25 May Fiesta de María Auxiliadora en la parroquia San Antonio Abad de Valencia Presidida por el Arzobispo, con motivo del 125 aniversario de la presencia salesiana en este centro de Valencia
El arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, presidió ayer, viernes una eucaristía de acción de gracias en la parroquia San Antonio Abad de Valencia, con motivo del 125 aniversario de la presencia salesiana en la calle Sagunto de Valencia, coincidiendo con la fiesta de María Auxiliadora.
El Arzobispo participó así en uno de los días más importante del curso para todos los miembros de la parroquia y la comunidad educativa del colegio salesiano, San Antonio Abad, ubicado en la calles Sagunto 188 de Valencia. Así, la directora del centro, Noelia Soriano, con motivo de la festividad ha dedicado un mensaje a las familias en la que señalaba, «aprovecho para felicitaros y pedir que María nos acompañe en nuestras vidas, la hagamos presente y confiemos, como hizo Don Bosco, en Ella»
Igualmente, entre los actos programados por el 125 aniversario, el pasado sábado, la Familia Salesiana “celebró un día festivo que comenzó con un concurso de tartas, continuó con juegos y actividades y finalizó con una eucaristía en el patio”. La coordinadora de pastoral, Merche Ayza, señalaba que “este año por celebrar el 125 aniversario hemos querido revivir esa experiencia de casa salesiana y darle un toque especial a la fiesta recordando las palabras de Don Bosco ‘Ella sí, lo ha hecho todo’”. Asimismo, el templo acogió el rezo de una novena en honor a María Auxiliadora desde el pasado 15 de mayo.
Unos comienzos sencillos en 1898
El 28 de noviembre de 1898 el beato Felipe Rinaldi, inspector de la España salesiana vivió el comienzo de esta obra en la barriada de la calle Sagunto. Una casa que, con unos comienzos sencillos, tuvo unos momentos espléndidos desde sus orígenes hasta la década 1910-1920 gracias al trabajo de salesianos como Guillermo Viñas, director que dejó huella profunda en esta obra. Más tarde, tras la penumbra de la guerra civil, consiguió recuperar su servicio incansable en las décadas 1946-1966, en colaboración con el arzobispo de Valencia, el salesiano Marcelino Olaechea, con un sello pastoral que marcó unas profundas raíces.
Una casa salesiana completa
En la actualidad es una casa salesiana completa, con todos los ambientes pastorales y una serie de propuestas que tienen como finalidad la educación y la evangelización de los jóvenes (Itinerario de Educación en la Fe, Deporte Educativo, Animación vocacional, Arte) para hacer de ellos, en palabras de Don Bosco, honrados ciudadanos y buenos cristianos. Una casa que pone especialmente su mirada en atender a los chicos y chicas en situación de mayor vulnerabilidad en todos los ambientes y, sobre todo, en los distintos proyectos sociales. También en la casa se encuentran una serie de Servicios Inspectoriales y las sedes de la Fundación Iniciativa Solidaria Ángel Tomás y la ONGD Bosco Global.