27 Feb El Arzobispo acompaña a las familias de las víctimas y afectados por el incendio, en una misa oficiada en el barrio de Campanar El sufrimiento de las personas “no es ajeno a Dios, no creemos en un Dios lejano, en un Dios impasible, creemos en un Dios solidario con el sufrimiento de la humanidad”
– “En este momento todavía estamos conmocionados, pero debemos vivirlo desde la fe y la fraternidad humana”
– “Cuando ocurre una cosa así aparece el dolor más extremo pero también gracias a Dios muchas veces encontramos ejemplo y testimonio de una gran solidaridad y una gran fraternidad entre las personas”
El Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, ha presidido esta tarde una misa en la parroquia Nuestra Señora de la Misericordia del barrio de Campanar, para acompañar a las familias de las víctimas y a los afectados por el incendio, “un momento en el que todavía estamos todos conmocionados pero que debemos de vivir desde la fe y la fraternidad humana, sintiéndonos como cristianos hermanos y amigos de todos los hombres”.
El sufrimiento de las personas “no es ajeno a Dios, no creemos en un Dios lejano, en un Dios impasible, creemos en un Dios solidario con el sufrimiento de la humanidad y que ha hecho suyos en su Hijo Jesucristo todos los sufrimientos de la sociedad. Creemos en un Dios que ha experimentado todo el dolor de la humanidad y no es ajeno a este dolor sino que lo ha hecho suyo”, ha afirmado.
El Arzobispo ha querido aprovechar una celebración ordinaria esta tarde en esta parroquia, ubicada muy próxima a la zona donde se registró el jueves el incendio, para personarse y dar su apoyo a las familias y vecinos del barrio, especialmente los afectados por el incendio, muchos de ellos vecinos y feligreses de esta parroquia.
Así, ha expresado que “esa fraternidad humana y fraternidad en la fe nos debe llevar a estar cerca de ellos, a sentirlos hermanos, a participar en su sufrimientos y a orar por ellos, por sus familias, por los que han fallecido, y por los que están sufriendo por diversas causas, porque han perdido sus casas, sus cosas, porque todavía hay algunos que están heridos y también a sentirnos cercanos de todos aquellos que han trabajado para evitar muertes y ayudarles en estos momentos de dolor”.
Según el Arzobispo, “cuando ocurre una cosa así aparece el dolor más extremo pero también gracias a Dios muchas veces encontramos ejemplo y testimonio de una gran solidaridad y una gran fraternidad entre las personas. Por eso, también hemos de saber reconocer el testimonio de generosidad, de hermandad, de donación, incluso de arriesgar la vida por otros”.
Igualmente, mons. Benavent ha recordado que “desde que soy Obispo he tenido que vivir tres dramas similares y he tenido que acompañar a muchas familias. Cuando vivimos estas circunstancias las personas nos tenemos que plantear qué cosas son las importantes en la vida, a veces damos mucha importancia a cosas que no la tienen, y estos acontecimientos tendrían que ser también un lección que nos haga pensar en la vida, y muchas cosas que nos dividen no nos dividirán, nos sentiríamos más hermanos de todos, nos perdonaríamos más y nuestro mundo sería un poco mejor de lo que es”.
Finalmente, monseñor Benavent ha pedido la protección y amparo de la Virgen de Campanar para que “cuide y guíe” a todas las familias y afectados.
En la misa ha participado el Vicario Episcopal de la Vicaría II, Emilio Hernández, que se personó desde el primer momento en la zona del incendio y en el Hospital de Campaña habilitado, y también han tomado parte párrocos y sacerdotes, sí como la delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana.