17 May Cardenal Cañizares: “No nos resignemos ante leyes inicuas” La sección valenciana del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II celebra en la UCV un acto horas antes de la presentación en el Parlamento de la nueva ley del aborto
El cardenal Antonio Cañizares ha presidido en la Universidad Católica de Valencia (UCV) la celebración de la festividad de la Virgen de Fátima, patrona del Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para Estudios del Matrimonio y la Familia, “obra del gran papa san Juan Pablo II el Magno, grande en todos los sentidos, singularmente en su enseñanza y promoción de la familia”.
“Estamos al borde de promover una ley más contraria a la vida todavía. La Virgen nos ayuda a que no nos resignemos ante leyes inicuas. Así defendemos también la familia, que nace de la vida, donde crece la vida y se protege la vida”, ha expresado el prelado valenciano, que es vice gran canciller de la sección extra-urbana de la Archidiócesis de Valencia de este centro de estudios.
Renovación de la colaboración entre la UCV y el Pontificio Instituto Juan Pablo II
Previo al acto académico, el rector de la UCV, José Manuel Pagán, y el vicepresidente de la sección valenciana del Juan Pablo II, Vicente Fontestad, han firmado un acuerdo de voluntades que garantiza la continuidad y dedicación del pontificio instituto en la impartición de los estudios teológicos sobre el matrimonio y la familia.
Una decisión “gozosa”, en palabras de Cañizares, porque “en medio de las dificultades que atraviesa la familia en España, esta institución irradia la luz del evangelio de la vida, del evangelio de la familia, que es el evangelio de la esperanza y de la humanidad entera. No tengamos miedo, nos decía el papa Juan Pablo II. Todo lo contrario, seamos muy libres para anunciar la verdad, que se realiza en el amor”.
José Manuel Pagán: “La defensa de la vida desde la concepción no es una postura confesional”
El rector de la UCV, José Manuel Pagán, también ha dedicado unas palabras de agradecimiento a los profesores, pues “la tarea que realizan hoy más que nunca es fundamental: reforcemos desde la Universidad -a través, entre otros, del Instituto Juan Pablo II y del Observatorio de Bioética- la defensa de la vida y de la familia como santuario de la vida”.
“La defensa de la vida desde la concepción no es una postura confesional: es un hecho científico que la vida humana comienza desde el momento de la concepción. Por eso es tan importante el papel que debemos jugar desde la Universidad. Urge promover una bioética personalista, que proteja especialmente a los más débiles e indefensos. No asumamos la cultura dominante que reconoce personalidad solo a quienes poseen autoconciencia. Advirtamos del error que supone esa concepción individualista de la libertad que hoy tanto se proclama, donde la sociedad se limita a un conjunto de individuos sin relaciones recíprocas. Seamos luz en este eclipse del sentido de Dios y de la dignidad del hombre”, ha alentado el rector.
Julio Tudela: “Extinguir las conciencias parece un paso ineludible para garantizar el derecho a matar”
La lección magistral ha corrido a cargo de Julio Tudela, director del Observatorio de Bioética de la UCV, quien ha asegurado que la ley del aborto que hoy comienza su tramitación “es la menor garantista de Europa. Extinguir las conciencias parece un paso ineludible para garantizar el derecho a matar. Señalar y perseguir a los objetores que se niegan a abortar o practicar eutanasias parece posible si matar es reconocido como un derecho”.
Tudela ha disertado sobre la vida humana naciente, su complejidad, su originalidad y la perfección de su programa de desarrollo. En ese contexto, ha ofrecido datos tales como que más de 600.000 embriones humanos esperan congelados en España y más de 1.500.000 en EE. UU: “Solo un reducido número de ellos será implantado en el útero de sus madres o donados a otras mujeres para su gestación; el resto está condenado a su destrucción”, ha recordado.
En medio de este panorama, el profesor Tudela ha apelado a seguir la orientación del Magisterio de la Iglesia, que en la Instrucción Donum Vitae afirma que “la ciencia es un precioso servicio al bien integral de la vida y dignidad de cada ser humano”. Asimismo, ha concluido su ponencia con unas palabras del patrocinador de este Instituto, Juan Pablo II: “La vida vencerá: ésta es para nosotros una esperanza segura. Sí, la vida vencerá, puesto que la verdad, el bien, la alegría y el verdadero progreso están de parte de la vida. Y de parte de la vida está también Dios, que ama la vida y la da con generosidad”.