16 Dic Toma de posesión de mons. Arturo Ros como Obispo de Santander, con la asistencia del Arzobispo En la Catedral de Santander
El Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, ha asistido esta mañana, a la misa de toma de posesión de monseñor Arturo Ros como Obispo de Santander, que ha tenido lugar en la Catedral de la Asunción de Nuestra Señora de esta ciudad. La ceremonia ha sido retransmitida en directo por Trece T.V. y Radio María y también de forma online.
Mons. Enrique Benavent ha concelebrado en la eucaristía, a la que han asistido los obispos auxiliares eméritos, Javier Salinas y Esteban Escudero, el vicario general Vicente Fontestad y una amplia delegación de valencianos pertenecientes a varias delegaciones de la diócesis como Laicos, Familia, Juventud y Acción Caritativa, áreas en las que ha tenido responsabilidad d. Arturo Ros siendo obispo auxiliar de Valencia.
Mons Arturo Ros ha agradecido muy afectuosamente la presencia de los valencianos desplazados a Santander para su toma de posesión. El obispo ha señalado en tono jocoso «me habéis engañado, soy un inocentón» visiblemente emocionado, y dirigiéndose a la alcaldesa de Santander ha dicho «son buena gente» y » no han tirado traca, pero si les multa, me la pasa a mí como paisano».
Mons. Ros ha dado las gracias a la comisión preparatoria de la celebración y al arzobispo Mons. Benavent por haber aceptado su petición del sacerdote valenciano Javier Navarro, que se traslada junto al obispo Ros.
El momento más emotivo que ha conmovido a todos los presentes, ha sido cuando tras dar las gracias a la familia ha afirmado que necesitaba «porque me sale de las entrañas» agradecer a su madre Consuelo, que falleció hace pocos días. «La persona de la que más caricias he recibido estos días ha sido de mi madre. Gracias mamá, adiós mamá, hasta siempre «, y todos los presentes han roto en un rotundo y cálido aplauso.
El nuevo Obispo de Santander, Arturo Ros ha sido obispo auxiliar de Valencia desde 2016, tiempo en el que ha centrado su labor fundamentalmente en tres ejes: familia, laicos y caridad. Antes de su partida, ha reafirmado su gratitud y confianza en Dios para esta nueva responsabilidad. “El tiempo ha sido denso por muchas circunstancias pero la motivación y la ilusión por la misión no la he perdido. La experiencia gozosa de estos años a mí me la ha dado el pueblo fiel que ha sido mi fuerza y ánimo”, ha expresado.
La Santa Sede hizo público su nombramiento por el Papa Francisco el pasado 31 de octubre, día en el que dio las gracias “de todo corazón” por esta “confianza inmerecida” del Pontífice y sus palabras de aliento y de ánimo; también a la Iglesia “a la que amo apasionadamente. No podría vivir sin ella”, y al Pueblo de Dios”, por su afecto, cariño, comprensión, palabras de ánimo. Me he sentido muy querido por la gente”.
Monseñor Ros, de 59 años y natural de Vinalesa, sucede a monseñor Manuel Sánchez Monge, cuya renuncia presentó en 2022, como establece el Código de Derecho Canónico al cumplir los 75 años de edad.
La Virgen de los Desamparados le acompaña
Antes de su partida, el Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, le entregó a monseñor Ros una imagen de la Virgen de los Desamparados, regalo de toda la curia diocesana, para que le acompañe siempre en esta nueva misión en las tierras de Cantabria.
Monseñor Arturo Ros ha dado las gracias “de todo corazón” a la diócesis de Valencia y también pide perdón «por si alguna cosa no he hecho bien o alguien se ha sentido molesto por mi causa”. Según expresa, “el tiempo pasa pero hay una garantía para nosotros y es que, aunque cambiamos, la Iglesia sigue, pasaremos por la historia del tiempo que Dios quiera, pero la Iglesia seguirá, la Iglesia es eterna, es de Dios”.
Por tanto, “a todas las personas que he podido conocer y a todas las personas que están comprometidas en la vida eclesial en cualquier ámbito les animo a seguir adelante, a seguir trabajando, a seguir dando gracias a Dios y que se ilusionen todos los días por el don de la fe y a hacerlo presente en el testimonio y en la palabra, si dejar de ser sencillos, humildes, pobres, cercanos, amables, sonrientes, que se note en nosotros que permanentemente en la Iglesia en Valencia vivimos la alegría del Evangelio y la transmitimos”.
BIOGRAFÍA
Arturo Pablo Ros Murgadas nació el 10 de junio de 1964 en Vinalesa (Valencia). Después de haber trabajado en el sector de la banca, entró en el Seminario Mayor de Valencia, donde completó los estudios filosóficos y teológicos en la Facultad de Teología S. Vicente Ferrer (1987-1993), obteniendo luego la Licenciatura en Teología en la misma Facultad. Fue ordenado sacerdote el 29 de mayo de 1993 en Valencia.
Igualmente, desarrolló su ministerio sacerdotal en la diócesis de Valencia donde desempeñó los siguientes cargos: vicario parroquial de La Asunción, en Torrente (1993-1996); párroco de S. Vicente Ferrer y de Ntra. Sra. de la Buena Guía, además de consiliario diocesano de Cursillos de Cristiandad (1996-2000); miembro del Consejo Presbiteral (1998-2003); formador del seminario mayor de Valencia (2000-2005); párroco de Requena (2006-2016); y vicario episcopal de la Vicaría V (Llíria-Requena-Ademuz), (2010-2016).
Es nieto del beato mártir Arturo Ros Montalt.
El Papa Francisco le nombró obispo auxiliar de Valencia el 27 de junio de 2016, asignándole la sede titular de Ursona (Osuna, Ursonen(sis) –España-, que tenía como metropolitana a Sevilla). Recibió la ordenación episcopal el 3 de septiembre del mismo año.
Cuando fue nombrado Obispo auxiliar de Valencia, el entonces Arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, le asignó, entre sus competencias, la Vicaría General para el laicado, familia, vida, pastoral de la caridad y la evangelización de la juventud.
En la Conferencia Episcopal Española es presidente de la Subcomisión Episcopal de Juventud e Infancia desde marzo de 2020, y miembro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar desde 2016, tras ser reelegido en la Plenaria de marzo de 2017.
La Virgen de los Desamparados le acompaña
Antes de su partida, el Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, le entregó a monseñor Ros una imagen de la Virgen de los Desamparados, regalo de toda la curia diocesana, para que le acompañe siempre en esta nueva misión en las tierras de Cantabria.
Monseñor Arturo Ros ha dado las gracias “de todo corazón” a la diócesis de Valencia y también pide perdón «por si alguna cosa no he hecho bien o alguien se ha sentido molesto por mi causa”. Según expresa, “el tiempo pasa pero hay una garantía para nosotros y es que, aunque cambiamos, la Iglesia sigue, pasaremos por la historia del tiempo que Dios quiera, pero la Iglesia seguirá, la Iglesia es eterna, es de Dios”.
Por tanto, “a todas las personas que he podido conocer y a todas las personas que están comprometidas en la vida eclesial en cualquier ámbito les animo a seguir adelante, a seguir trabajando, a seguir dando gracias a Dios y que se ilusionen todos los días por el don de la fe y a hacerlo presente en el testimonio y en la palabra, si dejar de ser sencillos, humildes, pobres, cercanos, amables, sonrientes, que se note en nosotros que permanentemente en la Iglesia en Valencia vivimos la alegría del Evangelio y la transmitimos”.
BIOGRAFÍA
Arturo Pablo Ros Murgadas nació el 10 de junio de 1964 en Vinalesa (Valencia). Después de haber trabajado en el sector de la banca, entró en el Seminario Mayor de Valencia, donde completó los estudios filosóficos y teológicos en la Facultad de Teología S. Vicente Ferrer (1987-1993), obteniendo luego la Licenciatura en Teología en la misma Facultad. Fue ordenado sacerdote el 29 de mayo de 1993 en Valencia.
Igualmente, desarrolló su ministerio sacerdotal en la diócesis de Valencia donde desempeñó los siguientes cargos: vicario parroquial de La Asunción, en Torrente (1993-1996); párroco de S. Vicente Ferrer y de Ntra. Sra. de la Buena Guía, además de consiliario diocesano de Cursillos de Cristiandad (1996-2000); miembro del Consejo Presbiteral (1998-2003); formador del seminario mayor de Valencia (2000-2005); párroco de Requena (2006-2016); y vicario episcopal de la Vicaría V (Llíria-Requena-Ademuz), (2010-2016).
Es nieto del beato mártir Arturo Ros Montalt.
El Papa Francisco le nombró obispo auxiliar de Valencia el 27 de junio de 2016, asignándole la sede titular de Ursona (Osuna, Ursonen(sis) –España-, que tenía como metropolitana a Sevilla). Recibió la ordenación episcopal el 3 de septiembre del mismo año.
Cuando fue nombrado Obispo auxiliar de Valencia, el entonces Arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, le asignó, entre sus competencias, la Vicaría General para el laicado, familia, vida, pastoral de la caridad y la evangelización de la juventud.
En la Conferencia Episcopal Española es presidente de la Subcomisión Episcopal de Juventud e Infancia desde marzo de 2020, y miembro de la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar desde 2016, tras ser reelegido en la Plenaria de marzo de 2017.