23 Oct El Arzobispo preside en Bocairent la misa solemne de inauguración de la nueva comunidad de carmelitas En la iglesia del monasterio
El arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, presidió este domingo por la tarde la misa solemne con la que tuvo lugar la inauguración oficial de la nueva comunidad de Carmelitas Descalzas, y la clausura, en el monasterio de la localidad valenciana de Bocairent.
La misa se celebró en la iglesia del monasterio de Nuestra Señora de los Dolores y Santos Reyes de Bocairent que, con la llegada de las nueve religiosas procedentes del convento abulense de Piedrahíta, vuelve a estar activo dos décadas después de la disolución de la última comunidad de las Agustinas.
Las religiosas Carmelitas Descalzas llegaron a Bocairent la pasada semana, el día de la fiesta del Pilar, y fueron recibidas en el pueblo con una acogida “multitudinaria y muy emotiva” en la que tomaron parte numerosos vecinos y autoridades municipales, también de poblaciones cercanas, así como entidades sociales y culturales de la localidad y la comunidad parroquial, encabezada por el párroco Vicent Femenia. Después del recibimiento fueron a la iglesia parroquial, donde se celebró el solemne Te Deum.
Igualmente, la pasada semana las Carmelitas Descalzas también visitaron la Basílica de la Virgen de los Desamparados, en Valencia, donde participaron en una eucaristía de acción de gracias a la Mare de Déu, presidida por Martín Gelabert, Vicario Episcopal para la Vida Consagrada en la Archidiócesis de Valencia. Las religiosas fueron recibidas por el rector de la Basílica, Melchor Seguí, quien estuvo con ellas en el camarín de la Virgen y en el Museo Mariano, Muma.
Nueve jóvenes religiosas
La comunidad de Carmelitas Descalzas, procedente del monasterio del Amor Misericordioso y de la Madre de Dios en Piedrahíta,, aprobó su traslado a la diócesis de Valencia por unanimidad el pasado mes de marzo. Con todos los permisos pertinentes, la Santa Sede dio el visto bueno en el mes de mayo.
La parroquia de Bocairent, que adquirió el convento hace 16 años, cede ahora su uso y será la nueva comunidad religiosa la que se ocupará del mantenimiento del mismo. Además, se respeta el uso turístico del ‘Monestir Rupestre’ -Bien de Relevancia Local- y las celebraciones litúrgicas y fiestas propias que allí se celebran.
La comunidad está formada por nueve religiosas, todas ellas jóvenes. Algunas son de localidades cercanas, como Banyeres de Mariola, Villena, Aspe, Yecla y Elche. Observa una clausura muy estricta, la clausura papal, y se dedica a la oración y al trabajo manual, especialmente al bordado, con lo que consiguen ser autosuficientes económicamente. También se dedican a la atención personal y espiritual de las personas que lo deseen a través del locutorio.