02 Jul Albaida celebra el 125 aniversario del patronazgo de la Virgen del Remedio y el Centenario de su Coronación
La localidad valenciana de Albaida está celebrando durante este año 2024 el 125 aniversario del Patronazgo Canónico de la Virgen del Remedio, así como el Centenario de su Coronación
Las celebraciones, iniciadas el pasado mes de octubre con una misa solemne presidida por el obispo emérito de Zaragoza monseñor Manuel Ureña, natural de Albaida, han incluido eucaristías solemnes, actos culturales, como charlas y exposiciones, así como un concierto de la Escolanía de la Virgen de los Desamparados. Numerosos actos organizados durante este año “en el que la localidad está viviendo algo extraordinario”, señala Luis Miguel Cerdá, párroco de Albaida, cuyas calles permanecen engalanadas con balconeras en honor a su patrona.
Así, durante el pasado mes de junio, la imagen de la patrona recorrió en procesión, durante tres fines de semana, todas las calles de la localidad. Además, el músico albaidense Javier Forner ha compuesto una Misa Solemne para conmemorar el Centenario de la Coronación de la Virgen del Remedio, que será estrenado el próximo mes de octubre, durante las fiestas patronales.
El Centenario concluirá con la celebración de una eucaristía solemne el próximo 7 de octubre, día central de las fiestas en honor a la patrona de Albaida.
Patronazgo Canónico y Coronación
Desde el año 1678, Albaida, al verse protegido por los males que acechaban a esta ciudad, decidió proclamar como Patrona de la Villa, a la Virgen María, con el título de Remedio. Y en 1894, Albaida, no se siente satisfecha con el Patronazgo popular y por eso solicita a la Santa Sede, la ratificación del Patronazgo, que llega el 9 de mayo de 1899, cuando el entonces Papa León XIII concede el Patronazgo Canónico de la Virgen María con el título del Remedio.
El día 13 de abril de 1924, el Papa Pio XI, firmaba el decreto para que la Virgen del Remedio pudiese ser coronada. Finalmente, el 6 de octubre de ese mismo año, es coronada la Virgen del Remedio por el entonces arzobispo de Valencia, Prudencio Melo.