16 Mar Alumnos de un colegio diocesano forman una “cadena humana” para trasladar cajas con ayudas para refugiados ucranianos Colegios y parroquias en la diócesis se movilizan a favor de Ucrania
Las parroquias de la diócesis de Valencia, religiosas y religiosos, y numerosos colegios, entre ellos, centros dependientes de la Fundación San Vicente Mártir Colegios Diocesanos, se están volcando con la ayuda a las familias ucranianas desplazadas por la guerra. Un ejemplo de solidaridad lo han ofrecido los alumnos del colegio parroquial Marqués de Dos Aguas de Bétera, que han formado una cadena humana para trasladar cajas repletas de productos de primera necesidad, desde la parroquia al Ayuntamiento de esta localidad.
Los alumnos, cerca de 180 niños y niñas de Educación Primaria, iniciaron la cadena en la parroquia La Purísima Concepción de Bétera, de la que depende el centro escolar, repartidos, uno a uno, en fila por un camino de cerca de 80 metros, con cuesta empinada hasta el Ayuntamiento, punto receptor, en donde iban depositando las bolsas y cajas.
En las cajas han recogido alimentos, ropa, enseres, utensilios de acampada y mantas para Ucrania, con la implicación de las familias, de todos los alumnos y profesores del centro desde donde aseguran que esta ayuda “no va a ser sólo puntual sino que será necesaria a largo plazo”.
Igualmente, entre otros colegios diocesanos, el centro San Antonio de Padua II de Catarroja está colaborando con el Ayuntamiento de esta localidad para el acopio de material, fundamentalmente, de alimentos y productos de primeros auxilios, antibióticos, medicamentos, agua oxigenada y pomadas, además de ropa, mantas y toallas, ropa de cama, tiendas de campaña y sacos de dormir.
De esta manera, los colegios diocesanos se han sumado a la campaña de ayuda a favor de Ucrania coordinados con sus respectivas parroquias.
Las ayudas a Ucrania desde la diócesis de Valencia se están canalizando a través de una Comisión Diocesana, creada por el Arzobispado y Cáritas Valencia para organizar la respuesta de solidaridad de parroquias y fieles. Igualmente, para este fin de semana el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha convocado la realización de una colecta extraordinaria.
La Casa de Espiritualidad de Alaquàs, entre otros espacios, acoge a un centenar de refugiados
Uno de los lugares habilitados para acoger a refugiados de Ucrania es la Casa de Espiritualidad La Purísima en Alaquàs, donde son alojados en la actualidad un centenar de desplazados, fundamentalmente familias con niños. Este espacio ha sido cedido por los Jesuitas al Ayuntamiento de Valencia para que se lleve a cabo esta actuación de emergencia.
La gestión está siendo llevada por la Fundación Amigó, de los religiosos terciarios capuchinos, que cuentan con gran experiencia en acogida.
Las familias que se encuentran en esta casa de Alaquàs se desplazaron desde su país en avión, en coches particulares y autobuses. El objetivo, conforme explica el director territorial de la Fundación Amigó en Levante, el terciario capuchino Rafael Yagüe, “es que la casa sea un verdadero hogar para todos y que ellos sean parte activa tanto en las actividades como en las responsabilidades”.
También cuentan con un equipo de psicólogos, así como de educadores e integradores sociales que trabajan en organizar el día a día del centro.
Rafael Yagüe destaca también la “gran ola de solidaridad” tanto en Alaquàs como en localidades cercanas como Torrent. Muchos de sus vecinos, así como comerciantes y farmacéuticos han ido haciéndoles llegar diferentes productos que necesitaban. También muchos voluntarios se han ofrecido y están colaborando en las tareas que se van necesitando.
Numerosas iniciativas de las parroquias
En las diferentes parroquias de la diócesis, además de rezar por la situación y para que cese la guerra, se han promovido y se están desarrollando desde las Cáritas parroquiales diversas iniciativas caritativas para ayudar al pueblo ucraniano.
Es el caso de Manises, donde un grupo de voluntarios de la fundación Suria y de las Cáritas de las diferentes parroquias han realizado una campaña de recogida de ropa, mantas, aseo personal, medicinas y comida. Todo lo recogido será entregado a “Bombers del món”, que se encargarán de hacerlo llegar a los refugiados.
En Puçol, la Cáritas interparroquial ha organizado también una recogida de material de primera necesidad en las diferentes parroquias, que ha contado con la colaboración del ayuntamiento de la localidad. Como destaca el párroco de los Santos Juanes, Ismael Ortiz, “han sido todos muy generosos y se han podido enviar varias furgonetas llenas”.
En Llíria, la parroquia San Francisco de Asís acordó llevar a cabo una iniciativa solidaria para recoger diferentes productos de alimentación e higiene, ropa de abrigo para adultos y niños, zapatos o mantas. Los diferentes agentes de pastoral hacen turnos para dar servicio, recoger, clasificar y embalar las donaciones que hacen los feligreses y vecinos en general.
Además, en Vinalesa la Cáritas parroquial contribuyó al material que se llevó la asociación Juntos por la Vida. También, entre otros muchos centros escolares, en el colegio Vedruna, de las Hermanas Carmelitas de la Caridad, ha recogido diferentes productos. Asimismo, otras localidades, como Alboraia, también han realizado una recogida de ropa.
En Valencia, la parroquia San Juan de la Ribera, a través de su Cáritas parroquial, ha impulsado, igualmente, una campaña de recogida de diferentes bienes de primera necesidad. Esta recogida ha contado con la colaboración de las fallas del barrio y de los colegios Santa Ana y Ave María de Penyarroja. Todo lo recogido será destinado a través de una asociación de Ucrania en Valencia, entre otras entidades. También la parroquia Nuestra Señora de Gracia pide colaboración para llevar un autobús de 60 plazas con ayuda humanitaria a la frontera con Ucrania.
Por su parte, la parroquia de El Pilar, en donde la comunidad de ucranianos católicos de la diócesis realiza sus celebraciones, también está realizando acopio de ayudas que está enviando a los refugiados.