13 Jun Monseñor Arturo Ros encabeza la delegación valenciana en la clausura de la fase diocesana del Sínodo Universal en Madrid La Asamblea Final Sinodal de la Conferencia Episcopal Española ha reunido a más de 600 participantes
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- Imágenes de la clausura
La Asamblea reunió a cerca de 600 personas, en representación de todos los que han participado en este proceso” y por parte de la diócesis de Valencia asistieron, junto al obispo Ros, cuatro miembros de la Comisión Central del Sínodo, tres miembros de la delegación diocesana de Laicos, dos miembros del Consejo Diocesano de laicos, los delegados de Familia y el delegado de Infancia y Juventud.
“Un regalo y una experiencia muy gratificante en lo personal y en lo eclesial”
Esta jornada “ha supuesto para quienes hemos tenido el regalo de participar en ella una experiencia muy gratificante tanto en lo personal como en lo eclesial”, afirma Amparo Estellés, delegada diocesana de Laicos.
“El buen ambiente y el deseo de llevar adelante este proceso sinodal, no sólo entre quienes formábamos el grupo de Valencia sino entre todos los participantes en la Asamblea, puso de manifiesto que el Espíritu Santo, que es la unidad, reúne esa diversidad que somos el pueblo de Dios, y nos convoca y nos invita a vivir en comunidad y en comunión”.
Durante la Asamblea, se ofrecieron varios testimonios de algunas de las personas que han participado en los trabajos de reflexión, y “algunos de ellos fueron realmente impresionantes y emocionantes”.
Igualmente, Amparo Estellés destaca que la síntesis presentada «muestra la realidad de la Iglesia en España y de quienes la formamos. Hay que agradecer y felicitar a quienes han elaborado esta síntesis por la sencillez y claridad con que han sabido expresar el sentir de las respuestas recibidas”.
Tanto en los testimonios como en los diálogos a lo largo de esta jornada, “lo que se transmitía era satisfacción por el proceso emprendido, por ser una Iglesia que se cuestiona a sí misma, que se escucha y que discierne el camino a seguir, dando continuidad a lo que se emprendió con el Congreso de Laicos de febrero de 2020 y que en nuestra diócesis se concretó en el Congreso Diocesano de Laicos celebrado en noviembre de 2021”, añade.
La corresponsabilidad de los laicos, el lugar de la mujer en los órganos de responsabilidad y la necesidad de ofrecer itinerarios formativos, entre otros temas
“Nos alegró comprobar que en la síntesis final ha habido bastantes puntos coincidentes con el documento aportado desde la diócesis de Valencia. Entre los temas que han tenido mayor incidencia destacan la corresponsabilidad de los laicos en la misión evangelizadora, el lugar de la mujer en los órganos de responsabilidad y de decisión de la Iglesia, el clericalismo bilateral y sus graves consecuencias, la necesidad de ofrecer itinerarios formativos que faciliten que podamos dar razón de nuestra esperanza, la atención a las diversas situaciones familiares, a quienes se sienten excluidos por su orientación sexual, las nuevas pobrezas…”.
Según la delegada de Laicos en Valencia, “es necesario que el mayor número posible de miembros de la Iglesia en España conozcan el contenido de esta síntesis, y que está disponible en la página web de la Conferencia Episcopal Española, junto con otros documentos y videos de esta jornada”.
“Si nosotros queremos, podemos hacer que esta Asamblea sea un punto de referencia no sólo en el proceso sinodal, sino en la pastoral ordinaria de nuestras parroquias, asociaciones y movimientos”.
Como indicó monseñor Luis Argüello, secretario general de la Conferencia Episcopal Española en el acto final del envío, este camino se nos ha dado “para que experimentemos el gozo de ser un pueblo que camina en la fe y en la esperanza para descubrir lo que Dios quiere de Él, ofreciendo a la sociedad española la alegría del Evangelio”.
“Y creo que la mejor conclusión es hacer nuestras las palabras de la homilía que pronunció el Cardenal Juan José Omella, presidente de la Conferencia Episcopal Española: «Celebramos la Eucaristía para dar gracias al Padre por haber puesto a la Iglesia universal en el camino sinodal, con el fin de discernir unidos lo que Dios quiere decirnos para continuar, hoy y aquí, con la labor misionera que nos confió por medio de su Hijo y hermano nuestro Jesucristo”.
En la homilía de la Eucaristía de apertura del Sínodo, «el Papa Francisco nos proponía que reflexionásemos sobre tres verbos: encontrar, escuchar y discernir». Tres acciones “que marcan un estilo de ser y de estar en la Iglesia y en el mundo. Ojalá sepamos integrarlos bien en nuestras vidas para estar con el Señor y para favorecer el encuentro entre nosotros. Escuchemos a los demás con el corazón y discernamos, con la ayuda del Espíritu, qué nos pide el Señor hoy, aquí y ahora”.
