10 Mar La Basílica estrena iluminación como preámbulo del Año Jubilar por el Centenario de la Coronación Canónica Diez focos led dirigen su luz hacia el centro y desde allí se expande, tal como proyectó Palomino al diseñar los frescos
La Basílica de la Virgen de los Desamparados ha estrenado la nueva iluminación instalada en su cúpula, consistente en 10 focos leds colocados en las barandillas de los balcones que la rodean, con los que se consigue el “efecto Palomino”, es decir, que la luz, de la máxima calidad posible y empleada en museos, se dirija al centro, en perspectiva ascendente, y desde allí se expande hacia abajo, tal como proyectó el pintor Antonio Palomino en 1701 al diseñar los frescos.
Esta renovación de luces “es un preámbulo, a modo de preparación, de cara a la celebración del Año Jubilar Mariano, desde mayo de este año a mayo de 2023, con motivo del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de los Desamparados, para que vivamos un año espectacular de devoción a la Mare de Déu”, ha subrayado el obispo auxiliar emérito de Valencia, Esteban Escudero, en la presentación del nuevo sistema de iluminación, en la que han tomado parte el rector de la Basílica, Jaime Sancho; y María Dolores Alfonso, Camarera de la Virgen de los Desamparados.
Los nuevos focos “son pequeños, no han afectado a la arquitectura ni a los muros en su instalación, y al estar alejados de los frescos no los dañan porque, además, son de 35 vatios cada uno, en total 350 vatios, aunque con calidad 3.000, la máxima, algo que podrán comprobar las personas que acudan a la Basílica este fin de semana ya que estarán encendidos el sábado y el domingo, de 8 de la mañana a 9 de la noche”, ha explicado Jaime Sancho, a quien se le ocurrió este proyecto de iluminación cuando asumió el cargo de rector del templo, hace cinco años.
Permite apreciar colores cálidos, como los rojos y rosas
Este nuevo sistema de iluminación “supone un cambio radical que permite, además, apreciar colores que antes no se veían, como los cálidos rojos y rosas, y ahora las luces se dirigen hacia el punto central de la cúpula, el vértice en blanco desde donde colgaba la antigua lámpara”.
La finalidad es iluminar la bóveda, de 600 metros cuadrados y planta ovalada de 18´75 metros de anchura, tal y como la diseñó originalmente Antonio Palomino (1655-1726), pintor de cámara de Carlos II, es decir, “con una estructura espiral, ascendiendo de abajo a arriba, hacia la Trinidad, ante la que se presentan la Virgen de los Desamparados y San Juan Bautista, y más arriba, en el cenit, están los ángeles sosteniendo la lámpara, que ahora ya no está”, ha detallado Sancho.
Lo que quería Palomino “era que en un ambiente oscuro como el de este templo, la lámpara fuera el elemento central que enviara la luz a ese centro y desde allí, se expandiera hacia abajo y, al mismo tiempo, que hubiera una perspectiva infinita hacia arriba, hacia la Gloria”. Y ese “efecto Palomino es el que hemos recuperado ahora”, ha destacado el rector, que ha recordado que la lámpara de cristal que decoraba la cúpula fue descolgada durante la restauración de los frescos y trasladada a la iglesia de la sede de la Escolanía “porque obstaculizaba la visión de toda la bóveda”.
En 2003 “al llevarse a cabo la restauración del templo, especialmente de la cúpula, fue instalado un sistema de iluminación en la corona con más de 20 focos alrededor de la cúpula con la tecnología de entonces, vapor de sodio, que posteriormente se sustituyeron por otros halógenos, menos perjudiciales pero, aún así, de 300 vatios cada uno, y después por otros led, que ahora complementan la nueva iluminación, cuyo coste no ha superado los 1.500 euros”, ha expresado.
Asimismo, “hay dos efectos posibles; uno con las luces de la corona reducidas y otro, añadiendo la luz cenital, e incluso se puede crear un ambiente de recogimiento sólo con la luz cenital”. Además, todo el conjunto de la iluminación proporciona varias posibilidades de encendido e iluminación que se emplearán en las celebraciones de la Basílica, tanto las habituales como en ocasiones especiales.