la importancia de decir «lo siento» e insistió en no perder de vista que se trata de algo «relacional y de la conveniencia de la reparación rápida». Frases como esa evitan que se alarguen las situaciones de rencor en el tiempo, ya que suponen «querer establecer relaciones de confianza».
Recordó finalmente que en lo referente al perdón «la doctrina católica nos da la luz en los puntos esenciales».