25 Ene Centro San Esteban de Cáritas Valencia: abierto 24 horas, los 365 días del año Para personas en situación de sin hogar
Los termómetros de la mayor parte de la Península Ibérica se han desplomado y aquí, acostumbrados a temperaturas mucho más suaves, estamos notando aún más el rigor del frío invernal.
Dicen los meteorólogos que las temperaturas gélidas “van para largo” y es que el frío intenso se quedará con nosotros hasta que acabe el mes de enero.
Es tiempo, como decían nuestras abuelas, de mesa camilla y brasero y abrigarse bien… pero, ¿y si no hay dónde poder calentarse? ¿Y si la calle es el único sitio al que se le puede llamar hogar Para todos aquellos que no tienen hogar y malviven en las calles, el frío polar y las bajas temperaturas hacen más dura si cabe su vida.
Uno de los últimos recuentos que se realizó en Valencia hablaba de 754 personas en situación de sin hogar, 352 en situación de calle y 402 en albergues o centros de diferentes entidades sociales,
con una edad media de 41 años. Y es que encontrar un lugar en el que cobijarse se hace difícil pero no imposible.
20 personas de ocho nacionalidades diferentes
Conocedores de estas situaciones, no tan solo ahora, cuando el mercurio roza mínimos históricos, Cáritas Valencia ha decidido que su centro de acogida San Esteban para albergar a personas en situación de sin hogar esté abierto de forma ininterrumpida: las 24 horas de los 365 días.
Como explicó en su inauguración el director de Cáritas Valencia, Ignacio Grande, “el centro nació por el interés del cardenal Antonio Cañizares, que en la ola de frío de enero de 2017 pidió expresamente a Cáritas que se ocupara de organizar la atención a las personas que estaban en situación de calle”.
Ahora, el centro San Esteban, de carácter nocturno desde su inauguración en diciembre de 2019, y que se ponía en marcha solo durante los meses de más frío en la ciudad, alberga ya a un total
de 20 personas de ocho nacionalidades diferentes -15 hombres y 5 mujeres-, en atención continuada las 24 horas del día.
Un centro de acogida propio en la diócesis
“Era un sueño que la diócesis de Valencia contara con un centro de acogida propio que pudiera acompañar a las personas que viven en la calle, durante todo el año y, finalmente, con el esfuerzo
de todos, se ha conseguido”, explicó Grande.
Desde el pasado mes de noviembre, el centro San Esteban permanece abierto de forma ininterrumpida para poder atender a las personas que viven en la calle los 365 días del año, gracias al apoyo de la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas y donaciones particulares.
El centro “está coordinado con la administración autonómica y local y con otras entidades que trabajan con personas de este colectivo en el ámbito del tercer sector y complementa los otros
recursos para personas en situación de sin hogar que la institución desarrolla en la ciudad”, explican desde Cáritas diocesana de Valencia.
Las instalaciones del centro de acogida fueron adaptadas y equipadas por Cáritas Valencia y financiadas con fondos propios, mientras que el local fue cedido por la parroquia San Esteban de
València.
En la actualidad, el equipo técnico está formado por 12 personas entre educadores, trabajadores sociales, una abogada, una psicóloga, un conserje y personas encargadas de la logística.
También cuenta con un equipo de personas voluntarias que se irá ampliando en la medida en que se vayan incorporando más actividades y servicios en el centro.
Atención socio-jurídica y psicológica
Desde el inicio de su reapertura, el personal se ha ocupado de recibir a las personas, atender sus necesidades básicas y la organización de los servicios. Asimismo, se ha procurado que las personas conozcan el recurso y su funcionamiento y se han comenzado las atenciones psicológicas y jurídicas realizando entrevistas de diagnóstico y acompañamiento.
Del mismo modo, se han realizado acompañamientos sanitarios y jurídicos, ayudas de farmacia y coordinación con los recursos que han derivado a las personas albergadas. Una vez estén realizadas estas tareas iniciales, se realizarán programas y actividades que se adapten a las necesidades que presentan las personas, entre otras, talleres de manualidades, salidas de ocio y refuerzo de castellano, entre otras.
Campaña frío en Gandía
De la misma manera, la preocupación por los más desfavorecidos y que no tienen hogar también centra la labor de las Cáritas de otras poblaciones valencianas, como en Gandía donde su Cáritas Interparroquial ha activado su dispositivo para atender a las alrededor de 50 personas sin hogar que duermen en la calle o infraviviendas. El equipo de voluntarios se desplaza por las noches a los puntos donde hay personas sin hogar para entregarles mantas, ropa de abrigo y café caliente.
Además, se interesan por su estado, hablan con ellos y les ofrecen la posibilidad de dormir a cubierto en el CAI Sant Francesc de Borja que gestiona Cáritas. Este dispositivo se ha puesto en marcha en coordinación con el departamento de Servicios Sociales del Ayuntamiento y la Policía Local de Gandia.
Butano para familias necesitadas en Alcoi
Bajo el nombre ‘Que este invierno nadie pase frío’, Cáritas Interparroquial de Alcoy puso en marcha, a finales del año pasado, una nueva edición de la campaña con la que se recauda dinero para comprar bombonas de butano para familias necesitadas.
Una vez concluida la ‘Fireta del Nadal 2022’ donde la Cáritas Interparroquial estuvo presente, es hora de hacer balance. “La recogida de donativos para la compra de bombonas ha sido todo un éxito, pudiendo alcanzar la cifra de 12 camiones, alrededor de 635 bombonas de butano”, explican fuentes de Cáritas. Esto supone un 27% más que el año anterior.
¿Pobreza o vulnerabilidad energética?
Cuando el mercurio inicia su descenso, los problemas para muchas familias también comienzan. ¿Cómo calentar la casa? ¿Cómo hacer frente a los recibos de luz o gas? Además, la economía de los hogares españoles se resiente ante la subida del precio de la energía.
En 2021 hubo 6,7 millones de personas que no pudieron mantener una temperatura adecuada en sus domicilios, 1,6 millones más que 2020 y un porcentaje que abarca al 14,3% del total de hogares del país.
En la Comunitat Valenciana, según la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, en el 2020, el 13,6 % de la población no pudo permitirse mantener su vivienda con una temperatura adecuada. Lo mismo con el 13 % de los valencianos, que tuvo retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal.
En este punto, Cáritas Diocesana de Valencia resalta que no es lo mismo pobreza energética que vulnerabilidad energética. Puesto que la vulnerabilidad se puede entender como la situación de un
hogar que no puede recibir la cantidad adecuada de servicios energéticos, mientras que la pobreza energética se entendería como la expresión concreta de esa vulnerabilidad, tal y como se explica
en su memoria anual.
Y es que para la entidad sociocaritativa “en la misma situación de vulnerabilidad se encuentran las familias que no pueden pagar los recibos de la energía que consumen, como aquellas que restringen el uso de los suministros ante la posibilidad de no poder pagarlos”.
Es importante destacar que cuando hablamos de pobreza energética “solemos pensar en cuando llega el frío, y las familias no tienen la posibilidad, o muy difícilmente logran calentar sus viviendas. En ciudades como Valencia, incluso en Comunidades Autónomas como la nuestra, el frío puede suponer un problema, pero en ocasiones el calor supone una dificultad mayor, por las temperaturas que se experimentan durante el verano, por ejemplo”, detallan.
Desde Cáritas cuentan que se han encontrado familias que, en pleno verano, prefieren estar en la calle, bajo la sombra de los árboles, antes que estar en sus casas, porque la sensación de calor es
mucho mayor dentro de la vivienda, si no pueden climatizarla.
Bajos ingresos, coste de la energía y consumo ineficiente
De esta manera, hay que resaltar que son tres los elementos que se relacionan y que influyen de forma directa en los procesos de vulnerabilidad y pobreza energética:
- Bajos ingresos / situaciones de exclusión: Las personas en situación de exclusión con rentas bajas, con casi toda seguridad no pueden hacer frente al gasto de suministros…
- Precio de la energía: El precio de la energía eléctrica se ha encarecido brutalmente y solo el 40% de la factura depende del consumo real… sin gastar nada, la persona o la familia estaría pagando el 60% del importe de la factura.
- Ineficiencia en el consumo. Ese 40% de las facturas que depende de mi consumo, dependerá mucho cómo sea mi vivienda. Si está mal acondicionada, con deficiencias, posiblemente gastaré
más de lo debido (por ejemplo, si mis ventanas son antiguas, y dejan pasar el viento, por mucho que yo tenga encendida mi calefacción, si se cuela el frío de fuera…), o si tengo electrodomésticos de mala calidad, antiguos… posiblemente el consumo será mayor, son menos eficientes.
Cáritas ayuda en el pago de recibos
Cáritas Diocesana de Valencia, a través de sus Cáritas parroquiales, se hace cargo del pago de suministros (agua, luz, gas…) a las familias más necesitadas. La cantidad destinada a este concepto, en 2020, fue de 210.977 €.
De igual manera, el dinero invertido en ayudas para alquiler, desahucios, pago de recibos, reparaciones, y aunque pueda parecer que no está directamente relacionado con los suministros, sí lo está, ya que hacen referencia al mantenimiento y sostén de la vivienda fue de 402.517 €. Este significativo aumento de más de 70 mil euros del año 2019 al 2020 que se explica por la repentina
pérdida de ingresos que sufrieron las familias que atendemos como consecuencia de la pandemia y el confinamiento.