02 May El Arzobispo de Valencia se une al pueblo gitano, con los niños del Colegio Santiago Apóstol del Cabanyal Este centro diocesano acoge a estudiantes de familias sin recursos, en un 89 % de etnia gitana
– Realizan una ofrenda en memoria de todas las víctimas gitanas perseguidas a lo largo de la historia
El Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, se ha unido esta mañana al pueblo gitano, con los niños del Colegio diocesano Santiago Apóstol del Cabanyal, en el marco de una visita al centro escolar donde han realizado una oración y una ofrenda simbólica en memoria de todas las víctimas gitanas a lo largo de la historia.
Este centro escolar, perteneciente a la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles, del Cabanyal, acoge actualmente a 200 alumnos de Infantil, Primaria, primer ciclo de Secundaria y Formación Profesional Básica, procedentes de familias sin recursos, en su gran mayoría pertenecientes al pueblo gitano, en un 89 por ciento del total del alumnado.
En la visita ha participado el Arzobispo junto a su secretario, Enric Roig, el vicario episcopal José Luis Sánchez y el director del centro, Jordi Bosch, con los miembros del equipo directivo, de la parroquia y profesorado.
Los educadores han destacado el “carácter innovador de aprendizaje y metodología de este colegio diocesano, un centro ejemplar que ofrece actuaciones educativas de éxito y que es un referente en las comunidades de aprendizaje, en las que se implica a las familias”.
Recordando la celebración hoy del Día Internacional contra el Bullying o el Acoso Escolar, desde el centro han señalado que afortunadamente no se detectan casos porque son los propios alumnos, a través de las asambleas en las que participan en el colegio, los que alertan y frenan a otros niños para no tolerar este tipo de comportamientos, una dinámica en la que también están implicadas las familias.
Oración y ofrenda, en el patio escolar
Tras realizar un recorrido por las instalaciones, ha tenido lugar una oración conmemorativa por el Día Internacional del Pueblo Gitano – que se celebra cada 8 de abril-, en la llamada “Zona Santiago” que es el patio del colegio.
Precisamente, este espacio forma parte de un proyecto del centro que transformó este solar – cedido por el Ayuntamiento – en patio escolar y para el barrio, gracias a la ayuda de los propios estudiantes y personas con problemas de salud mental.
En esta oración han participado los educadores y representantes del alumnado que más tarde han leído peticiones y han lanzado rosas de papel a un río – también representado en un papel dibujado en el suelo- como ofrenda simbólica en memoria de todas las víctimas gitanas que han sido perseguidas a lo largo de la historia.