Comienza la Gran Misión Diocesana para emprender una acción evangelizadora en la diócesis Impulsada por el Arzobispo, que la ha inaugurado desde Utiel, en la fiesta de la Virgen del Remedio

Comienza la Gran Misión Diocesana para emprender una acción evangelizadora en la diócesis Impulsada por el Arzobispo, que la ha inaugurado desde Utiel, en la fiesta de la Virgen del Remedio

  • Las parroquias se suman a la apertura con misas y oraciones para pedir “fuerza y luz” para este tiempo de gracia y anuncio del Evangelio

Este jueves, 8 de septiembre, la diócesis de Valencia inicia la Gran Misión Diocesana impulsada por el cardenal arzobispo Antonio Cañizares para emprender una acción evangelizadora, coincidiendo con el Año Jubilar Mariano por el Centenario de la Coronación de la Virgen de los Desamparados, en la que todos somos necesarios y corresponsables.

Según anunció el Cardenal el pasado 8 de mayo, en la apertura del Año Jubilar Mariano, tenemos que emprender una misión popular diocesana -para impulsar iniciativas de renovación pastoral- “que despierte y espabile a todos los cristianos”.

Precisamente, hoy, día en el que la Iglesia universal celebra la festividad del Nacimiento de María, la “Mare de Déu i la Nostra Mare”, arranca esta misión cuyo objetivo es el anuncio del Evangelio, según afirma el vicario episcopal Jesus Corbí, coordinador de la Gran Misión Diocesana. Ha sido inaugurada por el Cardenal para toda la diócesis desde Utiel, en donde ha oficiado una misa en honor a la Virgen del Remedio con motivo de las fiestas patronales.

Igualmente, todas las parroquias de la diócesis se unirán hoy a la convocatoria con oraciones para pedir “fuerza y luz” para este tiempo de gracia y anuncio del Evangelio, expresa Jesús Corbí. Así, a todas ellas se les ha enviado un subsidio litúrgico para las celebraciones que acojan en sus templos.

La Misión estará precedida por “un tiempo de oración, durante el mes de septiembre, para pedir a Dios por los frutos de esta convocatoria” y en el mes de octubre “se llamará a todos los que van a ser misioneros y se les preparará para ello”.

En la Gran Misión Diocesana están llamados a ser misioneros los agentes de pastoral de las parroquias, catequistas, el Seminario y congregaciones religiosas, movimientos, colegios, universidades, asociaciones de fieles, culturales y voluntarios.

A los misioneros se les ofrecerá la preparación adecuada para que puedan hacer la invitación, acompañar al grupo y hacer el anuncio, para ser enviados a recorrer las calles, con el “reclamo” de la Mare de Déu que acompañará toda la acción.

Según explica el vicario general de la Archidiócesis, Vicente Fontestad, la Misión Diocesana tendrá como eje fundamental tres catequesis, que se impartirán en enero y febrero de 2023. Estarán centradas en el “kerigma” y en las ideas “Dios Padre te ama”, “Jesucristo, el Hijo de Dios, te salva” y “el Espíritu Santo te hace comprender estas dos verdades”.

A quién se dirige

“Todos somos los agentes y destinatarios de la misión, porque todo bautizado es discípulo y misionero”, según enseña el papa Francisco.

Los destinatarios de este anuncio son todos. “Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación” (Mc 16,15). Así, se aprovechará todos los ámbitos para “acercarnos y hacer la invitación: a todos los que se acercan a pedir sacramentos y que en su mayoría son alejados (novios, padres que piden el bautismo para sus hijos o la primera comunión), grupos de jóvenes que necesitan ser evangelizados y que pueden ser misioneros también para otros enfermos y sus familias.

En ese sentido, la misión va dirigida a cofradías y hermandades asociaciones de vecinos o culturales, fallas colegios, claustros de profesores, asociaciones de padres, usuarios de Cáritas, internos de la cárcel, residencias de ancianos y hospitales, tanatorios y cementerios, movimientos y grupos cristianos que también se pueden haber enfriado en la fe, y, particularmente, todos los que nos encontremos “en los cruces de los caminos” (Mt 22,9) de la vida, los caminos del dolor, la soledad, el sufrimiento”.

El método para la misión va a ser la invitación personal, de tú a tú, para encontrarse con el Señor a través de la Virgen. Por eso se necesitarán “misioneros” que se preparen para visitar, invitar y acompañar a otros.

Tiempo de la oración y la llamada

En Octubre y Noviembre, la comunidades contemplativas serán invitadas a la oración. Se fomentará la oración por la misión y se invitará especialmente a personas mayores y enfermos, porque esta será su manera de participar.

Igualmente, se propone para octubre el rezo del Rosario en distintas modalidades: en la parroquia, en familia, por grupos pastorales, colegios, catequesis…. Algún día también en un espacio público que congregue movimientos, hermandades, cofradías de la Virgen…

Asimismo, será un mes de Octubre misionero, en el que se llamará a todos los que van a ser «misioneros» para comenzar con ellos la preparación y en noviembre será la formación de los misioneros y programación de los encuentros.

En Adviento y Navidad será el tiempo de la salida al encuentro y el envío de misioneros, para salir a todos los lugares e ir invitando personalmente a participar en los encuentros.

SUBSIDIO APERTURA