13 Jun “La Iglesia tiene derecho a exponer su propia visión con libertad” Entrevista del Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, en el programa El Faro de Mediterráneo TV
Estamos en una situación que no es culturalmente cristiana
El Arzobispo de Valencia señaló que «el papa Francisco nos pide una renovación pastoral de la Iglesia. Estamos en una situación que no es la de hace cincuenta años, en nuestra sociedad, el ambiente cultural que nos envuelve, en la situación politica que estamos viviendo, instituciones fundamentales como es la familia, la situación y la vivencia de la realidad familiar hoy en día no es la misma».
En la entrevista, mons. Benavent explicó que «estamos en una situación que no es culturalmente cristiana, una situación que no podemos pensar que todos están obligados a creer desde fuera sino que la fe es una opción personal. Y esto significa que hoy hemos de presentar el Evangelio como una propuesta razonable para nuestra sociedad, y no como aquellos que quieren imponer la manera de pensar de vivir, sino mostrar la belleza de la fe, que la fe es razonable y que vivir cristianamente es un auténtico camino de vida y de felicidad. No podemos partir del supuesto de que todos somos cristianos y de que se trata de que vayan mejorando en la fe, estamos ante casos de personas que no han oído hablar de la fe, que no conocen nada del cristianismo y a los que hay que hacer un primer Anuncio de la fe. En este sentido, el Papa nos habla de una conversión pastoral que necesita la Iglesia en el mundo actual. Es un reto al que nos han llamado los Papas, un estilo al que Francisco nos llama a todos y ha de marcar nuestra manera de estar en la sociedad y estar en el mundo».
Los políticos son ser servidores de la sociedad, hay unos valores que nos deberían unir a todos
«Hay cambios políticos, elecciones. Hemos de pensar que estamos en una democracia y la alternancia política es normal y se debe vivir con normalidad. En el tiempo que llevamos en democracia, lo hemos vivido en la Comunitat Valenciana más que en otros sitios. Cuando se produce esta alternancia, se produce un pequeño terremoto político pero después la vida continúa, los valores fundamentales y los problemas fundamentales de las personas continúan estando», subrayó el Arzobispo.
En ese sentido, recordó lo que dijo en la homilía del Corpus Christi: «hay ciertamente diferencias, puntos de vista distintos, y eso en una sociedad donde hay libertad para pensar, para opinar, libertad política, debe ser una cosa normal. Pero no podemos olvidar nos que hay problemas fundamentales, hay valores fundamentales, que hay una misión que todos los políticos y autoridades tienen que es de servicio a la sociedad, de buscar el bien de las personas, de todas las personas, más allá de lo que cada persona piense, y en ese sentido, a pesar de las diferencias, hay unos valores que nos deberían unir a todos. Unas preocupaciones que deberían ser compartidas por todos».
Respecto a esa «misión de servicio a la sociedad que todos debemos intentar realizar», mons. Benavent indicó que «en el fondo, lo que Cáritas nos recuerda es que más allá de los cambios políticos hay unas personas a las que hemos de servir, unos valores y un marco institucional que hemos de respetar y evitar polémicas ficticias muchas veces que, al final, no solucionan nada y piden acabar dividiendo a la sociedad. Hablo en nombre de la Iglesia, no puedo hablar en nombre de otros, soy el Arzobispo y mis pronunciamientos intentan poner de manifiesto lo que es la opinión de la Iglesia que, como tal Iglesia -dentro de la misma también hay pluralidad-, hay una voluntad desde la Iglesia de que también todos los que por su vocación política están llamados a ser servidores de la sociedad».
En esa línea, el titular de la Archidiócesis de Valencia precisó que «la Iglesia debe ser un factor de paz en la sociedad y recordar que hay cosas que si no tienen una importancia fundamental, no deben enfrentarnos. Puede haber fenómenos de racismo, de comportamientos de rechazo a ciertos colectivos, pero creo que en la sociedad valenciana son minoritarios, no veo un ambiente de crispación, por ahora; puede haber posturas en la vida social y política que pueden ser factores que tensionen la vida social por un lado o por otro. La misión de la Iglesia es sembrar un poco de paz, de sentido común, que las diferencias no lleguen a convertirse en divisiones y evitar, en la manera de lo posible, los enfrentamientos sociales. Esa es la misión de la Iglesia: ha de ser un factor de pacificación, de reconciliación en nuestra sociedad».
Respeto a la educación en valores cristianos de los padres también en la escuela pública
El Arzobispo resaltó que la «libertad de los padres para elegir el colegio que quieren para sus hijos en igualdad de condiciones, no en inferioridad, es la exigencia de la auténtica libertad. Pero más allá de esa libertad, de qué centro escoger», destacó mons. Benavent que «unos padres cristianos tienen derecho a que los valores de la fe en los que quieren educar a sus hijos sean respetados, también en la escuela pública”.
Ciertas ideologías para la Iglesia son un reto para la evangelización
En la entrevista, el Arzobispo comentó que «hay ciertas ideologías que para la Iglesia son un reto para la evangelización, también es importante esto. La Iglesia hoy tiene un reto que es mostrar que los valores que nacen de la fe cristiana, su concepción de la persona humana, de la antropología humana y los valores que se derivan de ella, son razonables. Y la Iglesia en eso ha de defender también su libertad para anunciar el Evangelio y para proponer los valores cristianos como camino de vida».
«Hoy, por ejemplo, uno de los fenómenos que se puede estar dando es que desde instancias de poder se quieren imponer determinadas maneras de entender la vida, la persona humana, incluso en programas educativos, incluso con medidas que tienen un cierto aire coercitivo y, en este sentido, uno de los retos que la Iglesia tiene en nuestra sociedad es precisamente reclamar su derecho a exponer con libertad y a predicar con libertad la propia visión de la persona humana y todos los derechos que se derivan de ello: el derecho de los padres de educar a sus hijos en los valores cristianos y a que no se impongan en los programas educativos comportamientos o valores que son contrarios a la fe cristiana, bajo el pretexto de que las personas que pertenecen a ciertos colectivos, o que características personales, no sean discriminados», según las palabras del Arzobispo, que añadió: «a todas las personas se les debe respetar como persona, se les debe acoger, acompañar, pero no se me puede imponer que para que yo pueda acoger o ayudar a una persona, tenga las características tenga, tenga que asumir una cierta ideología que no va necesariamente unida a mi deseo de ayudar y acompañar a las personas que me pueden pedir un consejo o una ayuda en un momento determinado de su vida».
Un pastor con estilo cercano, al estilo del papa Francisco
Desde el Concilio Vaticano II «no se entiende un Obispo que quiera estar lejos del pueblo. De hecho, todos los Arzobispos, cuando un sacerdote ha necesitado hablar con ellos, han estado, y visitado todas las parroquias. Es una manera de ser Obispo que no se puede entender ser de otra manera», señaló el Arzobispo. Al respecto, dijo que hay Diócesis que, por su tamaño «esa posibilidad es más fácil -como su anterior diócesis de Tortosa- y en otras «no es posible hacerse presente siempre o no es posible una relación tan cercana pero por eso hay personas que colaboran en el gobierno de la Diócesis. Es un estilo propio tras el Vaticano II».
Los problemas no se acabarán nunca, siempre existirán personas necesitadas en nuestra sociedad
Según analizó el Arzobispo, las memorias de Cáritas muestran «una pobreza cronificada y cómo hay un incremento de personas que son atendidas por Cáritas Diocesana. Los problemas no se acabarán nunca, siempre existirán personas necesitadas en nuestra sociedad y esto es un factor que tanto las instituciones políticas, las administraciones públicas -como la Iglesia-, en la medida de sus posibilidades, hemos de estar pendientes, e intentar atenderlos. También nos recuerdan que hay elementos y situaciones a nuestro alrededor, con una llamada a la conciencia, que es una de las misiones fundamentales que tiene Cáritas dentro de la Iglesia y dentro de la sociedad», concluyó monseñor Benavent.