22 Jul Las campanas de la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles de Albal vuelven a sonar tras su restauración Los feligreses celebran una cena colecta tras la bendición de las campanas y un concierto
Las campanas de la parroquia Nuestra Señora de los Ángeles de la localidad valenciana de Albal han vuelto a sonar después de cinco meses tras los trabajos de restauración a las que han sido sometidas.
Cientos de residentes de la localidad asistieron el martes a una cena fraternal organizada por las parroquias de Albal “celebrando así el regreso de las cuatro campanas que coronan la iglesia y que se replicaron en la ciudad”. Así, “se pudo apreciar la completa restauración que ha devuelto el sonido y la esencia de las campanas Albal, siendo la más antigua en 1778”, informan desde la empresa Relojes y Campanas Monumentales, encargada de los trabajos.
Las cuatro campanas ya restauradas pudieron ser admiradas por los vecinos de esta localidad, este martes, día en el que quedaron expuestas y se celebró su bendición, que dio comienzo tras la celebración de la cena colecta. Después se ofreció un concierto a cargo dels “Mestres Campaners de Valencia”. Al día siguiente, el miércoles, las campanas fueron subidas a su campanario y hoy, viernes, concluirá su instalación.
Los trabajos de restauración de las campanas eran necesarios puesto que se había detectado un importante desgaste desde que en los años 70 se produjo el proceso de automatización de los toques.
En esta rehabilitación se han sustituido los yugos de hierro por unos de madera similares a los originales y para ello se han valido de unas fotografías antiguas en donde se puede apreciar cómo eran. De igual manera, se ha procedido a la limpieza de cada una de las piezas “con silicato de aluminio a baja presión para devolverles sus características originales” tal y como explican desde la empresa encargada de los trabajos, Relojes y Campanas Monumentales.
De esta manera se conseguirá que los bronces recuperen el sonido, brillo y color original y el resultado es que han dejado a la vista sus relieves e inscripciones. Asimismo, se han cambiado los motores, que fueron instalados en los años 70. Su alto consumo y el estar ya obsoletos es lo que decidió que se optase por unos nuevos que funcionan de forma electrónica y que pueden simular los toques manuales.
Además, permiten que, cuando así se desee, las campanas puedan ser tocadas de forma manual, algo que con el sistema que estaba instalado no se podía hacer. Igualmente, se ha realizado el cambio de sistema de ballestas para poder permitir, entre otras cosas, el toque manual de las campanas.
De las cuatro campanas que han sido restauradas la más grande se llama ‘Mare de Déu dels Àngels’ y fue fundida en 1778 por Bartolomé Borrás y con 98 centímetros de diámetro, pesa 550 kilos. ‘Santa Ana y santa Bárbara’ es por edad y tamaño la siguiente. Fue fundida por Ferrer en 1890 y tiene 82 centímetros de diámetro y un peso de 320 kilos. A ella le sigue la campana que lleva por nombre ‘Sant Josep y santa Teresa’. Esta ya fue fundida en el siglo XX, más concretamente en 1924 por los Hermanos Roses. Tiene un diámetro de 70 centímetros y pesa 200 kilos. La más joven, con cerca de 100 kilos, es ‘Santa Juliana’, fundida por Salvador Manclús en 1987 y con un diámetro de 56 centímetros.